Después de tres derrotas consecutivas, Gimnasia y Esgrima La Plata se desahogó con el festejo por el primer triunfo por la Copa Sudamericana. En el Bosque se desató la euforia en el descuento, a los 46 minutos del segundo tiempo. Franco Torres empalmó un centro cruzado de Matías Melluso para conseguir el 1-0 sobre Independiente Santa Fe (Colombia).

La victoria le deja una margen para ilusionarse con la clasificación. El objetivo sigue siendo arduo porque continúa en el último puesto del Grupo G y le esperan dos partidos como visitante, ante Goiás y Universitario (Perú). El primero de la zona avanzará a los octavos de final y el escolta, a los 16os, etapa en la que se cruzará con un tercero de la Copa Libertadores.

Gimnasia siempre fue consciente de que sus expectativas en este torneo continental debían ser medidas porque le quedó un plantel reducido, con mayoría de integrantes surgidos de las divisiones inferiores. La Liga Profesional ya le exige un esfuerzo para no quedar relegado. Sus hinchas son comprensivos y acompañan con más aliento que reproches para un equipo compuesto por varios futbolistas del club.

En una primera parte equilibrada, un tanto desdibujada por las imprecisiones de ambos lados, el descontrol terminó ocupando un lugar más preponderante que el que había tenido el escaso juego. Un incidente que se extendió durante 10 minutos y el árbitro intentó encarrilar con las expulsiones de Felipe Sánchez (Gimnasia) y Wilson Morelo (Independiente Santa Fe), quienes intercambiaron manotazos, y de los dos entrenadores: Sebastián Romero y Gerardo Bedoya, exlateral izquierdo del Racing campeón en 2001. El tumulto se originó cuando Bautista Barros Schelotto intentó levantar por la fuerza a José Enamorado, con la intención de reanudar rápido el juego. Se arremolinaron varios jugadores, con empujones, insultos y algún intento de agresión. El clima siguió caldeado cuando los expulsados ingresaron en el túnel de los vestuarios.

Los ánimos se aplacaron en una segunda etapa más entretenida, con llegadas frecuentes a las áreas. Gimnasia estuvo cerca del gol en los primeros 10 minutos, con un remate de Melluso y un cabezazo de Palazzo, ambos neutralizados por el arquero Espitia.

Independiente respondió con un disparo desde fuera del área del veterano delantero Hugo Rodallega (37 años), con pasos por el fútbol inglés, mexicano y brasileño. Alan Lescano, autor de un par de golazos en la cancha de Argentinos, tuvo una muy buena ocasión dentro del área con un remate que se le fue alto.

Con Miguel Borja de espectador en la platea (jugó en Independiente Santa Fe en 2015), Gimnasia buscó más el triunfo contra un rival que se conformaba con el empate, especulaba con su ubicación en la tabla. Tuvo recompensa en el descuento, también para desquitarse de derrotas anteriores, en las que fue perjudicado por los arbitrajes. El Lobo participa por quinta vez en la Copa Sudamericana. Quizá la victoria no le alcance para mejorar sus últimos dos antecedentes (2014 y 2017), en los quedó eliminado en la primera etapa. Pero triunfos como el anoche le suman recorrido y confianza a un equipo en crecimiento.