“Mi papá ha estado fuera del hospital durante semanas, recuperándose. De hecho, ¡ayer estaba jugando pickleball! Gracias por las oraciones y el apoyo de todos. ¡También tenemos un emocionante anuncio de trabajo la próxima semana!”, escribió este viernes en su cuenta de Instagram Corinne, la hija de Jamie Foxx, con detalles y datos muy diferentes a los de las últimas horas sobre el estado de salud del actor, a un mes exacto de la “complicación médica” que forzó su internación de urgencia mientras filmaba una película para Netflix.

La historia de Instagram compartida en las últimas horas por Corinne Foxx busca alejar los rumores más recientes sobre la situación del actor, cuyo diagnóstico todavía sigue sin ser revelado. Entre el miércoles y el jueves arreciaron sobre todo en las redes sociales rumores, trascendidos y comentarios sobre un presunto agravamiento en la salud de Foxx y hasta llegó a decirse que desde el círculo cercano al actor se pidió a los fans que rezaran por su recuperación. También circularon comentarios en relación a la posibilidad de que los familiares del actor se estén “preparando para lo peor”.

El mensaje de Corinne Foxx apareció después de varias desmentidas sobre los rumores más preocupantes, mientras sigue la incertidumbre sobre la verdadera causa de la internación del actor de 55 años, ganador del Oscar por la película Ray. Foxx fue internado de urgencia el 12 de abril pasado en Atlanta, tras sufrir en pleno set de filmación de la película Back in Action una complicación médica no especificada.

Hasta la revelación que acaba de hacer su hija se creía que Foxx seguía desde ese momento hasta ahora en el hospital. Ahora se sabe que se recupera fuera del centro médico, en un lugar todavía no especificado, y la convalecencia incluye trabajos de esparcimiento como el pickleball, una nueva práctica deportiva híbrida que mezcla el tenis convencional y el de mesa.

Todavía no hay imágenes de Foxx y tampoco se escuchó su palabra desde el episodio que forzó su urgente traslado al hospital mientras filmaba junto a Cameron Diaz y Glenn Close una comedia de acción para Netflix. El rodaje concluyó después de que la producción utilizara dobles de riesgo y de cuerpo para completar las escenas que Foxx dejó pendientes.