Tormenta de Santa Rosa: ¿mito o realidad?
Te contamos qué se esconde detrás de la leyenda de Santa Rosa y por qué no deja de ser una tormenta más en caso de producirse.
Las altas temperaturas en este comienzo de semana en el país nos dan la pauta de que la primavera se va acercando, y el invierno, si bien puede seguir dando batalla con periodos de bajas temperaturas, empieza su lenta retirada.
El encuentro de masas de aire con distintas características térmicas empieza a ser más frecuente en esta etapa del año, y por ende, los cambios de tiempo también empiezan a serlo. Además, dado que el contraste de temperatura y humedad empieza a ser mayor en el encuentro de estas masas de aire, la probabilidad de tener tormentas se incrementa.
Hablamos de tormenta cuando existe una descarga brusca de electricidad atmosférica que se manifiesta por un resplandor breve y por un ruido seco o estruendo sordo, tal como indica el Vocabulario Meteorológico Internacional de la Organización Meteorológica Mundial.
La leyenda de Santa Rosa
La famosa tormenta de Santa Rosa es una expresión muy popular que alude a una tormenta a desarrollarse en un lapso de tiempo centrado en el 30 de agosto, fecha correspondiente a la festividad de Santa Rosa de Lima. La expresión tiene su origen en una leyenda que atribuyó a los poderes místicos de Isabel Flores de Oliva una fuerte tormenta que impidió que piratas holandeses atacaran la ciudad peruana de Lima en 1615.
La leyenda de Santa Rosa se remonta al año 1615.
La realidad es que esta tormenta es un mito popular que mantiene un gran arraigo a través de los años en Argentina, pero no deja de ser un evento de tormentas como cualquier otro, en caso de producirse en algún sector del país.
La explicación de por qué la tormenta de Santa Rosa es un mito es sencilla: es bastante probable que algunos días antes o después de esta fecha se registren tormentas en parte del territorio nacional, especialmente el centro y noreste. Es allí en donde la presencia de aire cálido y húmedo proveniente del norte empieza a ser más habitual, lo cual en combinación con el avance de distintas perturbaciones sinópticas pueden desencadenar el fenómeno de tormentas antes de comenzar la primavera.
La estadística sobre la ciudad de Buenos Aires
Los datos oficiales del Servicio Meteorológico Nacional para la Ciudad de Buenos Aires concluyen que desde 1906 sólo en 10 oportunidades hubo tormenta eléctrica exactamente un 30 de agosto.
Cabe destacar que esta estadística se basa en los datos provenientes del Observatorio Central de Buenos Aires. Esto implica que en otros años pudieron registrarse tormentas en otros puntos de la ciudad y no ser consideradas para esta estadística, como sucedió en 2014.
El año pasado un evento de tormentas volvió a coincidir justo con el día de festividad, algo que no pasaba anteriormente en el Observatorio Central desde 1999.
Si consideramos una periodo de tiempo de +/- 5 días en torno al 30 de agosto, los números indican que solo en 63 de los últimos 113 años hubo al menos una tormenta en Buenos Aires, lo que representa algo más del 55% del total.
Las previsiones para este año indican que la ciudad podría ser afectada por tormentas antes del día de Santa Rosa, particularmente entre la noche del 28 y la tarde del 29.