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Coco Chanel: de la absoluta pobreza al mayor icono de la historia de la moda

El legado de sus trajes de tweed, sus bolsos de cuero acolchados y sus bailarinas sigue estando tan presente como siempre.

En el aniversario de la muerte de Gabrielle ‘Coco’ Chanel, analizamos la figura de la mujer que revolucionó completamente el mundo de la moda. El legado de sus trajes de tweed, sus bolsos de cuero acolchados y sus bailarinas sigue estando tan presente como siempre.

Esta semana se cumplen 50 años de la muerte del gran icono de la moda, Gabrielle ‘Coco’ Chanel. Diseñadora de alta costura francesa, fundadora de la marca Chanel, ella cambió drásticamente el concepto de la moda tal y como estaba concebida hasta ese momento, especialmente para las mujeres. La famosa diseñadora reinventó totalmente su forma de vestir, liberando el cuerpo de las mujeres de los corsés restrictivos y adoptando una silueta más natural y fluida.

Tomó el crepé negro azabache que antes solo usaban las viudas y lo transformó en elegantes vestidos de noche. Durante sus seis décadas de carrera dominó y democratizó la moda a través de sus diseños vanguardistas y su filosofía personal sobre lo que se constituía como estilo. Sin duda, Coco Chanel, y su forma de entender la moda a través de su marca, marcó un punto de inflexión para la sociedad y, sobre todo, una auténtica liberación para la mujer.

LA FAMOSA DISEÑADORA REINVENTÓ TOTALMENTE LA FORMA DE VESTIR DE LAS MUJERES.

Pero más allá de la genialidad y la exquisitez de sus creaciones, la historia de Coco Chanel bien podría ser un drama dickensiano: el de la niña que nació y creció entre harapos y acabó confeccionando grandes diseños de alta costura. Nacida en la extrema pobreza el 19 de agosto de 1883, de madre campesina y padre vendedor ambulante, tras la muerte de su madre, fue trasladada al orfanato de Aubazine, un antiguo monasterio del siglo XII dirigido por unas monjas con mano de hierro.

Una infancia dura, que creó su seña de identidad
Fue una época en la que sufrió mucho. Ella misma dijo durante mi infancia sólo ansié ser amada. Todos los días pensaba en cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el orgullo me salvó”.

NACIÓ EN LA MÁS ABSOLUTA MISEREA Y ACABÓ CONVIRTIÉNDOSE EN LA CREADORA DE UNA DE LAS FIRMAS DE ALTA COSTURA MÁS REPUTADAS DEL MUNDO.

Inteligente y poco sentimental, fue una mujer que supo sacar lo mejor de las situaciones de adversidad. La pequeña Coco detestaba el orfanato, sin embargo este lugar marcó irremediablemente ese sentido estético que la hizo única. En la película biográfica de 2009 Coco Before Chanel se muestra cómo, ya desde entonces, la imaginación de Chanel no conocía límites y su malestar en aquel lugar le sirvió para crearse un universo paralelo y más atractivo que su realidad.

Ella todavía no lo sabía, pero también aquel orfanato marcaría su seña de identidad para siempre. El hábito de las monjas, que vestían un sobrio blanco y negro, con aquellos cuellos y puños inmaculados, marcó la que sería la estética de Chanel, desde la sobriedad de las formas, hasta los colores que impregnarían todas sus colecciones, haciendo del blanco y el negro sus dos colores fetiche.

EL HÁBITO DE LAS MONJAS DEL ORFANATO EN EL QUE CRECIÓ, CON HÁBITOS BLANCOS Y NEGROS, CUELLOS Y PUÑOS INMACULADOS, MARCARON LA QUE SERÍA LA ESTÉTICA DE CHANEL.

