En el extremo más al sur de la península de Florida se encuentra Cayo Marathon, una pequeña población que enamoró a un médico que se encontraba de viaje en 1970. El hombre decidió comprar un peculiar montículo de roca volcánica que se había formado en medio del mar, a unos 400 metros de la playa. Luego de varios años de trabajos para hacerla habitable y construir una cómoda residencia, ahora la increíble isla privada causa sensación al salir a la venta.

Se mudó a la casa de sus sueños, pero todo se volvió su peor pesadilla por un frustrante motivo

El gastroenterólogo Klaus Meckeler es originario de Alemania, pero se mudó a Nueva Jersey en algún momento de su vida. Fue él quien soñó con crear el peculiar refugio familiar en la superficie de unos 5500 metros cuadrados, equivalente a dos canchas de fútbol, rodeado de las aguas del Atlántico. Después de pagar US$25.000 por el pequeño terreno, trabajó para nivelar el terreno y construir la espectacular casa de concreto, terminada en 1980 con todos los servicios y que consta de tres habitaciones, una pileta y una cisterna.

Meckeler vendió su isla privada en 1995 por US$750 mil a la familia Williford, quienes desde entonces emprendieron proyectos importantes, como instalar paneles solares, un sistema de generación de energía eólica y una planta de desalinización de agua, para dar mayor sostenibilidad ambiental a la propiedad.

Con todas las mejoras realizadas y un impecable estado de las instalaciones, ahora la vivienda de más de 200 metros cuadrados en medio del mar está a la venta por US$16,5 millones, según la publicación en el portal de Zillow. “Todo el mundo piensa que quiere ser dueño de una isla”, declaró Kai Meckeler, hijo de Klaus Meckeler, el primer propietario de la isla, al diario The Philadelphia Inquirer. “Pero no es para todos”.

¿Cómo es la vivienda en la isla privada de Marathon, Florida?

El diseño interior de la casa se nota que fue perfectamente pensado para generar un ambiente de lujo sin sacrificar la comodidad, con pisos de cerámica y laminados de madera, que requieren de un mantenimiento sencillo. La sala de estar y el comedor se combinan en un espacio abierto, con calefacción, aire acondicionado y una acogedora chimenea.

El dormitorio principal se ubica en la planta baja, pero esto no le impide a los huéspedes disfrutar de increíbles vistas al mar desde la cama. De igual manera, el baño principal cuenta con tocadores dobles y una ducha amplia para relajarse después de un largo día en el exterior.

Además, la residencia tiene bar, armarios y espejos personalizados que agregan un toque de estilo y más funcionalidades. También hay detalles importantes en materia de seguridad, como ventanas con cristales reforzados para proteger a los habitantes del posible impacto de huracanes y un sistema de alarma contra incendios.

La cocina está equipada con electrodomésticos de alta calidad, como lavavajillas, secadora, calentador de agua eléctrico, microondas, cocina a gas, refrigerador y lavadora. Asimismo, los armarios personalizados dan a todos los invitados un amplio espacio de almacenamiento.

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El exterior no se queda atrás, con una amplia terraza donde se puede disfrutar de impresionantes vistas al océano y la brisa marina, así como una pileta privada, rodeada de una barrera de vegetación que crea un entorno aún más privado.