El pasado 20 de junio, el Schmidt Ocean Institute, de Palo Alto, California, compartió su encuentro con una extraña criatura en el mar de Costa Rica. En las imágenes, el animal luce un estómago inflado, lo que daría indicios de su última comida, según señalaron los tripulantes testigos del buque de investigación Falkor, que controlaban el SuBastian, un vehículo operado a la distancia.

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El medio de comunicación especializado en hallazgos científicos Live Science informó que la aparición sucedió durante la última inmersión de la expedición Octopus Odyssey, que tenía como objetivo principal la investigación sobre una especie de pulpos. De acuerdo con el Schmidt Ocean Institute, el sumergible se encontraba sobre el Dorado Outcrop, frente a la costa oeste de Costa Rica, cuando de repente apareció un pez con apariencia de serpiente, de la especie Saccopharynx ampullaceus, mejor conocida como anguila pelícano.

El nombre coloquial con el que se designa a este tipo de anguila se deriva de la similitud que tiene su proceso de deglución con el de los pelícanos, dado que ambos animales bajan la mandíbula. Los expertos señalan que esta capacidad permitiría a las criaturas consumir comidas mucho más grandes de lo que su cuerpo delgado sugiere.

Las imágenes hacen evidentes los movimientos contorsionados del animal, quien pese a la presencia de las cámaras sigue su camino hasta desaparecer por completo de la toma. El contraste de la oscuridad de las profundidades del océano en conjunto con el particular color y forma de la especie dan como resultado una atmósfera en la que se distingue. A su vez, la secuencia explicita la capacidad de las anguilas pelícano para expandir su garganta y estómago en una forma de gran cuchara, similar a un globo, para lograr tragar su alimento.

Sobre la grabación compartida en Twitter, un usuario bromeó: “La forma que toma es verdaderamente alienígena”. El video generó diferentes reacciones en ese tono, dado que el protagonista no es muy conocido. Según el instituto, rara vez estos animales se presentan ante los humanos, debido a las profundidades en las que viven. “En todos nuestros años combinados de exploración de las profundidades del océano, esta fue la primera anguila así que vemos todos nosotros”, explicó la científica de la misión Diva Amon al medio citado.

Amon, bióloga marina del Caribe, detalló que ver a la extraña especie con el estómago inflado fue el punto más sorprendente de su hazaña, debido a que no se conoce exactamente de qué se alimentan. El ave cálao o los camarones figuran entre algunas de las opciones del menú, pero también se sospecha que suelen ingerir grandes trozos de algas marinas, describe el Instituto Oceonográfico Woods Hole (WHOI) de Massachusetts.

Igualmente el WHOI indica que las conocidas como anguilas Gulper no poseen grandes habilidades para cazar ni para nadar. En su lugar, procuran el uso de un tipo de luminiscencia que produce una luz roja en la parte final de sus colas para atraer a sus presas.

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Además de este, otros hallazgos por el monitoreo del Schmidt Ocean Institute se han vuelto virales, como las imágenes donde se observan en detalle los nidos de pulpos.