Ex socia de Héctor Ricardo García confirmó que Anabela Ascar salió con Rodríguez Saá
Gladys Mancini no calla
Hace algunas semanas fallecía el recordado periodista y empresario, Héctor Ricardo García y atrás de esto, viene una tremenda polémica con respecto a su herencia e incluye a Anabela Ascar y los hijos del creador de Crónica.
Puntualmente, la polémica es porque la familia reclama su casa, mientras que Anabela Ascar, la última pareja del empresario, dice que tiene un certificado que prueba la unión convivencial entre ellos.
A esta pelea económica, se sumó Gladys Mancini, presidenta de la Sociedad Anónima que tiene a su nombre la propiedad y habló: “Ella siempre quiso quedarse con la casa. Me lo dijo una vez su mamá. Yo le decía que había una hija a la que le correspondía esa casa y ella se enojaba conmigo”, dijo.
Gladys fue sincera con respecto a la relación de Garcia y Anabela Ascar: “Reconozco que ellos eran una pareja, pero vivían en habitaciones separadas. Tanto ella como él me habían contado intimidades como que ya no tenían sexo y eran amigos. Sobre todo después de los infartos cerebrales que él había tenido”.
También cuestionó que se de por hecho que Anabela fue la única que cuidó al empresario en los últimos tiempos. “No sé si ella lo cuidó tanto. Porque tenía que haberlo dejado internado después de la última operación, pero lo sacó enseguida. Y lo instaló en una camita en el living, porque no podía subir al primer piso”.
Después reveló por qué tiene una pésima relación con Anabela Ascar. “En 2015 me peleé con ella por el tema de la casa. Porque era monotemática con eso. Decía todo el tiempo ‘mi casa, mi casa, mi casa’. Entonces me cansé y le dije que esa casa era de Héctor y que si algún día él no estaba, quedaba para su hija”.
Con respecto a por qué tenía tanta confianza García en ella, Mancini reveló que “Yo fui pareja de Héctor, vivimos juntos y hasta nos habíamos casado en México. Acá no tiene ninguna validez, pero lo hicimos porque mi mamá no me dejaba ir a vivir con él y por eso nos casamos. Por eso yo le decía a Anabela que tenía libreta de matrimonio. Ella moría por casarse con él, pero Héctor no quería saber nada”.
Acerca del tiempo que llevaba el romance, Gladys explicó que “Ellos empezaron a salir en el ’98. Ella tenía unos veinte años. Pero para Héctor era una noviecita más. Ella comía con él los días lunes, que era el día asignado para sus chicas”, contó.
Anabela Ascar
“No le creo nada de lo que cuenta. Eso de que le entraron con una masa rompiendo la puerta. La familia quiere arreglar con ella, pero no darle los dos millones de dólares que pidió su abogado. Falta mucha plata que no sabemos bien adónde está. Desaparecieron cosas de las cajas fuertes, como libros y documentos de la sociedad anónima”, denunció cuando se trató el tema económico.
Gladys también habló del momento de mayor exposición de Anabela: “Anabela y García se habían peleado en el momento de mayor éxito de ella en el canal. Ella echaba a los productores, quería hacer todo a su voluntad y arruinó el programa”, dijo.
Y para terminar, le preguntaron por la supuesta relación amorosa entre la periodista y Alberto Rodríguez Saá, gobernador de San Luis. “Una vez hablé con ella lo de Rodríguez Saá. Una de las secretarias de él era amiga mía y me contó que cuando ella hacía su programita semanal ahí, se la pasaba en la gobernación y quería mandar y organizar la mesa del gobernador”, recordó.
“Ella me negó todo. Pero le dije que mi amiga me había contado los regalos que recibía de este hombre y ella me los minimizó. Me dijo que le obsequió un collar que era una baratija y que le había mandado un televisor como regalo, pero por haber trabajado en el canal”.
Hector Ricardo Garcia
“Yo le conté a García que ella se iba de madrugada y dejaba el portón abierto para volver a entrar. Héctor esa noche esperó que se fuera y trabó la puerta desde adentro. Cuando ella volvió a las siete de la mañana no pudo entrar”.
Sin embargo, la pareja volvió a convivir cuando Anabela Ascar vivió una situación dramática con una perrita. “Tiempo después él la dejó entrar cuando ella volvió a la casa contando que había fallecido la perrita llamada Dominga y que la quería enterrar en el jardín de la casa. Ese día le dijo que no quería volver a su departamento sola porque le daba tristeza estar ahí y le pidió quedarse a dormir en los sillones del living. Héctor la dejó y ahí se quedó de nuevo y no se fue más”.