La pareja de Florida que denunció al CEO de OceanGate luego de desembolsar miles de dólares para ver el Titanic
Un sumergible ...
Un sumergible de la compañía OceanGate Expeditions, con cinco personas a bordo, desapareció poco después de su salida el domingo, mientras sus tripulantes se dirigían a explorar el naufragio del Titanic en el Atlántico. Las autoridades de Estados Unidos y de Canadá están en una carrera contra el tiempo para encontrarlo antes de que se acabe el oxígeno disponible. Mientras se busca cualquier señal para salvar a los ocupantes, entre los que se encuentra el multimillonario y explorador Hamish Harding, han surgido diferentes denuncias contra la empresa de viajes y su directivo. Una pareja de Florida la demandó, acusándola de haberlos engañado con su viaje al histórico naufragio y de negarse a devolverles los 210.258 dólares que pagaron.
Titanic: por qué es tan difícil encontrar al sumergible Titán desaparecido en el océano
Marc y Sharon Hagle son una pareja importante dentro del sector inmobiliario, pero también tienen un fuerte espíritu aventurero. Lejos de viajar a destinos paradisíacos como muchos millonarios, el año pasado fueron pasajeros en el cuarto vuelo espacial de Blue Origin y marcaron historia como el primer matrimonio de turistas espaciales. Con tantas aventuras cumplidas, soñaban con hacer una debajo del agua.
En 2017, según retoma el Daily Mail, fueron anunciados como los primeros clientes de OceanGate, fundada en 2009 por el aviador y empresario Stockton Rush, de 61 años, nacido en Seattle. Sin embargo, su travesía jamás se completó y demandaron a Rush, acusándolo de cobrarles, aunque sabía que el viaje no estaba previsto, y de negarse a hacerles el reembolso.
De acuerdo con el relato de la pareja, Rush, quien es ingeniero y piloto, viajó a su casa de Winter Park, ubicada en Orlando, Florida, para convencerlos. En ese momento no se usaría el sumergible Titan, actualmente desaparecido, sino que se llamaba Cyclops 2. Los Hagle alegaron que, en una reunión que tuvo lugar el 27 de septiembre de 2017, Rush hizo declaraciones falsas sobre el estado de desarrollo y pruebas del submarino. Prometió que estaría listo para sumergirse en el Titanic en junio de 2018. Además, según la demanda, si los empresarios tenían duda o preocupación sobre la integridad de la embarcación o el calendario de expedición, podrían solicitar un reembolso de todo el dinero pagado sin preguntas. No obstante, ninguno de estos acuerdos se cumplió.
Los Hagle afirmaron que el viaje se aplazó un año en tres veces distintas, debido a requisitos y fallos del equipo del sumergible. Según ellos, su dinero no fue a un fondo en una cuenta separada, como les habían prometido. Aseguraron que cuando pidieron su reembolso, la empresa les contestó que podían participar en una misión en 2021, pero que no se les devolvería el dinero. La pareja alegó que Rush violaba las leyes estatales sobre fraude y prácticas desleales y engañosas, por lo que solicita no solo que se les devuelva su dinero, sino también los honorarios de los abogados y otros reembolsos. “Dada la naturaleza deliberada y atroz de la conducta de Rush, los demandantes se reservan el derecho a solicitar que se les concedan daños punitivos”, afirma el documento, de acuerdo con el medio citado. No está claro el estado de la denuncia.
Consultado al respecto, Marc Hagle declaró a The Daily Beast: “Mi más sentido pésame a los propietarios de OceanGate, a las personas que se encuentran en el sumergible, tanto a la tripulación como a los huéspedes. Esperamos un milagro y que todos vuelvan a casa sanos y salvos. Creo que los alegatos hablan por sí solos”.
Daily Beast también contactó a la compañía de viajes turísticos sobre el caso. Sus representantes declararon: “Toda nuestra atención se centra en el bienestar de la tripulación y se están tomando todas las medidas posibles para que los cinco miembros de la tripulación regresen sanos y salvos”.
Diferentes irregularidades con la empresa OceanGate, dueña del submarino desaparecidoCon el oxígeno agotándose, los equipos de rescate tienen hasta el jueves por la mañana para encontrar al submarino. El Daily Mail también reveló que la compañía OceanGate Expeditions tiene otras irregularidades y que se negó a someter su sumergible a un proceso de inspección independiente. A su vez, despidió a un director en 2018 después de que este exigiera más pruebas de seguridad. Asimismo, optó por no “clasificar” a la embarcación, que sirve para garantizar que cumple con todos los protocolos.
Al respecto, OceanGate, que cobra hasta US$250 mil por un asiento en el sumergible hacia el Titanic, sugirió que buscar la clasificación podría llevar años y sería un problema para la innovación rápida, expuso el medio citado.