Así como hay momentos de nerviosismo y tensión, en Los 8 escalones de los 3 millones, también se viven situaciones de pura emoción que traspasan la pantalla chica. En la emisión del martes, Pablo, que trabaja en el laboratorio de una reconocida gaseosa, se consagró como el ganador del premio mayor. Lo acompañó su madre, quien corrió a abrazarlo luego de que le entregaran el premio. Él no pudo contener las lágrimas y sorprendió a Guido Kaczka al hacerle una revelación con la que seguramente se ganó la empatía de algunos televidentes.

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Participar del ciclo, que acaba de ser reconocido con el Premio Martín Fierro al mejor programa de entretenimiento requiere, no solo tener una base en política, economía, música, geografía y moda, sino que también los participantes deben estar dispuestos a revelar sus vidas, contar sus historias y los motivos que los impulsaron a estar parados frente al jurado. En este contexto se presentó Pablo, que trabaja en el laboratorio de una reconocida marca de gaseosas y rápidamente captó el interés de Guido Kaczka. “Es magia, da ganas”, dijo en referencia al producto que utiliza en su empleo.

Si ganaba los millones, contó que los usaría para irse de luna de miel con su esposa o comprar un auto usado para visitar a la familia y también para ir a pescar con su hijo y su padre. A su vez, reveló que lo anotó su mujer porque le tenía “fe”. Sin embargo, la que lo acompañó fue su madre, que le hizo “el aguante”.

De a poco avanzó en el juego y se hizo con uno de los dos lugares disponibles para la final, donde le sacó una considerable ventaja a su contrincante. La pregunta definitoria, la que podía darle el premio mayor, estuvo a cargo de Marina Calabró: “¿Cuál de estos políticos resultó electo gobernador de Córdoba en los comicios realizados el 25 de junio?”. Las opciones eran Luis Juez, Gildo Insfrán, Martín Llaryora y Juan Manzur.

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Ambos participantes eligieron la opción de Llaryora, quien efectivamente ganó la elección. Sacó el 42,76% por sobre el 39,76% de Luis Juez. Si bien respondieron lo mismo, por mayor cantidad de luces verdes acumuladas Pablo se consagró como el nuevo campeón. Su madre apareció entre la gente y corrió a abrazarlo. Él, completamente conmovido, no pudo contener las lágrimas, no solo, haber ganado el premio, sino también por tener la oportunidad de compartirlo con su familiar. Fue en ese momento en el que le hizo una revelación al conductor, quien advirtió que la mujer estaba “chocha”.

“En la secundaria nunca metía una materia”, aseguró Pablo para sorpresa del conductor. “¿Cómo no?”, quiso saber Kaczka. “Me llevaba todo a marzo y a diciembre. La hacía renegar a mi vieja”, le explicó el campeón.

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“¡Te iba mal en la secundaria!, ¿la pudiste terminar o quedó ahí?”, le consultó el conductor. El participante le dijo que sí y que su más reciente logro de ganar el premio mayor debía ser, seguramente, un “orgullo para su madre”. Conmovido por la historia, el conductor acotó: “¡Acá está el título de los tres millones de Los 8 escalones!”.

Al mismo tiempo, no hizo caso omiso a las lágrimas que brotaban de los ojos del campeón. “Estás emocionado”, advirtió y Pablo le dijo que sí, que era de “lágrima fácil”. Por último, le preguntó si volvía el miércoles por los seis millones y no dudó: “Olvidate Guido, sí”.