Dos fuentes de alto nivel en la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos han revelado que el Pentágono "posee vehículos completos intactos y parcialmente intactos de origen no humano”. Afirman que los han mantenido en secreto durante años, ocultándolos de forma ilegal al Congreso norteamericano. Si se confirman, estas sorprendentes informaciones sacudirían los cimientos de nuestra realidad, demostrando por primera vez que la humanidad no está sola en el universo.

Las fuentes no son unos cualquiera que buscan atención, sino profesionales de alto nivel en las agencias de inteligencia del Pentágono, con largas carreras en el gobierno norteameriano. Realizando estas denuncias formales y revelando información supuestamente altamente secreta, se exponen a penas de prisión y posibles sanciones económicas. Según el diario británico The Guardian, la información ha sido publicada por el medio especializado en defensa The Debrief por Leslie Kean y Ralph Blumenthal, ambos sólidos reporteros que ya expusieron la existencia de un programa secreto sobre ovnis del Pentágono en el New York Times. Aquella exclusiva causó un gran escándalo en EEUU y provocó la acción inmediata del Senado norteamericano, que obligó a los militares norteamericanos a revelar detalles de un programa que habían mantenido en secreto ilegalmente.

Qué han encontrado

Los denunciantes —en inglés ‘whistleblowers’— son David Grusch, un veterano miembro retirado del National Geospatial-Intelligence Agency and National Reconnaissance Office encargado de analizar fenómenos aéreos inexplicables (UAP), y Jonathan Grey, un oficial de inteligencia en activo dentro del Centro Nacional de Inteligencia Aérea y Espacial (NASIC). Grusch ha afirmado que el gobierno tiene en su poder naves de origen no humano. Grey confirmó también la existencia de "materiales exóticos", añadiendo una frase de la película: "No estamos solos".

 Grusch afirma que el gobierno de los Estados Unidos y sus contratistas de defensa han estado recuperando fragmentos de naves “no humanas”, y en algunos casos naves enteras, durante décadas. "No estamos hablando de orígenes o identidades prosaicas", dijo Grusch a Kean y Blumenthal. "El material incluye vehículos intactos y parcialmente intactos". Grusch aseguró dijo a Debrief que el análisis determinó que este material es "de origen exótico", es decir, "inteligencia no humana, ya sea extraterrestre o de origen desconocido".

Grey —un analista de alto nivel que estudia fenómenos anómalos inexplicables dentro de NASIC, confirmó las palabras de Grusch. "El fenómeno de la inteligencia no humana es real. No estamos solos". Grey también afirmó que "las recuperaciones de este tipo [de objetos] no se limitan a los Estados Unidos. Éste es un fenómeno global”.

 Sin embargo, el astrofísico de Harvard Avi Loeb, promotor desde hace tiempo de la investigación científica sistemática de los fenómenos aéreos inexplicables, ha advertido de que, sin datos científicos ni pruebas sólidas, el informe sólo puede tomarse como "rumores". Según Loeb, "como científico que se guía por pruebas, debo hacer una advertencia: no hay detalles científicos en este informe. Sólo puedo evaluar la importancia de los datos o los materiales abiertos a los que tengo acceso directo". El afamado científico —conocido por su libro Extraterrestre, el Proyecto Galileo para la búsqueda de señales de inteligencia artificial justo en nuestro patio trasero, y por teorizar que el objeto 'Oumuamua podría ser de origen alienígena— también señala que, de ser cierto, la responsabilidad del gobierno americano debería ser dar a conocer lo que tienen, independientemente de cuestiones de seguridad nacional: "[L]a posible existencia de civilizaciones tecnológicas extraterrestres conlleva un conocimiento científico sobre el Universo que no se ciñe a las fronteras nacionales y que debería compartirse con todos los humanos".

El impacto puede ser gigantesco

Las revelaciones son sorprendentes e impactantes no sólo por la información sino también por la fuente de la información. En declaraciones a The Guardian, el investigador Nick Pope —que trabajó para el Ministerio de Defensa británico para investigar el fenómeno ovni durante los 90— los hechos relatados por Grusch y Grey sobre la existencia real de materiales alienígenas es "muy significativa". Según Pope, “una cosa es leer historias en blogs de conspiración, pero [Grush y Grey] lo llevan a un nuevo nivel, por lo que estas fuentes representan".

Visualización de una nave cerca de Jupiter. (Midjourney/Novaceno)

La revelación de que el gobierno de los Estados Unidos tiene en su poder naves de origen no humano cambiaría nuestra comprensión de la vida en el universo por completo, afirma Pope: "Asumiendo que todo esto es cierto, nos acerca a la confirmación de que no estamos solos en el universo".

Las denuncias de estas dos ‘gargantas profundas’ también plantea importantes incógnitas sobre qué más sabe el gobierno de los Estados Unidos y por qué ha mantenido esta información en secreto. Según Grusch, la información sobre estos programas ha sido "ilegalmente ocultada al Congreso". Grusch ha presentado una queja formal —bajo la ley que protege a los denunciantes de actividades ilegales dentro del gobierno federal norteamericano— alegando que ha sufrido represalias ilegales por la divulgación de información clasificada.

Seguridad nacional

Si se confirman, las revelaciones también pueden tener grandes implicaciones para la seguridad nacional de los EEUU. Según Grusch, los objetos recuperados son "de origen exótico (inteligencia no humana, ya sea extraterrestre o de origen desconocido) basado en las morfologías de los vehículos y las pruebas de ciencia de materiales y la posesión de disposiciones atómicas únicas y firmas radiológicas". Si los adversarios de los Estados Unidos también han recuperado este tipo de tecnología, podría cambiar el equilibrio de poder en el mundo. Como dijo Pope a The Guardian, "esto puede cambiar las reglas del juego".

El Dr. Sean Kirkpatrick en su comparecencia ante el Senado de EEUU.

Hoy sabremos más cuando despierte la Costa Este norteamericana y Washington DC. Los comités de defensa del Senado y la Cámara de Representantes de EEUU se han mostrado extremadamente agresivos ante el secretismo de los militares desde que Kean y Blumenthal descubrieron el pastel de la oficina ilegal del Pentágono para la investigación de los ovnis. Durante los últimos meses han seguido aumentando la presión, lo que ha provocado que tanto la NASA como el Pentágono abrieran programas para la localización y análisis de fenómenos anómalos en el espacio, aire y océanos. Sin duda, estas denuncias provocarán serias reacciones entre los legisladores estadounidenses.