Mates con gusto a sal, peluquerías en problemas y plegarias para que vuelva la lluvia en Uruguay
MONTEVIDEO.– El verano de 2016 tuvo en Uruguay el impacto de la banda de rock Rolling Stones tocando en el Centenario, y Mick Jagger haciendo una escapada para cantar y tamborilear con Rubén Rad...
MONTEVIDEO.– El verano de 2016 tuvo en Uruguay el impacto de la banda de rock Rolling Stones tocando en el Centenario, y Mick Jagger haciendo una escapada para cantar y tamborilear con Rubén Rada y Hugo Fattoruso en una modesta casa del legendario Barrio Sur. Era el cumpleaños del luthier Lobo Núñez y cuando le preguntaron con qué había convidado a la gran estrella del rock, dijo: “Mick Jagger tomó agua de la canilla en mi casa con unos cubitos de hielo y no hubo ningún problema”.
Cuatro años después comenzaría una sequía histórica, sin antecedentes en magnitud y consecuencias: esa agua que ha sido orgullo de los orientales ya no se puede beber y el país está en emergencia hídrica severa.
Hoy nadie convida con un vaso de agua de la canilla. Hasta los cubitos se hacen con agua mineral, por las dudas. Por las dudas, y también por el sabor, porque la forma de complementar el suministro de agua ha sido agregando sal y cloruro, y una cosa es el mate amargo, pero otra cosa es el mate salado.
“Si no llueve, va a haber un lapso en el cual el agua no sea bebible”, había dicho el presidente Luis Lacalle Pou la semana pasada, y no llovió. Ni llovió ni aparecen lluvias en el horizonte.
“Estamos tratando de manejar lo mejor posible las reservas que tenemos y haciendo una obra que va a llevar 30 días”, añadió el presidente uruguayo.
La situación se complica cada semana, y para cumplir con el servicio de agua se agrega sal a la que se extrae, y cada vez está más salada. Los uruguayos se quejan del gusto del café, del mate amargo o de cómo queda el pelo luego de bañarse.
“Surgieron más de diez nuevas marcas de agua embotellada, en varias ciudades”, declaró el presidente del Centro de Almaceneros Minoristas Baristas Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu), Daniel Fernández. Añadió que la demanda es fuerte, pero se reponen las góndolas permanentemente y no habrá faltante, salvo en algunas horas de pico de ventas.
El agua de abastecimiento tiene alto componente de sal y eso complica hasta las peluquerías para el lavado de pelo, con quejas de los clientes por el estado en que quedan sus cabellos.
Mientras, el bidón de agua mineral de cinco o seis litros se ha instalado como el artículo más demandado en almacenes y supermercados, por lo que en algunas horas hay problemas para conseguir y los consumidores llevan lo que encuentran.
La marca Salus, agua mineral de la ciudad de Minas, es la más tradicional de Uruguay por su vínculo como agua de mesa y calidad de su fuente. Su origen se remonta a principios del siglo XIX, cuando se fundó la Villa de la Concepción de Minas con familias de Galicia y Asturias. En la zona de la Sierra de la Coronilla, hoy Fuente del Puma, encontraron agua mineral, cristalina, que se convertiría en la empresa que perdura en el siglo XXI. Hoy ha tenido un crecimiento fuerte de ventas tanto en bidones como en botellas, lo que además ha dejado espacio para las otras marcas y las nuevas que surgieron para atender tamaña demanda.
El gobierno insiste en que cumplirá sin problemas con el abastecimiento de agua a la población, pero reconoce que la calidad de esta no la hace bebible.
Los trabajadores de lavaderos de autos han hecho reclamos públicos ante las cámaras de televisión porque las restricciones de uso de agua les complican su trabajo. De esa forma, se reconoce que para regar jardines o para lavar autos o veredas de casa los uruguayos utilizaban un bien preciado, que les parecía inagotable, como el agua potable.
El costo del agua ha sido barato históricamente y nunca hubo quejas de consumidores como sí pasa con los combustibles o la energía eléctrica. En Uruguay hay un monopolio estatal en el área y las empresas privadas de capitales españoles que abastecían algunas zonas del este del país debieron abandonar el territorio luego de un plebiscito de 2004 que dispuso la exclusividad del Estado en el servicio.
El Ministerio de Desarrollo Social asigna dos litros de agua embotellada gratis para los menores de 2 años y embarazadas que reciben planes de asistencia familiar y a los beneficiarios del programa de enfermedades crónicas de la cartera, así como a los pacientes con insuficiencia renal crónica y cirrosis, en tratamiento bajo el Fondo Nacional de Recursos. Las medidas se han ido extendiendo a otros sectores en la medida que la situación se agrava.
El gobierno se maneja con comités de monitoreo permanente y ha instrumentado medidas alternativas para la extracción de agua fuera de las fuentes utilizadas hasta ahora. Mientras en un país de baja religiosidad el número uno de la Iglesia Católica rezó para que llueva y movimientos de umbandistas convocaron a rituales para pedir lluvia.