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Argentina en los mundiales de fútbol femenino: de los tres partidos al año de los 90 al Topo Gigio como reclamo que despertó a la AFA y generó el entusiasmo de 2019

AUCKLAND, Nueva Zelanda.- “Nos presionábamos mucho porque no se trataba sólo de ganar un juego”, confesó la jugadora de Nueva Zelanda, Alexandra Riley,...

AUCKLAND, Nueva Zelanda.- “Nos presionábamos mucho porque no se trataba sólo de ganar un juego”, confesó la jugadora de Nueva Zelanda, Alexandra Riley, después del triunfo en el partido inaugural frente a Noruega. Claro que no lo era: las Ferns consiguieron sus primeros 3 puntos tras 16 partidos en mundiales, lo hicieron frente a más de 42 mil personas que se acercaron para alentarlas, y lo lograron nada más ni nada menos que frente a una de las selecciones campeonas del mundo, como lo es la nórdica.

Después de que el estadio Eden Park -escenario donde debutaron las locales- se vaciara, la defensora y referente neozelandesa declaró frente a la prensa que aquella victoria traspasaba la pelota: “Se trata de inspirar a todo nuestro país. Y sentí que lo hicimos. Creo que lo hicimos”.

Posiblemente esa frase -”inspirar a todo nuestro país”- es la que deambula por la cabeza de las jugadoras argentinas, aquellas que van en busca este lunes 24 de julio frente a Italia del primer triunfo mundialista de la historia. Las 24 futbolistas que viajaron -incluida la arquera Laurina Oliveros, que quedó fuera de la lista oficial por lesión- saben que el objetivo radica en esa primera victoria, pero que el desafío va más allá.

“Mi gran ilusión siempre fue ganar el Mundial, pero no es la única. Me gustaría que el fútbol femenino siga creciendo, que sea más equitativo, sin estereotipos y sirva para dejarle el camino a las nuevas generaciones de otra manera, empujando la igualdad más allá de lo deportivo para que todos tengamos las mismas posibilidades”, dijo en la previa mundialista la referente argentina Estefanía Banini.

Para entender por qué las jugadoras viajaron con el objetivo de ganar un partido, hay que mirar hacia atrás. Hay que conocer el potrero en el que se forjó la historia de la Selección Argentina. Entender que nuestro país se clasificó por primera vez a un Mundial en 2003, cuando la primera edición femenina organizada por la FIFA sucedió en 1991. Durante la década del 90, la albiceleste disputó únicamente 31 partidos oficiales. Es decir, un promedio de 3 partidos por año. Si se tiene en cuenta que en los últimos 2 años -con la llegada de Germán Portanova al banco- la Selección jugó 24 partidos entre amistosos y torneos, la conclusión emerge por sí sola.

En los años 90, lo más destacable fue el segundo puesto en el Sudamericano de Mar del Plata 1998 que le valió a la Argentina disputar el repechaje ante México por la clasificación al Mundial de Estados Unidos 1999. Sin embargo, las derrotas en la ida y en la vuelta frente al conjunto azteca dejaron a la Selección -una vez más- en offside.

“En el sudamericano, nos trajimos la media plaza. Después, sin explicación, cambiaron el cuerpo técnico y el grupo de jugadoras para el repechaje”, contó hace algunos años la goleadora de aquel equipo Fernanda Trujillo al Diario La Futbolista.

Para el Mundial de Estados Unidos 2003, las jugadoras albicelestes lograron su primera clasificación, a pesar del contexto que las rodeaba, similar al de la década anterior. El boleto lo consiguieron un mes antes de la cita mundialista porque el Sudamericano se jugó en el mes de agosto y la Copa del Mundo, en septiembre.

Los resultados fueron reflejo de la preparación. Tres derrotas por goleada: 6 a 0 frente a Japón, 3 a 0 frente a Canadá y 6 a 1 frente a Alemania. Aquel gol, el primero en una Copa del Mundo, lo convirtió Yanina Gaitán quien recuerda que como jugadoras sufrieron el poco roce internacional.

“No habíamos tenido suficientes amistosos y a eso se le sumaba que ninguna futbolista jugaba en el exterior. El plus de la jugadora con roce internacional se ve, precisamente, en un juego más rápido y simple”, explica Gaitán.

Aquella Copa del Mundo, además, tuvo la particularidad de no pausar el torneo argentino. El Clausura 2003 se disputó a la par por decisión de AFA y Boca debió abandonar el torneo por falta de jugadoras: 10 futbolistas habían sido citadas para viajar a Estados Unidos.

La preparación al Mundial de China 2007 pecó de los mismos errores: escasa preparación y falta de estructura en el torneo local. Aquella clasificación se logró después de ganar la Copa América 2006 en Mar del Plata, única vez que un equipo le arrebató el trofeo a las brasileñas. Ese envión no se aprovechó y los resultados fueron similares o peores al Mundial anterior: perdió 11 a 0 frente a Alemania, 1 a 0 frente a Japón y 6 a 1 frente a Inglaterra.

Doce años tardó la Selección en regresar a un Mundial. Ocurrió en el Mundial de Francia 2019, con un plantel generó que todo un país se entusiasmara por primera vez con un equipo integrado por futbolistas mujeres.

A París, la albiceleste llegó tras una huelga frente a la AFA. Sucedió en la Copa América 2018 cuando las futbolistas hicieron el Topo Gigio con un mensaje claro, sin hablar. Con una foto que exponía que querían ser escuchadas.

Como señaló en aquel momento la periodista Ayelén Pujol, “Argentina tenía una lista de reclamos: no querían ser más comparadas con varones. Querían condiciones de entrenamiento, calendarios, un proyecto serio, con perspectiva de futuro. Querían ser reconocidas y que se difundiera lo que hacían en el deporte más popular de la región”.

Por eso, tras el primer partido frente a Japón donde la Selección Argentina logró el primer punto en un Mundial, la entonces capitana Banini alzó -una vez más- la voz. “Esto es una muestra de lo que está haciendo la mujer argentina por la igualdad”, dijo, después de ser elegida la mejor jugadora del partido.

El 3 de diciembre de 1993, la Selección Argentina disputó en Santiago de Chile su primer partido oficial. Treinta años después, en el estadio Eden Park, buscará hacer historia. Los cambios arrancaron: por ejemplo, es la primera vez que se llega a una cita mundialista en un fútbol argentino semiprofesional. Están las razones que permiten soñar con hacer historia. Y una victoria que ilusiona más allá de lo futbolístico: inspirar al fútbol femenino de nuestro país.

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Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/argentina-en-los-mundiales-de-futbol-femenino-de-los-tres-partidos-al-ano-de-los-90-al-topo-gigio-nid21072023/

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