Desdolarización: ¿puede el dólar dejar de ser la moneda de referencia para el mundo?
1. Yuan o dólarRecientemente hubo un hecho poco usual: el Gobierno pagó al FMI en una moneda que no fueron dólares, sino yuanes. Si bien el rol del FMI en la economía global y local es u...
1. Yuan o dólar
Recientemente hubo un hecho poco usual: el Gobierno pagó al FMI en una moneda que no fueron dólares, sino yuanes. Si bien el rol del FMI en la economía global y local es un tema que ya hemos tratado en esta columna, hay otro que da vueltas hace tiempo en el mundo: la de-dollarization. Es decir, que el dólar deje de ser la principal moneda utilizada como reserva de valor de personas y bancos centrales, e incluso de transacciones comerciales y financieras entre países. Esto fue noticia reciente cuando la secretaria del Tesoro de Estados Unidos Janet Yellen admitió que el dólar empezaba a perder relevancia, aunque persistiría siendo la principal.
2. Monedas
Los argentinos no salimos de la idea de ahorrar en dólares porque el peso pierde su valor de manera constante. Sin embargo, no nos preguntamos demasiado por qué en dólares y no en soles peruanos, en reales brasileños, en libras esterlinas o coronas danesas. ¿Siempre fue el dólar norteamericano la moneda global dominante? Claro que no. Desde 1450 hubo seis períodos principales con distintas monedas de reserva mundial: Portugal (1450-1530), España (1530-1640), Países Bajos (1640-1720), Francia (1720-1815), Gran Bretaña, hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, y Estados Unidos desde entonces. Hace tiempo, la mayoría de los países desarrollados vinculaban sus monedas al oro como una forma de estabilizar los tipos de cambio. Sin embargo, cuando estalló el conflicto bélico en 1914, muchos suspendieron el uso del patrón oro para pagar sus gastos militares con papel moneda, lo que derivó en su devaluación. EE.UU. se convirtió en el principal proveedor de armas y otros bienes para los Aliados, volviéndose el mayor propietario de oro global, y el dólar impuso como la moneda más fuerte desde entonces. Más precisamente, se consolida luego del acuerdo de Bretton Woods, donde se aceptó como moneda de reserva por los países más industrializados.
3. Desdolarización
El dólar estadounidense siguió ese mismo camino y, tras 27 años, este sistema vio su fin el 15 de agosto de 1971, día en que el presidente Richard Nixon declaró la no conversión del dólar en oro, cuando en aquel entonces empezó a crecer la desconfianza del dólar y los países empezaron a cambiar sus reservas por marcos alemanes y oro de la Reserva Federal. Desde entonces, lo único que rige la supremacía del dólar es la confianza en que esa moneda será la que mejor resguarda el valor y la que mayor aceptación global tiene a lo largo y ancho del mundo. Sin embargo, hay una tendencia lenta pero permanente que enciende las alarmas. En 1999, el 72% de las reservas de los bancos centrales del mundo se encontraban en dólares; hoy ese porcentaje se redujo a 58%. La intuición rápida haría pensar que el terreno perdido fue ganado por la moneda china, pero no. Quienes han ganado lugar en la escena global son el dólar australiano, el dólar canadiense y el yen japonés.
4. Motivos
El cambio que se está dando no tiene una sola explicación, pero sí se ha gestado una incertidumbre mayor respecto de la depreciación del dólar luego de dos programas de emisión muy agresivos: el primero, luego de la crisis de 2008-2009, y el segundo para paliar los efectos de la cuarentena del Covid-19. A esto se suma que las tasas de interés volvieron a ser negativas en términos reales, que llevó a que los bancos centrales buscaran nuevos activos donde resguardar su valor. En esa búsqueda, las monedas de mercados de capitales más profundos y con mayor liquidez, que permiten el libre flujo de capitales y son estables hace tiempo, se posicionaron como las más atractivas, conocidas como “reservas no tradicionales”.
5. Futuro
Nunca es fácil predecir hacia dónde van los cambios globales, pero sí está claro que las estrategias fiscales y de exceso de deuda están comprometiendo la credibilidad en la principal moneda global. En esta búsqueda de alternativas monetarias de reservas y crediticias confiables se encuentra el grupo de los Brics, que intenta reemplazar lo que en su momento fue la creación de organismos como el FMI. Cuándo y cuánta penetración puede tener este grupo es aún una incógnita. ß