A lo largo de la carrera a menudo se necesita a alguien a quien acudir en busca de consejo. Sin embargo, en el caso de los CEO hay muy pocas personas a las que se puede acudir para recibir asesoramiento directo y continuo, ya que sus responsabilidades aumentan exponencialmente a medida que se escalan posiciones. Sin embargo, es imposible saber todo sobre todo y los líderes necesitan a alguien que haya (o esté) enfrentando problemas y oportunidades similares, que haya manejado de manera efectiva el crecimiento de su propio negocio y que pueda brindarle a otros colegas información valiosa, sin adornos y en forma reflexiva.

Acceder al conocimiento y los consejos de un mentor puede ayudar al CEO a definir los pasos hacia las metas que desea alcanzar y encontrar una manera eficiente y efectiva para lograrlo.

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A continuación algunos consejos para encontrar un mentor para CEO.

Estar abierto a la capacitación

Para ser un líder empresarial exitoso, primero se debe cultivar un compromiso personal con la educación en todas sus formas. Los estudiantes ávidos entienden que si bien la lectura es increíblemente valiosa, la experiencia directa y el hablar con aquellos que han estado allí antes también tienen un peso significativo. Ser un aprendiz de por vida significa estar abierto a nuevas ideas e información, lo cual es esencial para mantener una relación fructífera con un mentor.

Saber dónde buscar

La mejor estrategia es buscar y conectarse con un CEO que esté un paso adelante en la carrera profesional. Si se dirige una empresa con cinco personas, hay que buscar a alguien que tenga un equipo de 50 empleados. Este tipo de líderes puede educarlo sobre la próxima fase del negocio.

En algunos casos, puede resultar incómodo hablar con un extraño. Por esto hay que investigar y presentar con un propósito y una intención. Hacer preguntas bien pensadas y escuchar de verdad. Nunca hay que presentarse con las manos vacías. Incluso los líderes más experimentados quieren aprender algo. Hay que recordar que se trata de un toma y daca.

Elegir bien las preguntas

Cuando se busca un mentor, se debe ser selectivo con respecto a las preguntas que hace y a quién se las hace. Los CEO a menudo escuchan las mismas preguntas en forma reiterada, incluso si ya han escrito o hablado sobre ella en un blog, una entrevista o una presentación. Se debe hacer un trabajo a fondo y asegurarse de que se están haciendo preguntas cruciales.

Una alternativa es hacer preguntas abiertas. ¿Qué hizo en un escenario similar? ¿Cómo desarrolló un determinado producto? Cuando algo pasó, ¿qué estaba pasando detrás de escena? Lo que saldrá a la superficie son las historias que ayudarán a aprender. Y aprender de los errores y éxitos de los demás le permitirá a un líder dar forma a su propio camino en lugar de replicar el de otra persona. Hacer crecer y liderar un negocio no es una solución única para todos.

Ser corto y ajustado

Todo el mundo está ocupado. ¡Una llamada Zoom de media hora es más que aceptable! Una buena relación mentor/aprendiz debe desarrollarse orgánicamente. No se trata de deberse nada el uno al otro; se trata de disfrutar el uno del otro e intercambiar historias y estrategias.

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Formalizar la relación

Una vez que encuentre un gran mentor, es esencial poder devolver algo de la energía y el valor que se recibe. Si un mentor es un experto en la materia verdaderamente valioso en la industria en la que se participa, hay que considerar la posibilidad de darle un rol de asesor en la empresa. Siempre es importante mostrar respeto por la información que aportan y eventualmente se le pueden ofrecer acciones de la empresa. Hay un límite en la cantidad de consejos que puede esperar obtener de las personas de forma gratuita.

Ser generoso con los verdaderos expertos en la materia es algo estratégico para su empresa. Es una inversión que vale la pena. Siempre es beneficioso tener un asesor puertas adentro: es el mejor incentivo para recibir ayuda cuando se enfrenta a un problema o desafío genuino.

Devolver el favor

Si se recibe asesoramiento, hay que estar dispuesto a convertirse en un mentor para la próxima generación de líderes empresariales. Se deben compartir las experiencias y puntos de vista. Devolver el tiempo y la consideración es la forma de equilibrar la ayuda recibida, aportando a que otras personas puedan crecer y sobresalir en sus carreras.