Una puerta entreabierta, un reloj haciendo tic-tac y Olivia Colman con una corona. Eso es todo lo que deja ver el adelanto con el que Netflix anunció que la tercera temporada será estrenada el 17 de noviembre. Y es suficiente.

Cuando se anunció que Colman reemplazaría a Claire Foy en el rol de Isabel II, hubo confusión. Por su interpretación, Foy había sido premiada con un Globo de Oro, un Emmy y un premio del Sindicato de Actores; no lo estaba haciendo mal. Pero la explicación era simple: todo el reparto sería reemplazado porque la tercera temporada abarcará desde 1964 hasta 1977 y el reparto original era demasiado joven. Según sus productores, siempre fue la idea.

Tobias Menzis será el Príncipe Felipe, Helena Bonham Carter la Princesa Margarita, Ben Daniels será Tony Armstrong-Jones, el esposo/ex-esposo de Margarita, Josh O’Connor el príncipe Carlos y Erin Doherty la Princesa Ana. Marion Bailey interpretará a la Reina Madre y Jason Watkins al Primer Ministro Harold Wilson. También habrá nuevos personajes, entre ellos Camilla Shand, más conocida como Camilla Parker. Todos ellos estarán presentes en la tercera y cuarta temporada. El plan de la serie es seguir a la familia real hasta la actualidad, así que en la quinta y sexta, el casting nuevamente será reemplazado.

Colman ya había sido reina. Dos veces. Y la más reciente, La Favorita, le dió un Oscar a Mejor Actriz. Según las fotografías que se han filtrado, habrá un funeral –probablemente el de Winston Churchill–, una visita a Gales después de un desastre minero –en el que murieron 116 niños y 28 adultos– y la investidura de Carlos como Príncipe de Gales. Según entrevistas a la propia Olivia Colman, esta temporada también mostrará la carrera espacial, la visita a Francia y la participación de la reina en las olimpiadas de Montreal, Canadá.

El ministro de guerra había sido fotografiado en una fiesta e involucrado en un escándalo moral. En las fotos había un hombre misterioso y se decía que era el esposo de la reina, que para ese entonces, tiene un embarazo riesgoso. En medio de los rumores, Isabel se va a Escocia a reposar.

Mientras Felipe viaja por Europa, las sospechas de la reina de que su marido podría estar teniendo un affair crecen. Isabel no descansa realmente, porque además de los rumores, la renuncia de Harold Macmillan como primer ministro, el tercero durante su reinado, le resulta inquietante.

Cuando Felipe decide ir a Escocia a acompañarla, ella lo enfrenta, y después de un tenso diálogo él, además de negarlo, le reprocha su rol secundario en la realeza. Isabel lo enfrenta y le muestra la foto de una bailarina de ballet que encontró hace tiempo en sus bolsillos. Felipe ya no puede rebatirle. Ella le responde que ambos son adultos y que entiende que él haga esas cosas para mantenerse cuerdo, que está dispuesta a ignorarlo. Él le responde que no quiere que lo ignore y por primera vez en la temporada, son honestos con el otro.

A pesar de eso, el ambiente sigue tenso hasta después del nacimiento de Eduardo, el menor de los príncipes. La última escena muestra la fotografía de la familia real, y ninguno de sus miembros puede quedarse quieto porque todos piensan en cosas distintas y todos tienen conflictos que resolver.