Recorriendo Campos

El campo argentino, un viaje a su historia

El turismo de estancias, en pleno auge, es una de las mejores opciones que presenta la provincia de Buenos Aires.

Muchos de los hechos que definen la historia de la Argentina han tenido lugar en la provincia de Buenos Aires. La identidad de este territorio fue en gran medida moldeada por la inmigración europea que arribó a fines del siglo XIX y principios del XX a estas fértiles tierras, para luego fusionarse con la tradición gauchesca y la impronta colonial.

Una identidad basada en la cultura del campo, que tiene al gaucho como máximo ícono de la tradición agrícola ganadera, el motor histórico del desarrollo económico del país. La actividad agropecuaria ha generado a través del tiempo una serie de hechos y realizaciones que hoy se han convertido en atractivos lugares con infraestructura para el alojamiento. 

Más de 250 cascos de estancias diseñados en puros estilos arquitectónicos, están distribuidos por todo el territorio provincial, muchos de ellos pertenecientes a establecimientos tradicionales. Desde modestos caserones hasta lujosos e imponentes cascos históricos rodeados de parques, conforman otras alternativas al turismo tradicional, pudiendo el visitante disfrutar de un único día de campo o bien, de una estadía más prolongada.

Las granjas, chacras y las casas de campo organizadas en predios chicos, se caracterizan por sus árboles frutales, huertas, corrales de aves y pequeños animales, potreros y establos. En tanto que la mayoría brinda servicios de alojamiento, estadía y recreación; todo ello en un marco natural, singular y de entorno identificado con la llanura pampeana.

En muchos de estos establecimientos rurales se realizan actividades participativas: tareas de producción agropecuaria, elaboración de pan, dulces, quesos, recolección de miel, fiestas campestres y espectáculos fol- clóricos y costumbristas que se combinan con una excelente gastronomía criolla. Asimismo, es posible practicar cabalgatas, bicicleteadas, equitación, paseos en sulky y carruajes, además de la pesca deportiva regulada y avistaje de aves, entre otras posibilidades.

La imagen puede contener: exterior y naturaleza

Los pueblos rurales distribuidos en todo el territorio bonaerense fueron surgiendo básicamente a lo largo de la red ferroviaria y poblados por inmigrantes españoles, italianos, alemanes, polacos, irlandeses y daneses, entre otros. Hoy son un espejo de la preservación de la historia, las costumbres, tradiciones, arquitectura, manifestaciones productivas y artesanales. Su puesta en valor turístico ofrece alternativas para generar trabajo a toda la familia, con ingresos genuinos y la posibilidad de integración con otras costumbres y estilos de vida.
 

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