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Naturales y orgánicas: tres alternativas para reemplazar al azúcar y a los edulcorantes artificiales

Los edulcorantes artificiales se popularizaron décadas atrás. Desde entonces se han convertido en furor por propagar la misma dulzura del azúcar, pero sin su ingesta calórica. Sin embargo, una ...

Los edulcorantes artificiales se popularizaron décadas atrás. Desde entonces se han convertido en furor por propagar la misma dulzura del azúcar, pero sin su ingesta calórica. Sin embargo, una investigación titulada “Efectos personalizados impulsados por el microbioma de los edulcorantes no nutritivos” demuestra que los endulzantes artificiales tienen efectos adversos en el organismo.

Eran Elinav, autor principal del estudio, inmunólogo e investigador del microbioma en el Instituto Weizmann de Ciencias y el Centro Nacional del Cáncer de Alemania (DKFZ), descubrió que los edulcorantes industrializados tienen efectos no deseados en el microbioma intestinal. Al observar a los individuos que consumían edulcorantes artificiales, los investigadores identificaron cambios en la composición y la función de los microbios intestinales. “Esto parece sugerir que los microbios intestinales del cuerpo humano son bastante sensibles a estos endulzantes artificiales”, señaló Elinav.

En relación con esto, la licenciada en Nutrición, Rocío Tordini (M.N. 10709) señala que tanto el azúcar como los edulcorantes artificiales pueden provocar otros efectos adversos en la salud si se consumen en exceso. “Abusar de estos puede desencadenar: producción de caries dentales, aumento del peso corporal, mayor riesgo de diabetes y enfermedades como resistencia a la insulina o hígado graso y también, puede contribuir al desarrollo de alteraciones psicológicas como la hiperactividad, el síndrome premenstrual y otras patologías mentales”, dice.

No obstante, todavía hay esperanza para quienes no pueden imaginarse una vida sin endulzantes. Si bien lo ideal y lo recomendado por los profesionales es evitar los excesos de azúcar refinada, existen otras variantes naturales y orgánicas para seguir disfrutando de las comidas y bebidas sin pensar que se está consumiendo algo nocivo para la salud.

Coincide con esto la licenciada en Nutrición, Juliana Gimenez (M.N. 10553), quien destaca que entre el consumo de los edulcorantes naturales y los artificiales (sacarina, sucralosa, aspartamo, etc.), los expertos recomiendan ingerir los naturales ya que los artificiales son procesados industrialmente y presentan en varios casos, efectos adversos. A continuación tres alternativas saludables a tener en cuenta:

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Fruta del monje

Es una planta de forma similar a la calabaza y nativa de China y Tailandia que también es conocida como Luohan Guo o Siraitia Grosvenorii. Cuando se asocia su consumo con las alternativas naturales a los edulcorantes, se habla del extracto de fruta del monje. Justamente, para crear extracto, la fruta debe estar impregnada de agua, luego se filtra y finalmente se la purifica para sacar el exceso de dulzura.

Como se destaca en la revista Future Medicial Chemistry, estos son algunos de los beneficios más destacados de su consumo.

Los mogrósidos -compuestos químicos presentes en esta planta- tienen capacidad para disminuir el colesterol total y los triglicéridos en sangre en diabéticos. Estos compuestos también ejercen una actividad antiinflamatoria, ya que impiden la liberación de algunas moléculas como las prostaglandinas -sustancia similar a una hormona que elabora el cuerpo y que controlan la presión arterial, la contracción de músculos lisos y otros procesos internos en los tejidos donde se producen-.El fruto del monje es capaz de contrarrestar la acción de los radicales libres y evitar la peroxidación de los lípidos. Esto se traduce en un menor riesgo de padecer problemas de salud como ateroesclerosis o enfermedades infamatorias.

La mayoría de organismos reguladores declaran que el monk fruit -su nombre en inglés- es un producto seguro y apto para consumo. Así lo dictaminó la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

“La fruta del monje junto a la planta de estevia son dos tipos de edulcorantes naturales que se recomiendan consumir en reemplazo de los artificiales, ya que no hay evidencia que demuestre que son malos para la salud”, añade la Lic. Gimenez. “Si hablamos de alimentación saludable, siempre debemos procurar basarnos en el consumo de alimentos naturales, evitando los procesados o ultra procesados”, agrega.

Asimismo, a día de hoy el uso de la fruta del monje está permitido vastamente como sustituto del azúcar y endulzantes artificiales; por el momento no se han observado efectos contraindicados derivados de su ingesta. Sin embargo, los especialistas resaltan que se debe tener en cuenta que es un producto nuevo cuyos efectos no se han podido estudiar a largo plazo.

