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Karlos Arguiñano se metió en la polémica con el colectivo de las "gallinas violadas"

El cocinero español que se hizo famoso en la Argentina con su programa de recetas en los 90 apuntó contra la agrupación

"Comer huevos genera la explotación de las gallinas desde que nacen y hasta que mueren. Los pollos son separados de las gallinas, y cuando la gallina no pone, es asesinada. Esto es consecuencia directa de nuestro consumo", aseguró el colectivo Alma Vegana.

El cocinero español Karlos Arguiñano, que se hizo famoso en Argentina en los 90 por su ciclo de recetas en El Trece, le respondió a la agrupación. "Lo que no saben es que para que haya huevos y que fecunden (las gallinas) tienen que estar con un gallo, no vas a hacer pollos in vitro".

Luego, en una entrevista a la periodista española Liala Pardo, siguió: "Yo he tenido hijos porque me he juntado con María Luisa, tengo seis niños naturales y una adoptada y soy  un hombre feliz. Se ven personas que te das cuenta que sus padres no follaron con ganas".

Sobre la frase en la que las activistas aseguran que "comer huevos es esclavizar a los animales", agregó: "Entonces estoy esclavizando porque todos los días como huevos de mis gallinitas que felizmente viven acompañadas de gallos. El gallo le da vuelta a la gallina, la gallina se agacha y levanta el culito y cuando no quiere sale corriendo".

El cocinero contó que, además de un corral de gallinas, ha criado cerdos y jabalíes a los cuales en un momento cruzó: "Los junté y tuve cerdalís, con una tuve 19 y con la otra 14. No tenían suficientes pezones para tantos niños, entonces con mis amigos y mi padre nos turnábamos para que comieran".

Sobre el momento de la cruza, entre divertido y asombrado recordó: "Tuve una sensación del día que los vi hacer el amor que me arrugué un pelín porque tienen una herramienta fuera de lo normal, como un metro de larga, y cuando no aceptaban echaban el semen como a diez metros, y cuando enchufaba el jabalí la cerda seguía comiendo y luego el jabalí se iba y se quedaba patas arriba".

"Ahora que me venga a decir un vegano cómo tienen que montar los jabalíes a las cerdas, los gallos a las gallinas o yo con María Luisa", cerró al respecto.

A pesar de sus dichos, aclaró que "hay que tomar cartas en el asunto" para cuidar los recursos: "Entiendo que no debemos abusar de la carne. Creo que hay que basarse en una dieta en productos cero kilómetro y crecer sanos. Lo único que interesa en una vida que tengo 71 años es ser feliz, y para ser feliz nada mejor que llevar una cosa equilibrada. Un trago de vino, bien. Tres botellas, no".

Además de referirse al método de reproducción de las gallinas, la agrupación Alma Vegana había calificado de "armas" a las cañas de pescar: "No necesitamos comer animales, ni usarlos para vestirnos ni para experimentación ni para el ocio".

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