Luis Juez volvió a quebrarse al hablar de su hija con parálisis cerebral y contó la promesa que le hizo
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A 11 meses de su paso por +Entrevistas, el candidato a gobernador por Córdoba Luis Juez participó una vez más del programa de Luis Novaresio y habló de la coyuntura del país, de la imagen de Alberto Fernández, de las internas en Juntos por el Cambio y de la incidencia que Milagros, su hija con parálisis cerebral, en su vida
Durante el intercambio, Juez consideró que “la política actual no toma dimensión de la crisis que está viviendo la gente” y sostuvo que hay un “deterioro social nunca visto”. “Juegan con la gente, son los deleares de la pobreza”, dijo, sobre el Gobierno.
Para el exsenador cordobés, la sociedad argentina “vive un momento terrible y nadie se anima a hablar de los temas centrales”. Y analizó: “Existe una grieta de valores de tipos fuleros, mentiroso y de otros que quiere hacer cosas, pero están cagados. Actualmente, el sistema te dobla las piernas”.
Dentro de aquel grupo incluyó al presidente Alberto Fernández, a quien describió a base de exabruptos: “Para mi, es el peor presidente de la República Argentina. Un espanto. Es un tipo sin moral, sin ética, sin valores, sin palabras, sin principios. Hemos tenido muy malos presidentes… Pero este es el peor”.
“Este tipo ha mancillado el sillón de Rivadavia. Es el peor. Por cobarde, por cagón, por miserable, por que en el medio del dolor y la tragedia de los argentinos, arregló con plata un problema que tenía que sentarse a pedir disculpas. Tendría que haber aprovechado, pedirle disculpas a los argentinos y haber dicho: ‘Cometí un error, no tendría que haber festejado el cumpleaños de mi señora . La gente estaba encerrada y yo estaba de joda’”, sumó.
Y cerró: “Es un inmoral, un mentiroso, un chanta, un embustero, un tipo que llegó ahí prometiendo que le iba a resolver un problema a la dueña de los votos y era evidente que no podía lo podía hacer. Le prometió a Cristina que le iba a resolver sus problemas judiciales, si no ese tipo no puede ser presidente nunca en la Argentina. Mostró toda esa condición de miserabilidad horrible. Se convirtió en un títere de una mujer despreciativa del dolor de la gente”.
Al referirse a las discusiones y desacuerdos en Juntos por el Cambio, Juez dijo: “No la estamos haciendo bien a nivel nacional. Estamos dando un ejemplo paupérrimo. Creo que esas peleas lo único que hacen es desilusionar a gran parte de nuestro electorado y robarle la poca esperanza que tiene. La gente se espanta cuando nos ve discutir de la manera y con la ferocidad que discutimos nosotros. Te peleas con el tipo que es de tu espacio y después lo vas a necesitar”.
El impacto que Milagros tiene en su vidaCon respecto a su hija, sobre quien aclaró que “tiene parálisis cerebral” y “todas las dificultades de una bebita”, dijo que tenerla lo “hizo una persona más decente”. En esa línea, habló del compromiso que asumió cuando ella estaba internada y en riesgo: “Cuando tenía puesto un respirador, yo juré por mi vida que me iba a volver intransigente. Y además le prometí que iba a ser decente. Es una de las promesa que tengo con ella, un compromiso que tengo que asumir”.
“Si hoy en día vos me preguntás por qué peleo, te diría que peleo por ella, porque es un compromiso que tengo con ella, aun cuando ella no se de cuenta. Porque mis otros tres hijos se dan cuenta de lo que me pasa. Pero Milagros no. Por eso tengo mi palabra de honor, y se la di a ella”, acotó. Y completó: “Le dije a Dios ‘si mi hija sale de acá’… Siempre le juré a Dios que si me la devolvía con vida, esa iba a ser mi contribución”.
Respecto de la difícil decisión entre tener que abortar o continuar con el embarazo, Juez precisó: “Fue un momento muy trágico en nuestra vida. Capaz que si yo hubiese tomado otra decisión, te hablaría de mi hija como una personita que estuvo un tiempo con nosotros y se fue. Pero la tengo ahí. Es demandante. Ella solamente quiere amor. No quiere nada más. Ella no te pide nada. Ella solo quiere amor. No quiere zapatillas de marca porque no camina”.
En esa línea, se refirió a Milagros como un “ángel” y sostuvo que “para cuidarla, tenés que ser un buen tipo”. “Dios no le da ángeles a cualquier gil. Entonces, te obliga a decir lo que tengas que decir. Yo siento cada cosa que digo. No puedo mentir y menos a mi hija. Por ella, no puedo convertirme en un cínico”.
Tal y como había hecho aproximadamente un año atrás, el candidato a gobernador admitió haber “puteado contra Dios por lo que le pasó a ella”. “Al principio yo me cuestionaba todo. Tan mala persona no soy, me decía. Tengo miles de defectos pero no más que el ciudadano común. Me reprochaba”, confesó.
“Pero después me di cuenta de que Dios me regaló algo que no tenía. Milagros no conoce la maldad. Nunca tiene un pensamiento horrible ni puede desearle nada malo a nadie. No sabe. Es un ángel en estado puro. Se ríe y es puro amor. Y es gracias a ella que pasé de tener un enojo a ser un agradecido eterno. Cuando estoy hecho bosta por la campaña, la nena es un bracero en los momentos de mayor frío. Es un total regalo”, concluyó.