Lúcuma

De origen peruano, precisamente de los valles andinos, esta fruta puede ser confundida con una palta dada su inusual forma. Es de tamaño mediano y se caracteriza por ser de color anaranjado.

Su gusto es similar al del boniato pero aún más dulce. Asimismo, posee un bajo índice glucémico lo que hace a la lúcuma una fruta apta para personas diabéticas.

Respecto de su perfil nutricional, se destaca por tener una gran cantidad de nutrientes, fibra y antioxidantes. Principalmente, tiene betacarotenos, unos potentes antioxidantes precursores de la vitamina A, que son necesarios para el crecimiento celular y la salud ocular. Según una investigación publicada en la revista Nutrition and Health, este tipo de vitamina ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades complejas que estén vinculadas con el hígado.

“En los últimos años esta súper fruta ha ganado gran popularidad en el mercado internacional, y su demanda tiende a incrementarse debido a sus propiedades como alimento funcional por sus componentes bioactivos como β-carotenos, niacina, compuestos fenólicos, fitoesteroles, entre otros que dotan a esta fruta de propiedades beneficiosas para la salud, como su acción antiinflamatoria, efecto antioxidante, acción antihipertensiva, antibacteriana, energizante, cicatrizante, y su uso como edulcorante natural”, señala un grupo de investigadores de la Universidad de La Rioja en un escrito científico sobre dicha fruta.

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Asimismo, gracias a su bajo índice glucémico contribuye a estabilizar los niveles de azúcar e insulina en el organismo, evitando los picos de glucosa y su consecuente caída.

¿Cómo se lo consume como endulzante? Al ser un fruto difícil de obtener, se lo comercializa en seco, precisamente, en formato de polvo liofilizado. De esa forma, se le puede dar un uso más amplio y agregarlo fácilmente como endulzante natural a jugos, infusiones, salsas y recetas.

La Lic. Tordini destaca que tanto la lúcuma como la fruta del monje son frutas que sirven como endulzantes naturales y su consumo presenta beneficios para la salud, pero que a nivel poblacional en Argentina no los suelen recomendar demasiado debido a que son caros y difíciles de conseguir.

Miel

Este líquido dulce que producen las abejas a partir del néctar de las flores es aclamado por su riqueza en nutrientes y su dulzor natural. De hecho, su potencial nutricional no fue recién descubierto, la miel de abeja era usada en la Antigüedad como endulzante natural y como agente anti microbios.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) señala que algunos de los principales beneficios de su consumo son: fortalecimiento del sistema inmunológico; es una alternativa sana sin aditivos ni conservantes agregados; y tiene efectos laxantes suaves que favorecen el tránsito intestinal y ayudan a combatir el estreñimiento.

Es más dulce que el azúcar así que se debe usar menos cantidad para endulzar bebidas o comidas. Se sugiere optar por la miel cruda (la que no ha sido pasteurizada) porque es alta en vitaminas y minerales a diferencia de la normal. Además, los especialistas advierten los riesgos de darles de comer miel a niños menores de un año.

Un estudio reciente publicado en la revista Nutrition propone a la miel como un edulcorante que, a diferencia del azúcar, podría ayudar a regular la glucosa en la sangre y a controlar el colesterol. Para llegar a esa conclusión los expertos revisaron el efecto de la miel sobre los factores de riesgo cardio metabólico, dentro del contexto en el que la miel se considera un endulzante saludable. La conclusión fue que su consumo puede mejorar el control glucémico y los niveles de lípidos, siempre y cuando su consumo sea dentro de un patrón de alimentación saludable.

“Si se la utiliza como endulzante eventual, es decir, no todos los días no tendría porqué generar efectos adversos. Si bien la miel es una alternativa al azúcar refinada y los endulzantes artificiales, también tiene un alto contenido en azúcares naturales, por lo tanto es un alimento que hay que consumir con precaución”, señala la Lic. Tordini.

Por último, la especialista revela que la OMS recomienda no superar el 10% de las calorías diarias en comidas/bebidas con azúcares; “siempre lo ideal es evitar consumir una excesiva cantidad de alimentos endulzados e intentar acostumbrar al paladar a sentir el dulzor natural de los alimentos que, al fin y al cabo, mejora ampliamente la salud de uno”, explica.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/salud/nutricion/naturales-y-organicas-tres-alternativas-para-reemplazar-al-azucar-y-a-los-edulcorantes-artificiales-nid11072023/

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