El personal de la Policía de la Ciudad patrullaba las calles de Saavedra cuando escuchó los gritos de una mujer que pedía auxilio porque su vida corría peligro: su expareja la amenazaba con un arma de fuego y le disparó dos veces. Salvó su vida de milagro. Uno de los uniformados bajó rápido de la camioneta y dio la voz de alto, pero como el agresor no se detuvo y corría a la víctima, tiró con su pistola reglamentaria. El atacante quedó tendido en la calle, herido.

Todo sucedió hoy a las 11.36 en Superí al 4200, en Saavedra. El caso es investigado la jueza en lo criminal y correccional porteña Patricia Guichandut y por el fiscal José María Campagnoli. El ataque del agresor y los disparos del oficial de la Policía de la Ciudad quedaron registrados en una filmación de una cámara de seguridad.

“La víctima salvó su vida de milagro. El agresor llegó disparó dos veces”, dijo a LA NACION una fuente policial.

Fuentes de la Policía de la Ciudad informaron que en el caso intervino personal de la División Despliegue Intervenciones Rápidas (DIR) que patrullaba las calles de Saavedra.

“El personal que recorría el barrio de Saavedra vio que una joven, a los gritos, se alejaba de un hombre que le apuntaba con un arma de fuego en la cabeza”, explicaron los voceros consultados.

El sospechoso corría a la víctima sin dejarle de apuntarle con el arma, un revólver calibre 32. Según fuentes policiales, disparó dos veces.

“El primer oficial que intervino, que era el chofer de la camioneta, dio la voz de alto para que el hombre depusiera su actitud y entregara el arma, pero no dejó de apuntar a la mujer, por lo cual el policía disparó cuatro veces. Tres de los proyectiles impactaron en el cuerpo del agresor, uno en la zona de los glúetos, otro en la pierna derecha y el tercero en el brazo derecho”explicaron fuentes policiales.

Una ambulancia del Servicio de Atención de Médica de Emergencia (SAME) trasladó al sospechoso, solo identificado como Julián Alberto Reina, de 39 años, al hospital Pirovano.

En cambio, la víctima fue llevada por el SAME al hospital Zubizarreta, donde fue atendida por el equipo de salud mental porque sufría una “crisis de angustia”, según información oficial.

Según pudo reconstruir la Policía de la Ciudad, desde hace unos días, Reina hostigaba a su expareja, identificada por las iniciales D. P., de 29 años.

“Por la información que tenemos, la víctima no había presentado denuncias por violencia de género y tampoco tenía botón antipánico”, explicaron fuentes policiales.

La víctima, según pudo saber LA NACION, vive a 100 metros de donde fue atacada por su expareja. El sospechoso, en cambio, tiene domicilio a tres cuadras.

En total hubo seis disparos, informaron fuentes del caso. Dos fueron los proyectiles que salieron del revólver del sospechoso y cuatro de las armas reglamentarias del personal policial.

“El revólver del agresor tenía la carga completa cuando comenzó a perseguir a la víctima. En el momento de secuestrar el arma, en el tambor había cuatro proyectiles y se secuestraron dos vainas servidas”, explicó un investigador.

Según sospechan los investigadores, al analizar las filmaciones, cuando Reina comenzó a perseguir a la víctima, tenía oculto el revólver en un casco que llevaba en una de sus manos.

“Cuando el agresor alcanzó a su víctima, gatilló cuatro veces el arma, pero las balas no salieron. Después sí hizo otros disparos que, de milagro, no mataron a la víctima”, afirmó una fuente policial.

La jueza Guichandut dispuso la intervención de la Policía Federal Argentina (PFA) en los peritajes en la escena del ataque.

Por orden de la Justicia, además del revólver calibre 32 utilizado por Reina, se secuestró la pistola Pietro Beretta modelo Px4 Storm del oficial de la Policía de la Ciudad que disparó.

“Reina está fuera de peligro y ya fue dado de alta”, dijeron fuentes de la investigación. En las próximas horas será indagado por los delitos de tentativa de femicidio y atentado y resistencia a la autoridad.