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El “Pumita” Martínez se eleva en la industria del boxeo: una pelea sangrienta y un ciclo creciente con nuevos horizontes

El bonaerense Fernando Martínez (51.900 kg) apuntaló su carrera profesional y el prestigio mundialista del pugilismo argentino al retener por segunda vez su corona de los Supermoscas (FIB) en bas...

El bonaerense Fernando Martínez (51.900 kg) apuntaló su carrera profesional y el prestigio mundialista del pugilismo argentino al retener por segunda vez su corona de los Supermoscas (FIB) en base a una vieja y cruel sentencia del gran espectáculo: “Lágrimas, sudor y sangre”.

Su victoria por knock-out técnico en el undécimo round sobre el retador oficial filipino Jade Bornea (52.160 kg), acaecida en el estadio Armory de Minneapolis (Minnesota), consolida su imagen de campeón en una categoría ascendente y con una efervescencia mediática en la que se destacan quienes comparten la corona con él: Kazuto Ioka, de Japón (AMB), Junto Nakatami, también nipón (OMB) y Juan José Estrada, de México, titular del (CMB). Dirimir supremacías con ellos es más que meritorio.

“Metí un cross de izquierda terrible en el octavo round y estalló la inflamación que el filipino tenía en su oreja derecha. Fue un charco de sangre muy feo y lo miré al árbitro insinuándole que la pare. No lo hizo, entonces lo boxeadores somos como los tiburones cuando vemos sangre…vamos por todo y así fue”. De este modo el campeón de la Boca abrió la conferencia de prensa y definió su éxito decretado por el árbitro estadounidense Charlie Fitch que aplicó un concepto fundamentado en el dominio sostenido del argentino, una oreja muy lesionada y Jadea, sin respuestas boxísticas.

Martínez, de 31 años, que ganó el cetro ante el filipino Jerwin Ancajas en 2022 y tiene un récord legitimo de 32 peleas, con 26 victorias (11 K.O) y 6 reveses, agregó: “Hicimos una muy buena preparación y la cerramos en las afueras de Miami. Peleo por mi mujer, mi hija Alma y por la que está por venir – Eluney-, por el amor a mi mamá y el recuerdo eterno de papá, que siempre desde algún lugar me estará orientando”. El “Pumita” no perdió la sensibilidad y el afecto familiar que lo destacó en cada una de sus contiendas. Además, aportó un sentido nacionalista muy especial al subir al ring estadounidense con la música de: “Muchachos” y con la bandera “del Boca de su corazón”.

Crecimiento y observaciones

La pelea resultó mucho más compleja de lo esperado. Fue muy equilibrada hasta el séptimo round y Martínez, hasta allí, expuso una estrategia conservadora y con poco estallido. Intentando contratacar con buen visteo y esquives, atributos destacables, pero permitiendo que Bornea lo castigase en la larga distancia. Cuando aceleró y pudo poner en la escena: “el estilo Martínez”, dinámico, agresivo y ofensivo, terminó con el match. Favorecido por un seria lesión sangrante en el pabellón de la oreja del retador que anímicamente empezó a relegar todo lo bueno que había hecho hasta esos momentos.

Martínez fue infalible cuando tuvo la oportunidad de definir el combate. Y ese es un mérito que no todos aprovechan. Positivo y elogiable. Sin embargo, no mostró continuidad ni certeza en sus combinaciones como lo había hecho anteriormente ante el otro filipino: Ancajas, un púgil superior a Bornea. Paradójicamente y pese a ganar en modo contundente su desempeño no alcanzó el brío de sus peleas pasadas en Las Vegas y Carson. Y es para analizarlo.

Dosificó sus energías y ello le quitó presión sobre el rival ¿Qué pasó entonces? El equipo deberá encontrar las causas. Los jurados marcaban: 97 – 93, 98 – 92 y 97 – 93, todos para el bonaerense. Al igual que LA NACION: 96 – 94 en sus guarismos parciales.

Su cotejo fue el mejor de la noche y superó en calidad, variantes técnicas y emoción a las dos restantes que conformaron la cartelera : “Erickson Lubin vs Luis Arias” y " Carlos Adames vs Julian Williams”, que las compañías organizadoras TGB Promotion y Showtime, priorizaron en la transmisión televisiva.

El futuro: ¿Final con PBC y TGB?

El contrato con PBC (Premier Boxing Champions) y el promotor Tom Brown expiró. Tres peleas cumplidas. Luis de Cubas (h), representante de la compañía PBC tendrá en las próximas horas una reunión con Rodrigo Calabrese, entrenador y hombre de confianza de Martínez, para tratar de negociar una renovación laboral. Ante la ausencia del santafecino Marcos “Chino” Maidana, manager principal que no pudo viajar por cuestiones personales, el director técnico del club Renunciamiento de Barracas, asumirá la gestión: “Veremos qué pasa. Escucharemos qué nos ofrecen. Ahora las cosas son distintas y Fernando ganó un prestigio que merece buenas bolsas y protección. Estamos abiertos a todo. Sobre todo de Japón nos están observando y pidiendo reuniones para negocios importantes. En lo personal, la gente de Manny Pacquiao, me ofreció entrenar a un par de púgiles filipinos bien clasificados. Es una opción. Todo salió bien en una noche que fue complicada hasta el quinto round. Los golpes al cuerpo de Bornea fueron un obstáculo difícil de sobrellevar”, dijo Calabrese.

No hubo grandes festejos. La noche de Minneapolis es difícil. Los centros de esparcimiento y alimentación cierran temprano en Minneapolis. Y el área de población de raza negra que rodea al hotel y al estadio no es muy amistoso con los forasteros. La celebración fue austera, comida rápida en la habitación y a preparar las valijas para volver el lunes temprano a Buenos Aires.

Sueños intactos. Futuro fortalecido y la resolución de una exigencia bien resultadista. “El Pumita” con la corona y el boxeo argentino sigue teniendo representatividad mundialista. Misión cumplida. Nada más para agregar.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/boxeo/el-pumita-martinez-se-eleva-en-la-industria-del-boxeo-una-pelea-sangrienta-y-un-ciclo-creciente-con-nid25062023/

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