Pasadas las 22:30 comenzó una nueva gala de eliminación de Masterchef. Faltan pocas instancias hasta la final, y cada vez son menos los jugadores que siguen en carrera. Como es habitual desde hace varios domingos, la noche empezó con una prueba para definir quién de los participantes destacados de la semana, iba a aspirar a esquivar la prueba de expulsión. Esta vez los que peleaban por esa posibilidad eran Aquiles González Sviatschi, Rodrigo Salcedo y Rodolfo Vera Calderón.

Al momento de anunciar el primer desafío, Damián Betular dijo: “Van a tener que preparar un panqueque de manzanas”, y Germán Martitegui agregó: “Van a tener doce minutos, y todos los ingredientes que necesitan están en esos canastos”. Los tres chefs escuchaban con atención, mientras Wanda Nara los alentó a hacer “el mejor panqueque de sus vidas”.

Una vez finalizado el tiempo establecido, los jurados procedieron a degustar los tres panqueques, y los gestos de reprobación no se hicieron esperar. Y luego de un debate que duró menos de lo esperado, Martitegui anunció: “Luego de mucho deliberar, nos queda claro cuál es el mejor panqueque de manzana. Es uno que está caramelizado, con un sabor muy sutil de la manzana, un grosor maravilloso y el tamaño también. ¡El cocinero que se salva de la gala de eliminación es Rodolfo!”.

“Con Rodi en el balcón y salvado, estamos listos para empezar la prueba de esta noche”, expresó Wanda como antesala de lo que se venía. Y en ese momento, Betular explicó: “Van a tener que realizar dos preparaciones, o sea, dos platos. Uno salado que contenga carne, y uno dulce. Van a tener setenta minutos para estos dos platos, y tres minutos para ir al mercado, pero la consigna no termina ahí”. Dicho eso, Martitegui alertó: “El tiempo que le van a dedicar a estos dos platos, lo van a determinar ustedes, y lo van a señalar en el reloj que tienen en su estación. Piensen muy bien, porque ahí van a marcar el tiempo que se dan para terminar el primer plato, y lo que quede será para el segundo plato”. Por último, Donato de Santis subrayó: “El orden de los platos, dulce o salado, lo deciden ustedes, pero no pueden cocinar nada en simultáneo”.

Luego de ir al mercado, cada cocinero anunció cuánto tiempo iba a destinarle al postre y al plato dulce, y todos se pusieron manos a la obra. Aquiles presentó un volcán de dulce de leche, que no le salió como esperaba, y por el que pidió disculpas al momento de llevárselo a los chefs. Luego Antonió acercó su primer plato, que consistió en un cerdo. Daniela Kompel y Estefanía Herlein cumplieron a tiempo sus preparaciones, y el último en acercar su primer plato fue Rodrigo.

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Cuando llegó el momento de degustar el segundo plato, Estefanía llevó una tarta sableé de naranja, y en la devolución la elogiaron por su abadejo, pero Donato apuntó sobre el postre: “Hay falta de atención en la masa”. Luego Wanda convocó a Daniela, que llevó como segundo plato una torta de chocolate, y Betular opinó: “El caldo me gustó mucho, pero el wantán me gusta con más jengibre. La torta está rica, bien cocida, pero tiene poca azúcar”.

Antonio hizo un bizcocho de naranja y vainilla con relleno de polenta con limón, y Donato aseguró: “En el primer plato una muy buena ejecución del cerdo y un buen acompañamiento, y acá llegamos a un lugar donde falta saber cómo moverse en algunos ámbitos, y que le resta al otro plato”. En la misma línea, Betular lo felicitó por el cerdo, pero consideró que la opción dulce no estuvo bien resuelta.

En su turno, Aquiles propuso un pollo con puré de puerro y brócoli, que no terminó de entusiasmar a los especialistas. El chef hizo un fallido postre de dulce de leche, y Damián Betular aseguró: “El volcán es traicionero siempre”, a la vez que Donato consideró que el segundo plato fue mejor. Rodrigo apostó con un solomillo con puré de zanahorias, y Betular dijo: “Está muy bien de presentación, el puré está muy sabroso, con lo que no estoy tan de acuerdo es con el punto del solomillo”.

Luego de deliberar una vez más, el jurado llamó al frente a Daniela, Estefanía y Rodrigo, los felicitaron y les anunciaron que habían pasado la prueba. De ese modo, Antonio y Aquiles quedaron en la cuerda floja, y fue este último quien quedó afuera del juego.