Cartas de lectores: Basta de normalizar, silencio, elecciones y aborto
Basta de normalizar“Esto pasa todos los días, es así”. Cuántas veces escuchamos esta frase. “Es así”. La rutina hizo que las cosas que eran excepcionales pasaran a ser lo común y nosot...
Basta de normalizar
“Esto pasa todos los días, es así”. Cuántas veces escuchamos esta frase. “Es así”. La rutina hizo que las cosas que eran excepcionales pasaran a ser lo común y nosotros las empezamos a normalizar. Sin embargo, normalizar una situación implica que la hacemos parte, la justificamos. El problema es que esa normalización dibuja una línea. Una línea que antes estaba, digamos, en cero y ahora pasa a estar en 1. Y la excepción pasar a ser el 2, ya no es el 1. Y cuanto más vayamos más normalizando, más nos vamos a ir corriendo, hasta llegar a desconocer en dónde estamos y cómo llegamos ahí. Esto nos está pasando hoy. La inseguridad: “pasa todos los días que roben en el colectivo”. La inflación: “Argentina es así”. Los políticos: “son todos chorros, votemos al menos peor”. Los paros docentes: “es una mafia, así funcionan”.
Nuestro país, nuestra realidad, no va a cambiar hasta que nosotros dejemos de normalizar y volvamos a ese punto 0, ese punto de coherencia donde no justificamos lo injustificable. “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”, decía Einstein. Basta de normalizar, cambiemos la normalización.
Agustina Ordóñez
El silencio de los buenosEn todo de acuerdo con la magnífica nota de Carlos Manfroni del 30 de junio en la nacion (“El silencio de los buenos”), sobre el “genocidio” contra quienes osaron enfrentar al terrorismo en los 70. Con el respeto que merece el autor, recuerdo que la represión ilegal de la subversión no se inició en 1976, sino el 25 de mayo de 1973, cuando un gobierno democrático disolvió la Cámara Federal Penal de la Nación (ninguna tortura ni desaparición durante su vigencia) y dispuso la amnistía indiscriminada de terroristas presos, lo que fue aplaudido y votado en el Parlamento por todos los sectores políticos: siguió el exterminio ilegal de los guerrilleros ordenado por Perón, y su aniquilación por Luder e Isabelita, metodología que continuó el gobierno militar que los sucedió. Luego del eficaz intento de olvido y pacificación de Alfonsín y Menem, desde 2003 Néstor Kirchner y su cónyuge supérstite comenzaron el asimétrico accionar contra militares y civiles que aún continúa, y que tan bien describe y ejemplifica Manfroni.
¿Se revertirá y terminará esta historia el 10 de diciembre próximo?
Enrique Munilla
DNI 4.433.538
Elecciones y aborto“Las calles van a estar regadas de sangre y muertos”, dijo en abril el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ante la eventualidad de que la oposición gane la próximas elecciones. Lamentablemente, ya están las calles de nuestra querida Argentina regadas de sangre y muertos. Más de 200.000 niños por nacer han sido asesinados en los dos primeros años de vigencia de la escalofriante, inicua y atroz ley de aborto. Nadie se preocupa por esos seres humanos. Por esas personitas inocentes, y mucho menos, por los trastornos psicológicos y emocionales que padecen las mujeres luego de matar a su propio hijo. Sufren esos niños, sus padres, hermanos, abuelas, la familia entera. Y nuestra querida patria llora por todos esos argentinos que venían con una misión única, dada por su creador, y les han dado muerte. ¿En qué momento creyeron, quienes nos gobernaron y nos gobiernan, que el pueblo les dio el poder de decidir, por la vida y la muerte de los argentinos? Los ciega el poder y renuncian a nuestros principios, a nuestros valores, a nuestra idiosincrasia, y nos han faltado el respeto a todos los ciudadanos. Siguen al pie de la letra la dictadura de los prestamistas solo para mantenerse en el poder, y por miedo a perder algún voto transan y promulgan leyes que minorías escandalosas exigen. Nos han defraudado. No nos han representado. Firmaron, erigiéndose en modo Dios, que cualquier mujer que lleve un hijo en su vientre puede matar a su bebé. Una locura. ¡No existe el derecho a matar! Y el sufrimiento de esa madre durante toda su vida, soñándolo, extrañándolo, deprimida por no poder tener a su hijo en sus brazos. ¿Y los padres de esos bebés? ¿Y el juramento hipocrático de los médicos? ¿Y la cantidad de mujeres que han muerto por la hemorragia producida por las nefastas pastillas? No importa. Son 200.000 niños argentinos a quienes les impidieron nacer, ¿y no importa? Y esto continúa día a día, y cada vez son más.
Candidatos a presidente de la Nación, a senadores y a diputados: necesitamos que definan, si realmente tienen coraje, qué van a hacer con esta inicua ley que lastima todos los días el corazón de nuestra patria. Y periodistas, si tienen agallas, no dejen de preguntar a cuanto político inviten. Y exijan que hablen con la verdad. Somos millones de argentinos que entendemos que la muerte no soluciona nada. Si quieren la paz, defiendan la vida. La vida de un ser humano no se discute, se respeta, se valora, se acompaña siempre. Algo se tiene que hacer. No pueden mirar para otro lado mientras mueren tantos niños. Están matando el futuro de nuestro país.
Paula Vernengo Lezica
DNI 17.144.382
Servicio domésticoCoincido y confirmo totalmente los dichos de Rebeca Rubinson en su carta del sábado pasado sobre la obra social del servicio doméstico Ospacp. A su relato agrego también la desinformación que el personal brinda, que nunca coincide, y el maltrato constante que las trabajadoras reciben al ser atendidas. La página web está totalmente desactualizada y, a modo de ejemplo, al momento de inscribir una nueva empleada para mi madre la hicieron llevar fotos, perder dinero y tiempo juntando y llenando planillas que al ser presentadas no fueron necesarias. Una falta de respeto. Si hablamos de lo más importante, las autorizaciones para simples prácticas se extiendan a punto tal que, de ser autorizadas, ya vencieron para el centro que debía practicarlas y hay que comenzar nuevamente. Un juego perverso. Y si hablamos de dinero, agrego que ellas siempre deben pagar un copago, con lo que sabemos que eso significa. La palabra es destrato, desorganización e ineficiencia deliberada. Ojalá alguien pueda hacer algo para que esto cambie.
Susana S. Fiore
DNI 11.384.653
En la Red FacebookLuis Petri, precandidato a vicepresidente: “Hay que terminar con los tours sanitarios”
“Así estamos por ser tan solidarios... Totalmente de acuerdo, que paguen si quieren ser atendidos en la Argentina”- Marta Surber
“Que vengan y se atiendan, tenemos excelentes profesionales, pero cobremos. Es lo más normal”- Claudio S. Vázquez
“¡De acuerdo con la propuesta!”- María del Carmen Uría
Los textos destinados a esta sección no deben exceder los 1000 caracteres con espacios. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA)