por Carlos V González Rivero

La avenida Colón nace en el barrio “Lomas de Stella Maris” internándose a partir de la calle Güemes en el “Centro” hasta XX de Septiembre. Entre La Rioja y XX de Septiembre divide al “Centro” del barrio “Plaza Peralta Ramos” y entre XX de Septiembre y San Juan hace lo propio con los barrios “San Juan” y “Plaza Peralta Ramos”. En la calle San Juan comienza a transitar por el barrio “Don Bosco” y a partir de la calle Bronzini, en “Los Andes”.

Trasponiendo la Av. Champagnat es el deslinde entre los barrios “Las Lilas” y “San Cayetano”. Desde la Av. Arturo Alió entra en el barrio “Coronel Dorrego” hasta la calle Cetz, a partir de allí y hasta la Av. Fermín Errea cruza el barrio “Jorge Newbery”. Entre Errea y la calle 250 es divisoria entre los barrios “Santa Rosa de Lima” y “Florentino Ameghino terminando en el barrio “San Jorge” en la Av. Héctor Tarantino.

Dos chalets sobrevivientes

La avenida Colón albergó importantes residencias construidas entre fines del siglo XIX y principios del XX. De ellas solo subsisten dos, testimonio de la belle epoque. Una de ellas es la conocida “Villa Ortiz Basualdo” en la intersección de la avenida Colón con Alvear. Una residencia pintoresquista francesa que fue utilizada como residencia veraniega entre 1910 y 1970 por la familia propietaria. Fue proyectada en 1909 por los arquitectos Luis Dubois y Pablo Pater y construida por Leandro Bianchini. Hacia 1919 se hizo una ampliación a cargo del arquitecto Camus y el Ing. Baldassarini variando el estilo de “manoir francés” al “anglonormando”. Desde principios de los 80 es el Museo Municipal de Arte Juan Carlos Castagnino en honor al artista marplatense.

El otro chalet sobreviviente es “Villa Normandie” en la esquina N°2 con Viamonte. Su estilo es el pintoresquista normando y data de 1919. Fue diseñada por el Arq., Gastón Mallet para su propietario, el Sr Delor.

Mencionada por Gardel

En 1930 Carlos Gardel, con sus guitarristas Riverol, Barbieri y Aguilar grabó la ranchera de Lomuto y Laguna “En la tranquera” (A Mar del Plata yo me quiero ir). Hay un párrafo alusivo a nuestra avenida: “Tengo un chalet en la calle Colón a pocos metros del viejo Torreón, es un cottage de estilo antiguo…”

Con el correr de los años, las grandes residencias fueron cediendo su integridad a la afiebrada y creciente construcción de edificios a lo largo de la avenida desde la Av Independencia hasta la costa debida en buena parte a la Ley 13512 (1948) conocida como Ley de Propiedad Horizontal. Diría un constructor de aquella época: “La avenida Colón fue elegida por todos los que hacíamos horizontal desde la costa hasta la calle Córdoba, en dos cuadras estaban en construcción 6 o 7 edificios, todos de 12 pisos. Alcancé a tener 30 o 40 obras simultáneas. Un día me encargaron 3 obras al mismo tiempo!!

Recuerdo haber visto en los tempranos 60 centenares de obreros en bicicleta volviendo a sus hogares por la tarde desde las obras en construcción en la avenida. En aquellos tiempos progreso era sinónimo de levantar altos edificios, pegados entre sí. Ahora, a la distancia que nos impone el tiempo, podría decir, sin ser especialista en el tema, que no hubiese estado nada mal que entre edificios hubiese habido espacios verdes.

Edificaciones características

El edificio más representativo, el que sobresale en altura sobre los demás, es el “Palacio Cosmos” (1964) en la esquina N° 1 con Sarmiento. Ciento diecinueve metros y 35 pisos tiene el edificio que fuese construido por la empresa Delco SCA (Arq. Dompé) perteneciente al griego Demetrio Elíades.

Una construcción característica es la de la Asistencia Pública en Colón y Salta. La institución y el edificio datan de 1932, y muchos marplatenses la recordamos no sin cierto recelo, ya que muchas fueron las vacunas que allí recibimos.

Cambio de fisonomía

Así como las 24 cuadras desde la costa hasta la Av. Independencia es pletórica de edificios, a partir de la citada avenida, hasta Champagnat se va convirtiendo en una de las más comerciales, con una predominancia desde Dorrego, de firmas relacionadas con los automotores en lo que concierne a repuestos principalmente. Desde Champagnat hasta su fin va menguando su perfil comercial hasta el punto de tener varias cuadras totalmente despobladas.

Las plazas

Unos párrafos aparte para las plazas Colón, Mitre y Peralta Ramos y otra menos antigua como la Plaza Moreno que esta avenida flanquea.

La plaza Colón se extiende 2 cuadras sobre nuestra avenida, desde Arenales hasta Buenos Aires. Fue determinada por el agrimensor Charles Chapeaurouge, pero su diseño, junto al Paseo Gral. Paz fue encargado por un grupo de notables vecinos encabezados por Ernesto Tornquist al renombrado paisajista Carlos Thays.

Cuenta con varias esculturas: La de Patricio Peralta Ramos realizada en bronce por Héctor Rocha sobre el Bv. Marítimo; en el centro de la plaza el Almirante Cristóbal Colón, en mármol de Carrara esculpida en 1903 por Cesare Lapini (Florencia, Italia), Isabel “La Católica” del escultor Eros Vans realizada en conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de América.

Cerca del centro encontramos la magnífica escultura en mármol de Carrara, “Mujer bañándose”, reproducción de una escultura de Maurice Falconet (Siglo XVIII) que se encuentra en el Museo del Louvre. Esta magnífica estatua fue restaurada hace muy poco por Costanza Addiechi.

En la esquina de la calle Arenales y Boulevard Marítimo se encuentra una réplica de la Venus de Milo importada de París.

La ex plaza Londres

La plaza Mitre, que en principio se llamaba Londres hasta que una ordenanza de 1901, año en que Don Bartolo cumplió 80 años, le dio el nombre actual.

En la esquina de la Av. Colón e Yrigoyen encontramos la estatua de José Alonso, “La Madre Universal”, realizado en piedra de la zona e inaugurada el 15 de Octubre de 1950 por iniciativa del programa radial local “El Club de Norma y Susana”. Originalmente estaba en la esq. de Colón y San Luis, pero debido a las obras relacionadas con el almacenamiento de agua en el subsuelo de la plaza, fue trasladada.

En el centro de la plaza está la estatua de Bartolomé Mitre, inaugurada el 15 de Marzo de 1908 en presencia entre otros, del Gral. Julio A. Roca.

Entre Yrigoyen y Mitre encontramos a “Diana la Cazadora”, reproducción de hierro fundido de su original en mármol ubicado en el Museo del Louvre la que data del Siglo II D.C. Fue traída desde París, donde fue realizada por la misma fundidora mencionada para la Venus; engalanó la Explanada Sur diseñada por Carlos Thays e inaugurada en 1909.

Esta plaza tuvo, y tiene aún, la característica de haber sido surcada por infinidad de bicicletas, sulkis, autitos y side-car a pedal que se alquilaban en locales ubicados frente a la plaza como el recordado Rodados Mármora, la bicicletería Madrid y la de Manetti.

Otra particularidad de la plaza Mitre es la presencia de varias de las farolas que para su proyecto de la Rambla Francesa diseñó el Arq. Luis Jamín. Eran 30 que se fundieron en los talleres Anglada de Buenos Aires. La plaza tiene 19 de ellas que habían sido retiradas se su emplazamiento original en 1941 cuando la citada Rambla se demolió.

Del matadero al velódromo

La plaza Peralta Ramos, en la Av Colón entre XX de Septiembre y Dorrego es otra de las 7 plazas fundacionales. Supo albergar en sus primeros años un matadero, el corralón municipal y hasta un velódromo con una cancha de futbol. En su centro está la Biblioteca Parlante y al igual que la plaza Mitre cuenta con algunas farolas de la Rambla Bristol.

Por último, entre Marconi y Uruguay encontramos la Plaza Mariano Moreno. En ese lugar el Club Atlético Quilmes construyó su cancha en 1942. Hacia 1957 fue instalada la iluminación, pero en 1961 el municipio le retiró el predio para convertirlo en plaza.

Al llegar a la Avenida Champagnat, en la rotonda, se levanta la escultura “La Fraternidad”, obra que consiste en dos brazos con sus manos entrelazadas, realizada en 1979 por Hideberg Ferrino y donada por El Club de Leones.
A esta altura de la nota habrán notado que nada dije sobre la vida y la obra de Cristóbal Colón. Pues la avenida que lleva su nombre ocupó todo el espacio disponible. El Almirante me sabrá perdonar.