El repartidor que le llevó los churros a Lionel Messi hizo una revelación que emocionó a todos: “Todavía estoy temblando”
La ciudad santafesina de Funes permanece revolucionada desde que Lionel Messi y su familia se instalaron en el barrio privado Kentucky para pasar las vacaciones que el ídolo del fútbol se tomó a...
La ciudad santafesina de Funes permanece revolucionada desde que Lionel Messi y su familia se instalaron en el barrio privado Kentucky para pasar las vacaciones que el ídolo del fútbol se tomó antes de debutar en su nuevo club, el Inter Miami. Y, durante estos días de descanso, se supo que el capitán del seleccionado argentino es fan de los churros y que suele pedirlos por delivery para merendar junto a su esposa y sus hijos. En las últimas horas, se viralizó la historia de un repartidor que fue el encargado de llevarle este pedido y que no pudo creer cuando llegó a la casa de La Pulga. Además, contó qué fue lo primero que hizo al estar ahí y con quién se comunicó para contarle la anécdota que, sin dudas, nunca olvidará.
Juan Pablo es el nombre del joven que le entregó las tres docenas de churros rellenos con dulce de leche, pastelera y Nutella a Messi. En una entrevista con Ernesto Tenembaum para su programa ¿Y ahora quién podrá ayudarnos? (radio Con vos), donde pasaron al aire el audio que le envió entre lágrimas a su mamá para contarle lo ocurrido y que se viralizó, explicó que no sabía que iba a entregar el pedido a la casa del futbolista y que, en un principio, hasta le generó malestar tener que ir a hacer la entrega a un barrio privado.
Sin embargo, todo cambió cuando tocó la puerta y del otro lado vio que estaba Antonela Roccuzzo. “Lo cuento y todavía estoy temblando”, dijo, aún emocionado.
“Todavía no me creo lo que pasó. Al principio no quería ir a Kentucky ni a otros barrios privados, porque te hacen perder mucho tiempo en la entrada cuando te revisan y dije ya fue, y me iba quejando en la moto. Cuando llegué a la entrada había mucha gente, yo estaba con el pedido y pensé ‘¡qué lindo sería si lo cruzo a Messi”’. Cuando los de seguridad me atienden y les digo el lote a donde voy, me dijeron ‘viniste con suerte hoy, ¿sabés a la casa de quién vas? a la del campeón’. Pero, yo pensé que me estaban haciendo un chiste”, relató el joven de 21 años que trabaja en la fábrica de churros de lunes a viernes y los fines de semana hace repartos.
“El de seguridad me dijo que me iban a retener el DNI y que me daban un GPS para entrar, le pregunté qué pasó porque nunca me habían hecho eso, y ahí me dijeron otra vez ‘ya sabés a la casa de quién vas, fijate con qué se la juega’. Pasé la barrera, miraba el cielo, iba despacito y temblaba, pensé que me estaban jodiendo, no les creía”, agregó casi entre lágrimas por recordar el momento.
Juan Pablo describió el lugar donde vive Messi como “un caserón”, e indicó que había varias patrullas afuera y gente esperándolo para poder tomarse una foto con el ídolo. “Llegué y no podía creer dónde estaba. Toqué bocina y no salía nadie. Entonces, me bajé con el pedido y me acerqué. Ahí primero abrió la puerta el amigo de Messi y yo temblaba”, sostuvo.
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Ante las preguntas de los periodistas, el joven resumió: “Temblaba, tenía un nudo en la garganta y la voz quebrada. Atrás estaba Antonela y el nene (por uno de los tres hijos de la pareja). Y yo saludé, no sé si era él, pero levanté la mano por las dudas”. De esta manera, hizo referencia a que, a lo lejos, vio a Messi. “Fue todo muy rápido, yo no los quería molestar, les pregunté si me podía sacar una foto y me dijeron que estaba con los amigos”, completó.
A su vez, se encargó de remarcar que mucho se dijo de lo que pasó en esos minutos cuando se viralizó su audio, pero hay cosas que no son ciertas: “Dicen que lo saludé a Messi, abracé a su esposa y al hijo y no, me hubiera encantado, pero no”.
En ese punto de la entrevista, le consultaron con un poco de humor cuánto dinero de propina le habían dado y él respondió contundente: “Lo que menos me importaba era eso, de propina me hubiese gustado una foto con Messi”.
Al repasar su historia de vida, contó que si bien ahora trabaja de repartidor, en un momento soñaba con ser futbolista y casi lo concreta, pero que cuando estuvo a punto de viajar a España en 2017 tuvo un accidente y no ir: “Quise intentar volver a jugar pero me sentía muy bajoneado y no quise saber más nada. Mi sueño ahora es salir adelante y estudiar algo”.
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Consultado sobre si volvería a llevarle churros a Messi si lo llaman, no lo dudó: “Ojalá se dé la oportunidad y lo pueda conocer”.