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Su abuelo paralizó a la Argentina con su habilidad y él hoy honra su camino: el “Súper pibe” que aprendió del mejor

“Sú-per pi-be, sú-per pi-be”, alentaban los chicos presentes en la Sala Siranush del Centro Armenio, colmada para un nuevo regreso del ciclo Titanes en el Ring, que ahora se emite todos los d...

“Sú-per pi-be, sú-per pi-be”, alentaban los chicos presentes en la Sala Siranush del Centro Armenio, colmada para un nuevo regreso del ciclo Titanes en el Ring, que ahora se emite todos los domingos a las 18 y 22 horas por América Sports. La sorpresa en este caso fue que el luchador que representaba al recordado personaje era nada menos que Kennedy (Kenny, para los amigos), el nieto de Martín Karadagian, alma mater del show televisivo que comenzó un 3 de marzo de 1962 en Canal 9 y arrasó en la pantalla chica, el cine y hasta el mítico Luna Park con las recordadas luchas en el barro, en los tomates y en las sardinas. También, los memoriosos recordarán a Karadagian enfrentando a un oso y al Hombre Invisible, demostrando su creatividad sin límites.

Paulina, la hija del “Gran Martín”, sentada en primera fila, se emocionaba hasta las lágrimas con la presentación sobre el ring de Kennedy, uno de sus hijos, que ya tiene 15 años. El otro es Kahled, de 14, también fan de los deportes y la destreza física. “A los dos les encanta el básquet, el fútbol, las artes marciales, les fascina también la lucha, siempre dijeron que quieren ser campeones del mundo como el abuelo, del que no paran de ver videos, películas, fotos y todo lo que hay en YouTube y que les van acercando los fanáticos”, cuenta.

Cuando Karadagian comenzó en las cuestiones de la lucha interpretaba al personaje que bautizó “Pantera”. Y desde muy niños los dos hermanos se disfrazaban y jugaban a representar esa figura que tanto quería su abuelo.

Mamá Karadagian

Paulina siempre fue la gran compañera de su padre desde muy niña, pero ya de grande, su anhelo de siempre fue ser mamá. Pero como se había separado, sintió que esa posibilidad se alejaba y empezó a pensar seriamente en adoptar. Pero según ella misma cuenta a menudo, se cruzó en su camino con un juez que no la trató bien y eso la desalentó. Después se interesó en la cuestión del donante anónimo, pero se sintió rara y no fue más allá. Hasta que en su vida se cruzó con una señora que le contó que adoptaría en Haití y eso resultó determinante.

Hizo las averiguaciones legales correspondientes en ese país y cuando todo estuvo perfectamente claro viajó para allá. Había conocido a Kennedy por fotos y llegó al hogar donde vivía. Su día a día era con leche y pañales, ya que se trataba de un bebé. Cuando arribó también conoció la historia de Khaled. Fue el quiebre: se lo propusieron y adoptó a ambos, que se llevan tan solo tres meses. Toda la gestión comenzó allá por 2007, pero los niños arribaron con ella a la Argentina en momentos diferentes: mayo y diciembre de 2009.

“Nos enamoramos a primera vista”, repite Paulina y define a los hermanos: “Kenny siempre compinche mío; Khalu recontra independiente, no sabés, dos personalidades totalmente distintas que se aman, bah, nos amamos y conformamos una hermosa familia”, relata emocionada.

A su lado está Sergio Ventrone, más conocido como Billy Jim, discípulo de Martín Karadagian e integrante clave de aquella troupe legendaria que vio crecer a Titanes en el Ring. Hoy en día, Billy es el entrenador de los luchadores y la mano derecha de Paulina en todo lo que tiene que ver con la organización de cada espectáculo. Pero en el pasado fue uno de los titanes que interpretó el personaje del Súper Pibe. “Yo también fui un joven que empezaba y Martín me dio la gran oportunidad, eso no me lo voy a olvidar mientras viva. Por eso acá estoy siempre fiel a Paulina y a sus hijos, incondicional”, rememora y suelta alguna que otra lágrima.

A metros de él están el Caballero Rojo, La Momia blanca y la Negra, Pepino el payaso, el hombre de la barra de hielo, Nikka Bykov, Vlad Ivanoff y todos los atletas que le dan vida a este show del deporte que ya cumplió más de 61 años en la pantalla chica. Solo que ahora en el centro del ring aparece un flamante Súper Pibe, el nieto de Martín Karadagian, que mira desafiante desde el centro del ring al Diábolo, como lo haría su abuelo. La leyenda parece continuar...

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/su-abuelo-paralizo-a-la-argentina-con-su-habilidad-y-el-hoy-honra-su-camino-el-super-pibe-que-nid23052023/

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