El fallo de la Corte Suprema por San Juan y Tucumán provocó pases de factura entre gobernadores
CÓRDOBA.- Si bien la mayoría de los gobernadores peronistas oficialistas salieron a ...
CÓRDOBA.- Si bien la mayoría de los gobernadores peronistas oficialistas salieron a criticar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que suspendió las elecciones para gobernador y vice en San Juan y Tucumán, también hubo “pases de factura” puertas adentro entre ellos porque el tema se había tocado en algunas reuniones de la liga. Como el fallo se demoraba, hace alrededor de un mes dieron por hecho que no saldría.
“Sabía que no podía ser candidato (…) ¿Saben qué? Aquí hay un responsable de esto que pasa, o dos responsables”. La frase que dijo el diputado nacional sanjuanino José Luis Gioja, enfrentado con Sergio Uñac, resume –aseguran varias fuentes– las advertencias que algunos mandatarios, como el chaqueño Jorge Capitanich y el santiagueño Gerardo Zamora, habían hecho en privado.
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Incluso, hay dirigentes provinciales que aseguran que Cristina Kirchner les deslizó a sus allegados un “se los dije”. Ellos se lo transmitieron a los mandatarios con el objetivo de reforzar la idea de que existe una “proscripción” de la vicepresidenta y de que no hay chances de que sea candidata.
El día del fallo, en las cercanías de Uñac comentaban que fueron criticados cuando el gobernador no firmó el pedido de juicio político impulsado por el Frente de Todos en la Cámara de Diputados. Cuando se conoció la acordada de la Corte Suprema, lo volvieron a cuestionar. En enero, el sanjuanino faltó a la reunión que el presidente Alberto Fernández convocó para respaldar el pedido de juicio político a los integrantes del máximo tribunal. Tampoco asistieron Omar Perotti, Gustavo Bordet, Gustavo Sáenz y Alberto Rodríguez Saá.
Sus colegas leyeron claramente que no firmó el pedido de juicio político para “mandarles” una señal a los jueces. También entonces algunos de sus pares lo llamaron para convencerlo de impulsar el proceso. También lo hizo el propio Fernández. Su respuesta fue que no estaba de acuerdo con la decisión y que no se iba a plegar.
Zamora, siempre muy activo en la liga de gobernadores y con buena sintonía con Cristina Kirchner (igual que Gioja), fue uno de los que más alertas había planteado sobre la posibilidad de un pronunciamiento de la Corte Suprema. No sólo porque está entre los más críticos del tribunal –“Esto ya es más que preocupante”, dijo después del fallo– sino por su propia experiencia.
De hecho, el fallo alude al antecedente de hace una década, cuando la Corte lo inhabilitó para ser candidato a gobernador para el período 2013-2017, porque ya había cumplido dos mandatos consecutivos. “Pueden repetirlo”, comentó cuando se abordaba el tema. Efectivamente, fue la lógica que se aplicó.
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La decisión de Juan Manzur de bajarse era una posibilidad que se había barajado, pero siempre suponiendo que el fallo de la Corte Suprema llegaría antes y no en la misma semana de las elecciones.
Más allá de las diferencias internas, los gobernadores salieron a criticar la decisión de la Corte; coincidieron en adjudicarle un cariz partidario y en apuntar que atacaba la autonomía de las provincias. Con todo, según coincidieron tres fuentes consultadas por LA NACION, no hubo muchas comunicaciones con la Casa Rosada. La mayoría de los mandatarios sigue concentrada en sus propios territorios.