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El waacking, el baile que arrasa en TikTok

Un baile de los años setenta se ha convertido en una sensación en redes sociales. En Nueva York sobrevive un grupo de maestros expertos.

NUEVA YORK— Princess Lockerooo es un torbellino con un enfoque particular: difundir el evangelio del waacking.

Durante más de una década, la devota del baile retro ha participado en competencias y dirigido talleres en todo el mundo, y ha promovido incansablemente un mensaje de autoexpresión y empoderamiento. Este año iba a ser importantísimo: tenía previsto encabezar el desfile anual de baile de la ciudad de Nueva York por la avenida Broadway, recibir a cientos de concursantes en su propio festival de Brooklyn y viajar a Brasil y a Londres para fungir como jueza en batallas de baile.

“Me preparaba para una tormenta de creatividad”, afirmó Princess Lockerooo, de 34 años, cuyo nombre real es Samara Cohen.

En lugar de eso se presentó una tempestad viral que cerró estudios de baile y discotecas y canceló competencias; sin embargo, el waacking ha prosperado en internet, donde sus gestos rápidos pero contenidos se traducen perfectamente a las plataformas de Instagram y TikTok.

Esta no es la primera vez que un virus casi desaparece el waacking. Este surgió como un baile social, ambientado en la época disco, en los clubes gays clandestinos de Los Ángeles en la década de 1970, era una expresión libre de los hombres gays de color. Algunos de sus creadores se referían a este baile como punking o whacking, y con el tiempo se estableció como waacking. Sin embargo, después de que muchos de ellos murieron a causa del sida en las décadas siguientes, el estilo prácticamente desapareció.

“Esto no es algo que solo bailé”, señaló Tyrone Proctor, quien fue uno de los sobrevivientes de esa generación y mentor de Princess Lockerooo. “Nosotros lo vivimos”.

Princess Lockeroo y su mentor, Tyrone Proctor.

El baile se basa en un conjunto de movimientos imprecisos, pero se define y califica con base en la conexión única que cada bailarín establece con la música, y el estilo de cada persona es diferente. “Tienes que hacer que la gente vea lo que escucha”, dijo Proctor poco antes de que la ciudad de Nueva York quedó bajo confinamiento en marzo. “Tienes que hacer que la gente sienta esa emoción en el movimiento”.

El waacking está relacionado con el placer, dijo Mary Fogarty Woehrel, profesora adjunta de danza en la Universidad de York en Toronto, pero también con el dolor y con “superarlo a través de un aplomo hiperconfiado. Se trata de lo que los brazos y las manos pueden expresar, pero también de lo que los hombros saben sobre los giros de la columna vertebral y un corazón descentrado”.

El baile podría haber seguido el camino de tantas otras modas de las discotecas de no ser por Soul Train, el programa de televisión de baile y música que se transmitió durante décadas. Proctor y otros miembros de los Outrageous Waack Dancers (entre los que se encontraba una prometedora cantante pop llamada Jody Watley) eran artistas fijos del programa y le presentaron el estilo a un público nacional.

Así fue como Archie Burnett lo vio por primera vez. Su devota madre le prohibió bailar en la casa donde creció en Brooklyn, pero él sintonizaba a escondidas el programa cada semana, después de asistir a la iglesia, para aprenderse los pasos. “Cuando llegué a la mayoría de edad y empecé a salir en contra de los deseos de mi madre, mi estilo de baile era raro porque lo había aprendido en la televisión”, recordó. Burnett a veces mezclaba el waacking con el estilo vogue, un baile nuevo pero similar que eclipsó al waacking en la década de 1990, debido en gran parte al exitoso sencillo de MadonnaVogue.

Durante la primera década de los años 2000, el waacking estuvo prácticamente olvidado, pero, impulsados por el interés de otros bailarines, Proctor y Burnett formaron parte de un pequeño esfuerzo por revivirlo en la ciudad de Nueva York.

Una de sus primeras estudiantes fue una princesa.

Princess Lockerooo fue criada por una madre soltera en el Upper East Side de Manhattan, creció con los musicales de Rodgers y Hammerstein y estudió canto en el Instituto LaGuardia. No obstante, cuando sus planes de ir al conservatorio no dieron resultado, sintió que sus sueños de llegar a Broadway se esfumaron. Subió de peso y cayó en una profunda depresión, contó.

Princess Lockerooo.

Una visita casual al Broadway Dance Center, un lugar en el centro de la ciudad que ofrece clases de todos los niveles, desde ballet hasta burlesque, la revitalizó. Con la intención de ponerse en forma y refrescar sus habilidades dancísticas en el teatro, comenzó a actuar en los vagones del metro como “Samara la soprano del metro” y ahorró sus propinas para pagar las clases de danza.

No obstante, poco a poco, los estilos callejeros y de discotecas que se ofrecían en la escuela le llamaron la atención, y un día entró a una clase de waacking. “Era un estilo femenino, sexy, fuerte y me atrapó”, dijo. Poco después conoció a Proctor y a Burnett, y se sumergió en sus clases.

Como mujer heterosexual de ascendencia judía y dominicana ella tenía poco en común con las raíces queer del waacking, pero señaló que la cultura gay clandestina de la que surgió este baile la aceptó y la empoderó de una manera en que las formas de baile más convencionales rara vez lo hicieron.

“Encarnar repetidamente la confianza que se requiere para hacer el baile —la sientas o no, tienes que imitarla o fingirla— esa repetición eventualmente permite que el sentimiento viva dentro de tu cuerpo y se convierta en tu realidad”, dijo.

Adoptó su alter ego, Princess Lockeroo, y comenzó a competir en retos de baile y a ganarse poco a poco el respeto de sus compañeros. También publicó tutoriales en YouTube en los que demostró su habilidad con el waacking y compartió su historia. Apareció en el programa de televisión So You Think You Can Dance, aunque fue eliminada después de la segunda ronda.

Otros bailarines de su generación, como Kumari SurajNubian NénéWaackeisha, y King Aus, también se convirtieron en embajadores del ritmo, cada uno le dio su propio giro y ganaron miles de seguidores en las redes sociales. La princesa Lockerooo, por ejemplo, describe su estilo característico de movimientos circulares y polirrítmicos del brazo como waacking de una hélice. Suraj, cuyo padre es de origen sudasiático, fusionó el waacking con elementos de la danza india en un estilo que ella llama Bollywaack.

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