Todo lo que Chanel encontró entre los muy pobres se convirtió en material de diseño para los muy ricos. Así lo relataba la revista TIME en 1957: “Ella inventó el género pauvre, o apariencia pobre. Puso a las mujeres en suéteres de hombres. Creó vestidos simples basados en los tricot marineros. Usaba las humildes blusas bretonas, de marinero a rayas, los cuellos y puños blancos de las camareras, los pantalones, los vestidos de algodón…”. Sin duda, la misma simplicidad de sus creaciones era parte de su encanto. “Algunas personas piensan que el lujo es lo contrario de ser pobre. No, es lo contrario a la vulgaridad”. Son palabras de la propia Chanel.

Inmersión en la moda de la mano de sus sombreros
Curiosamente, a Coco Chanel no le gustaba dibujar y coser le aburría soberanamente. Sin embargo, tras haberse dedicado a cantar en algunos cafés y ser vendedora en una tienda de ropa, en 1909 comenzó a diseñar sombreros en su propio apartamento. Al año siguiente, abrió una tienda donde vendía sus sombreros elegantes, funcionales y sencillos en contraposición a los sombreros ostentosos de la época.

‘ALGUNAS PERSONAS PIENSAN QUE EL LUJO ES LO CONTRARIO DE SER POBRE. NO, ES LO CONTRARIO A LA VULGARIDAD’, DIJO LA MODISTA.

Por primera vez, una diseñadora buscaba la comodidad y la sencillez, pero sin olvidar la elegancia. En los años 20 incorporó en el armario de las mujeres prendas que hasta ese momento sólo eran utilizadas por los hombres. Vistió a la mujer con pantalones, gabardinas, chalecos de tweed, jerseys de lana y boinas marineras. Podíamos decir que ella introdujo el look andrógino entre las mujeres.

También revolucionó el mundo de los complementos con colecciones de joyería de fantasía o bisutería, rompiendo con las recargadas joyas que usaban las mujeres de la época. Introdujo collares de perlas, aros y pulseras creados a base de metales sustituyendo al oro o cinturones de cadenas. Además, fue la primera diseñadora en lanzar su propia fragancia, el todavía hoy clásico perfume Chanel nº 5.

CUANDO MURIÓ A LA EDAD DE 88 AÑOS EN 1971, LA CASA CHANEL SE VIO EXPUESTA A UNA GRAN CRISIS, QUE FINALIZÓ CON EL NOMBRAMIENTO DE KARL LAGERFELD COMO DIRECTOR CREATIVO.

El twinset de Chanel, su producto estrella
A pesar de haber cerrado su maison de París y haberse retirado en 1939, con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, cuando Christian Dior debutó con su “New Look” de cintura de avispa en 1954, la furia de Chanel por las restricciones que se volvían a imponer a la ropa de mujer hizo que reabriera la casa. Tenía 71 años y su respuesta fue nada menos que lanzar una de sus prendas insignia: la chaqueta y la falda de tweed de corte cuadrado. Hoy en día, este twinset de Chanel todavía sigue siendo un clásico de estilo y comodidad. Y no es de extrañar que grandes figuras lo incorporaran rápidamente a su armario, como fue el caso de Jackie Kennedy, la princesa Diana y grandes actrices de Hollywood.

Cuando murió a la edad de 88 años en 1971, la casa Chanel se vio expuesta a una gran crisis. Pero la solución llegó en 1983, con el nombramiento de Karl Lagerfeld como director creativo. Él aportó estabilidad y unidad a la marca y, al igual que la creadora de la misma, Lagerfeld se negó a anclarse en el pasado. Bajo su dirección, la casa se ha ganado el prestigio que tenía en su día, así como la reputación de organizar los más espectaculares y elaborados desfiles de moda, con escenografías de ensueño, desde carruseles de cuento, a réplicas de icebergs o lanzamiento de naves espaciales en mitad del espectáculo.

¿Conocías la historia de Gabrielle Coco Chanel? ¿Has llevado alguna vez alguna de sus prendas? No dudes en compartir tus sensaciones con nosotros a través de los comentarios o en alguna de nuestras redes sociales.

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