Don King, el representante del mal que tuvo Las Vegas a sus pies
Fue el dueño del boxeo internacional en la década de los '90. Promocionó más de 500 combates por el título del mundo y bajo su tutela se encontraron parte de los peleadores más famosos de la historia.
Por: Martín Bonansea
Don King es un personaje reconocido mundialmente por su llamativo corte de cabello y sus vistosos trajes, que se lucían en los mayores escenarios del mundo durante la década de los '90.
Estaba en las peleas de boxeo, donde el planeta se paralizaba frente a las pantallas para ver a los mejores gladiadores contemporáneos de la época. Solo las personas más importantes del mundo podían estar en ese ring side, presenciando un show mundial maquiavélicamente planeado por ese pasador de apuestas que obtuvo todo, de todos.
Este simpático hombre tal vez lo no era tanto. No solo representaba y elegía a los leones que luchaban: era el dueño del circo.
Muhammad Ali ya se había retirado: lo hizo tras obtener el tercer título mundial de los pesados, el sueño americano que lo convertía en el mejor boxeador de la historia. Era un final feliz, pero tuvo dos demonios que se le cruzaron: el parkinson y Don King.
Un diagnóstico le indicó a Muhammad que tenía un principio de parkinson. Acostumbrado a que nada lo derrote, menospreció lo que la enfermedad podía hacer en su cuerpo de hierro. En 1972, su manager, Don King, le golpeó la puerta y le ofreció millones para buscar por cuarta vez el título del mundo frente al que fue su sparring mucho tiempo y era el actual campeón: Larry Holmes.
Cassius Clay, tentado por el dinero y sobre todo por el hambre de gloria que nunca perdió, a pesar de que sus médicos se lo prohibieron, volvió a pelear. El combate tuvo toda la repercusión y el show que solo Don King le podía dar: era una guerra en el Caesar 's Palace de Las Vegas.
En el examen médico previo, Ali no pudo tocarse la punta de la naríz con el dedo índice. La pelea se hizo igual: era casi una condena a muerte. Solo la piedad de Larry Holmes, que durante la pelea hizo lo que quiso y no quería humillar a quien fue su ídolo y maestro por años, fue que no terminó en una desgracia.
La esquina de Muhammad no lo dejó salir del rincón para confrontar el décimo round. Don King solo le pagó 50 mil dólares de los millones que le había prometido. Lo usó y lo estafó.
Dos asesinatos y el comienzo en el box
Donald King nació en Cleveland en 1931, abandonó la universidad y comenzó a trabajar con apuestas ilegales en el sótano de una disquería. El negocio creció y un día, en 1954, en una disputa por un supuesto robo en uno de sus negocios, le disparó por la espalda a un hombre. Tuvo sus influencias y quedó absuelto. Pasaron 13 años y mató a golpes a un socio que le debía dinero. Estuvo solo 3 años en prisión y hasta la ciudad años después estuvo muy cerca de poner su nombre a la calle donde cometió el crimen. El caso se cerró como asesinato en defensa propia.
En 1972, un productor musical le presentó en un evento a Muhammad Ali. El joven King, que ya había demostrado que por dinero podía hacer cualquier cosa y que la cárcel lo había fortalecido y curtido mucho más, logró romper la barrera de confianza y lo convenció para participar de una pelea en beneficio de un hospital donde asistía mayormente gente de color. Sabía cuál era la debilidad de Cassius Clay, y fue ahí donde atacó para dar comienzo a su imperio.
Don King no sabía casi nada de boxeo. Convenció a un viejo promotor, Don Elbaum, para que lo ayudara en la organización de la pelea de Muhammad Ali. Fue un éxito de taquilla. Elbaum, con el tiempo, denunció que King se quedó con casi todo el dinero que le correspondía a él por su trabajo como promotor y que al hospital le llegó un puñado de monedas de la millonaria recaudación.
Un desfile de campeones y los cinco continentes a su merced
Muhammad Ali fue solo el comienzo. Entre sus peleadores estuvieron Mike Tyson, Roy Jones Jr., Wilfredo Gómez, Sugar Ray Leonard, George Foreman, Roberto Durán, Julio César Chávez y Wilfredo Benítez. Todos fueron figuras mundiales de primer nivel y todos lo demandaron. Eran guerreros invencibles, pero todos sucumbieron ante Don King.
Lo acusaron de estafarlos, drogarlos y exponerlos a combates sin preparación ni tiempo de descanso. Algunos de ellos lucharon durante años con las adicciones y afirman que King les llevaba drogas y mujeres como regalo, y que incluso los hacía participar de fiestas antes de los combates para que perdieran. Otros mencionan problemas físicos irreversibles por haber sido expuestos a peleas para las que no estaban preparados.
El campeón de los pesados, Mike Tyson, fue uno de los peleadores con los que King mayor cantidad de dinero facturó. Organizó múltiples peleas y lo estafó en la mayoría. Un día, Mike lo bajó de un auto a golpes, y cuando intervino un custodio de King, el boxeador también lo noqueó. Donald escapó como pudo de la furia del enojado Tyson. Años después, en el Salón de la Fama, King quiso saludarlo y Mike Tyson le arrojó un vaso de agua.
Don King con Mike Tyson, uno de los boxeadores con los que ganó millones.
Los reclamos para Don King no terminan: todos sus peleadores piden justicia. Meldrick Taylor quedó con daños cerebrales permanentes y no puede hilar frases después de pelear con Julio Cesar Chávez en un combate organizadao por King. El puertorriqueño Wilfredo Benítez sufre alzheimer y está en una situación económica precaria. Julio César Chávez acusa al promotor de estafarlo y de inducirlo en el consumo de cocaína. Pernell Whitaker hizo un reclamo similar al de Chávez por fraude económico y problemas con las drogas.
Don King, con Julio Cesar Chávez, quien lo acusó por su problema con las drogas.
Una de las últimas demandas fue hecha por el múltiple campeón Floyd Mayweather, quien demandó a Don King por acoso en 2007. Acusó al promotor de mandarle regalos que rechazaba y lo llamaba continuamente a pesar de infinidad de negativas por parte del boxeador.
El dueño del circo
Don King organizó batallas inolvidables del boxeo internacional, y lo hizo en los cinco continentes. Como en 1974 el combate entre Muhammad Ali y George Foreman, en Zaire, o la velada entre el mismo Ali y Joe Frazier en Manila, ambos países con gobiernos dictatoriales. También, la contienda entre Chuck Wepner con Muhammad Ali, el combate que presenció Sylvester Stallone y lo inspiró para la saga de películas de Rocky Balboa.
Marcó un hito en la promoción de espectáculos internacionales, creó el pago por evento (pay –per view) y en el año 1997 ingresó en el Salón de la Fama. Se lo acusa de tener vínculos con la mafia y contactos gubernamentales.
Don King con Muhammed Ali en Manila, en uno de los tantos eventos que realizó en África.
Con 93 años, siguió vinculado con el boxeo. Ya no organiza los grandes eventos mundiales: otros promotores y las nuevas plataformas de streaming lo reemplazaron. Sin embargo, Don King sigue presente y desafía el paso del tiempo cumpliendo con su frase emblema: “Only in America could happen”. O “sólo podría ocurrir en Estados Unidos”.
Fuente: Cadena 3