La tribu korowai habita en Indonesia y es conocida por vivir en las alturas. Estos clanes construyen sus casas en la cumbre de los árboles para protegerse de los animales salvajes y las inundaciones. También son conocidos como kolufos, un grupo que, hasta el día de hoy, conserva sus tradiciones y costumbres legendarias. Una de ellas es la construcción de sus hogares con materiales que provienen de la selva. De hecho, entre más altas sean, mayor prestigio dentro de la organización.

Además, son conocidos por practicar el canibalismo. Aunque ellos aseguran que ya no consumen carne humana, hay otras versiones que los contradicen. Según la revista Vice, el periodista australiano Paul Raffaele viajó allí para entender su cultura.

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“Para ellos, cuando alguien muere de forma misteriosa, por ejemplo, una enfermedad, creen que se debe a los brujos del inframundo llamados khakhua. Según la lógica de la tribu, la persona poseída debe ser comida para hacer justicia divina”, explicó el medio citado anteriormente.

Un líder de la tribu se sorprendió al ver por primera vez su rostro en un celular

El avance de la tecnología trajo cambios importantes para la interconectividad entre personas. Por ejemplo, los celulares, las computadoras y la conexión a Internet cambiaron la forma de comunicarse en el mundo. Aunque lo cierto es que existen comunidades que viven en el corazón de la selva, muy alejadas de estos dispositivos.

Precisamente, ese es el caso de la tribu Korowai, donde vive el líder Silac, un abuelo que habita en las lejanías de la isla de Nueva Guinea. Este hombre se sorprendió, al parecer, al ver su rostro por primera vez en un celular.

Alejandra Ramírez, una creadora de contenido colombiana, compartió en su cuenta de Instagram la historia de este líder. A través de un video y varias fotografías mostró su experiencia dentro del clan.

Dentro de sus hallazgos hubo algo que la sorprendió. “Yo me estaba grabando, de repente, llegó Silac por atrás, para ver por qué le hablaba al celular. Así quedó grabado uno de los momentos que para mí fue el más mágico”, escribió la mujer.

La reacción del hombre fue de total asombro, ya que, al parecer, nunca en su vida había observado su rostro. Al poder ver su imagen a través de la cámara, una sonrisa lo invadió. Seguidamente, chocó las palmas con la creadora de contenido para demostrar que todo estaba bien.

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La publicación fue criticada por algunos usuarios, quienes no están de acuerdo con la usuaria por no respetar sus costumbres. Los Korowai se negaron a adoptar costumbres “civilizadas” para mantener su identidad, incluso no saben la edad de sus miembros dentro del clan.

Una usuaria fue contundente con su opinión y escribió en el video: “No me gustan este tipo de publicaciones. Mucha gente va a querer llegar y conocerlos, personas que solo buscan turismo. Déjelos en secreto, con sus creencias y su tranquila vida. No dejen que llegue el ser humano que son destructivos”.

La creadora de contenidos, por su parte, hizo una aclaración sobre su expedición: “Yo no robé su identidad ni cambié su vida, ellos siguen intactos. El problema es el oro, la guerra interna desde 1961, que el Gobierno de Indonesia los sacó de sus tierras. Yo estoy dando voz a estos problemas tan grandes”.

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Por su parte, otros usuarios comentaron y felicitaron a Ramírez por su contenido educativo y formativo. “Después de verlo, me generó cosas muy lindas, me hizo reflexionar”; “Me gustó el acercamiento de Ale a la comunidad” y “Ella no está interfiriendo, si está ahí es porque la tribu le dio la confianza, es muy difícil estar dentro del núcleo”, fueron algunos de los mensajes.