En psicología de utilizan varios tests para descubrir rasgos de la personalidad de los pacientes y también su estado emocional. Uno de los más famosos es la prueba del árbol.

Esta herramienta se remonta a la década de 1950, cuando el psicólogo Charles Koch la ideó. Con tan solo analizar la manera en que una persona dibuja las raíces, el tronco y la copa, se pueden descubrir varios aspectos de su psiquis.

El test del árbol es muy fácil de llevar a cabo y de interpretar, por eso algunos especialistas en psicología, psiquiatría y pedagogía lo utilizan aún en la actualidad. Hay seis detalles a tener en cuenta a la hora de dibujarlo que podrán dar a conocer mejor a la persona.

En primer lugar, el tamaño del gráfico puede hablar de un egocentrismo si es muy grande; mientras que si es mediano, se está ante un paciente con estabilidad emocional. Pero si se dibuja muy chico, puede revelar una baja autoestima y hasta sumisión.

Respecto a la posición del árbol, si está en vertical, demuestra seguridad. Pero si está hacia abajo, puede denotar alguna inseguridad. A su vez, si está inclinado hacia la izquierda, podría señalar que la persona es introvertida.

En cuanto al trazo, si se dibuja el árbol con firmeza, significa que es una persona que toma decisiones con seguridad. Mientras que si se ejerce una presión o hay líneas fuertes, podría hablar de agresividad. Al contrario, una presión débil indicaría algunas ansiedades o preocupaciones.

En cuarto lugar, el tronco podría revelar que se está ante una persona sentible si es delgado, a la vez que uno grande denota impulsividad. Los detalles que se hagan también son significativos: por ejemplo, los huecos o tachones podrían denotar algunos miedos, traumas o emociones reprimidas.

Analizar la copa del árbol también es importante: si es muy grande, podría demostrar una persona con mucha imaginación, pero podría ser una alarma de narcisismo. Pero, si no se dibuja esta parte, indicaría un problema cognitivo. Por último, el follaje si tiene forma de palo, significaría testarudez; mientras que si tiene frutos, se estaría ante un paciente con deseos y objetivos.

Cabe mencionar que varias corrientes psicológicas ponen en duda la veracidad de este test porque no es una prueba suficiente para dar un diagnóstico. Sin embargo, desde algunas líneas freudianas la utilizan para analizar el inconsciente.