Otras Noticias Escuchar artículo

Hace 51 años trae sus animales a la Rural y cuenta por qué eligió un particular nombre para un toro

Hace 51 años ininterrumpidos, salvo en la pandemia, que cada julio en la Exposición Rural de Palermo los ejemplares de la raza Shorthorn de Héctor Eyherabide, propietario de la cabaña Santa Cec...

Hace 51 años ininterrumpidos, salvo en la pandemia, que cada julio en la Exposición Rural de Palermo los ejemplares de la raza Shorthorn de Héctor Eyherabide, propietario de la cabaña Santa Cecilia, pisan la pista central del predio.

El martes pasado no fue la excepción. Es más, su toro de dos años llamado “Mercosur”, con sus 960 kilos encima, fue quien abrió de manera oficial el ingreso de todos los animales para la muestra, junto con el caballo Criollo Pericón. El motivo de esta decisión de la SRA fue porque la asociación de criadores de Shorthorn celebra dos siglos de la llegada del emblemático toro Tarquino a la Argentina desde Inglaterra. Fue el escocés John Miller, su propietario, quien lo trajo a su estancia La Caledonia, en Cañuelas, provincia de Buenos Aires. En tanto, la presencia de Pericón en el arribo es porque la entidad de los criadores de Criollo cumple 100 años.

“Mirar lejos”: el presidente de la Rural se quejó de la inflación, las retenciones y dijo que falta una charla con Lousteau

Poco importó a Eyherabide el frío en la ciudad de Buenos Aires. Está acostumbrado a las heladas camperas que caen para esta época en el partido bonaerense de Trenque Lauquen, donde tiene el campo y la cabaña.

“En 1972 debuté como expositor con mi primer animal de cabaña, desde ahí siempre presente en la exposición más grande del país. Ahora trajimos a Mercosur, cuyo nombre se debe a que somos tres los socios: uno de Brasil, otro de Uruguay y nosotros de Argentina”, cuenta a LA NACION el cabañero, de 76 años, y fundador de Santa Cecilia.

Soja y sequía: las enseñanzas que dejó la campaña 2022/23

Criado en el campo, cerca de la localidad de Navarro, desde chico se enamoró del rodeo general de Shorthorn que tenía su abuelo Julián Gurruchaga y, ya crecido, decidió continuar ese legado familiar: “Ese fue mi arranque con la raza y con la cabaña”.

En la actualidad, la cabaña hace reproducción, transplante embrionario, vende genética al mundo. Son muchos los criadores de Canadá y Estados Unidos que importan sus embriones. Además, posee sociedades con diferentes cabañas en Brasil y Uruguay.

En este medio siglo, Eyherabide cosechó muchos premios. “Grandes Campeonas Hembras debemos llevar unas 15, donde en las últimas seis ediciones las ganó nuestra cabaña. En machos, tenemos un Gran Campeón y un Reservado Gran Campeón. Esperamos que Mercosur sea el próximo Gran Campeón de la raza. Aunque haber sido elegido para estar primero es un orgullo”, indica.

Pericón, el criollo que busca ser Gran Campeón

En tanto, “Pericón”, un padrillo de la raza Criolla, también fue el encargado de abrir las tranqueras de la muestra del campo. De Coronel Vidal, en el partido bonaerense de Mar Chiquita, salió anoche rumbo a la ciudad de Buenos Aires. Su dueña Magdalena Paz Anchorena, de la cabaña Breland Chico, esperaba no tener contratiempos ante tamaño acontecimiento. Es que su establecimiento fue elegido para tocar primero la arena palermitana, en conmemoración a los 100 años que cumple la Asociación de Criadores de Caballos Criollos, de la que formar parte.

No es cría propia, lo compraron con ese nombre a una cabaña prestigiosa de Ayacucho. Pero igual es un orgullo para Paz Anchorena y su marido, Rafael Laplacette, que hace 11 años decidieron convertir su manada de caballos generales en una cabaña. Ambos reparten su vida entre el campo y la ciudad de Mar del Plata.

“Cuando nuestras hijas crecieron y se tuvieron que ir a estudiar, nos miramos y dijimos qué hacemos ahora. Nos dimos cuenta que era el momento para tener nuestra cabaña criolla que tanto queríamos y añorábamos. Así fue que comenzamos de a poco comprando a otras cabañas y a tener nuestras crías”, relata.

En la previa, nerviosa y expectante, yendo de lado a lado de la pista, esperaba que todo salga tal como lo planeó. En la esquina de la pista, con su pelaje zaino doradillo, una cabezada de cuero y plata, y una mansedumbre que caracteriza a la raza, “Pericón” bajó sereno del trailer.

Tras horas de viaje y de espera, era hora que el padrillo vaya a su box asignado en el galpón de la raza, coma, tome agua y descanse. Le aguardan días difíciles de vareo y jura. “Decidimos traerlo porque ya ganó varias exposiciones y en Otoño. Acaba de cumplir cuatro años y entró en la categoría mayor. Vamos a ver cómo nos va, hay otros tres caballos en la fila. Pero para mí, ya ganamos, habiendo sido los primeros en pisar la pista de Palermo. Abrir la exposición es muy importante”, cierra.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/ganaderia/hace-51-anos-trae-sus-animales-a-la-rural-y-cuenta-por-que-eligio-un-particular-nombre-para-un-toro-nid18072023/

Comentarios
Volver arriba