Elecciones en Córdoba: la seguridad monopolizó el tramo decisivo de la campaña en la capital provincial
CÓRDOBA.- Con el ejido urbano más grande de Latinoamérica y Rosario a 400 kilómetros, en la ciudad de Córdoba crece el temor a que las bandas de narcotráfico ganen territorio y que se acelere...
CÓRDOBA.- Con el ejido urbano más grande de Latinoamérica y Rosario a 400 kilómetros, en la ciudad de Córdoba crece el temor a que las bandas de narcotráfico ganen territorio y que se acelere el proceso de “conurbanización”, concepto que se refiere a la adopción de pautas de comportamiento o modelos de gestión política que prevalecen en el conurbano de Buenos Aires. En ese contexto, el reclamo por más seguridad es una constante que marcó tanto la campaña de la elección a gobernador de la provincia como la del intendente de la ciudad capital.
En ambos casos fue la oposición la que impulsó la discusión y obligó al oficialismo provincial a responder las propuestas de otros candidatos con algunas propias.
“Solemos decir que esto no es Rosario todavía. Estamos en un momento donde casi depende de nosotros que esto no sea Rosario, pero si nos descuidamos va a serlo en tres meses o ya lo es”, advirtió en marzo pasado el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi. Habló tras dos ataques que sufrió el predio donde trabaja el cura Mariano Oberlin, que lleva años combatiendo el narcotráfico y trabajando por la recuperación de los jóvenes.
Para Rossi, hay una “sensación de impotencia” porque “se ha instalado el miedo”. “El miedo bloquea, hace que uno no hable, cierra puertas, nos hace tapar los oídos y los ojos por temor a que después vengan las represalias”, enfatizó.
El debate por la PolicíaLa ciudad de Córdoba -que elige intendente este domingo- cuenta con una policía municipal, pero Martín Llaryora, jefe de la capital y gobernador electo, asegura que debe tener “más facultades” y debe estar autorizada a portar armas no letales. Prometió una ley para que los municipios que quieran se sumen a la iniciativa.
En medio del aumento de los hechos de inseguridad en la ciudad -arrebatos, ataques pirañas, asaltos con más violencia- el candidato a intendente de Juntos por el Cambio (JxC), Rodrigo de Loredo, impulsó que la Provincia transfiera a la capital 10.000 efectivos policiales con el correspondiente presupuesto.
Días más tarde, los legisladores provinciales de JxC presentaron un proyecto para que pasen a la ciudad 10.618 policías, 43 comisarías, seis subcomisarías y 1.354 móviles. “Que nos puteen a nosotros, pero si tras 24 años no han resuelto el problema, por qué tengo que creer que ahora lo van a saber hacer -dijo De Loredo-. Tiene que ver con la cercanía de la conducción de las fuerzas policiales y las fuerzas de seguridad”.
La iniciativa fue apoyada por el expresidente Mauricio Macri, quien planteó que en la Ciudad de Buenos Aires, “funcionó”. Los agentes transferidos, en ese caso, eran de la Policía Federal. Llaryora, en cambio, tildó de “huevada atómica” a la propuesta.
“Tenemos 25.000 policías y todos sabemos que necesitamos incorporar más policías, si paso más a un distrito no estoy sumando ninguno. Aparte, si le paso a una sola ciudad le tengo que pasar también a Río Cuarto, Villa María…todos los intendentes tendrán el derecho a reclamar lo mismo. Por eso, nosotros planteamos otra cosa”, sostuvo.
En la campaña a gobernador, Juez prometió el arribo de las fuerzas federales para combatir el narcotráfico y cuestionó la falta de formación de la Policía: “Hoy no hay autoridad. La Policía se siente manoseada, no tiene prestigio y no tiene herramientas. No los forman”.
“El narcotráfico cuando toma una ciudad después va por otra, hoy Rosario somos todos -afirmó Llaryora, también en campaña-. El Ejército y las fuerzas nacionales ya son de nuestra generación, de la democracia, con capacidad de fuego y de acción. No tenemos conflictos internacionales, sí inseguridad interna. Los comprometidos con la dictadura ya fueron juzgados. No podemos caer en lo que le pasa a México o Colombia. Quiero a los narcotraficantes presos y no a los vecinos tras las rejas con miedo a salir”.
En la ciudad de Córdoba hay barrios que el Observatorio de Seguridad Ciudadana -y, básicamente, los vecinos- viene definiendo como “zonas rojas” porque tienen una o varias características como alto nivel de tráfico de drogas, participación de pequeños dealers constituidos como centros de distribución y control del espacio público para que la venta no se afecte. Entre esas zonas aparecen Maldonado, Coronel Olmedo, Marqués Anexo, barrio Comercial, Bella Vista.
El año pasado en la provincia hubo 95 homicidios dolosos (la mitad en la ciudad capital), tres más que en el 2021; fue la cifra más baja desde 2019, pero en los primeros meses del corriente. En Rosario el año pasado terminó con 288 crímenes.