Predijo la vida de los argentinos y la misteriosa relación con su hermano marcó su trágico final: Lily Süllos, la astróloga que hablaba de reencarnación
“La muerte no existe, no creo en eso. Para mí, es la más linda liberación que hay, es un camino de luz. El miedo que todos tenemos es a lo que precede a la muerte”,...
“La muerte no existe, no creo en eso. Para mí, es la más linda liberación que hay, es un camino de luz. El miedo que todos tenemos es a lo que precede a la muerte”, decía la astróloga Lily Süllos –Lenke Süllos en los documentos- en una entrevista de la revista Caras en 1999. Y completaba, relatando un sueño: “De chica me despertaba gritando que venía una roca hacia mí. Mi padre era físico y se dio cuenta muy rápidamente que se trataba de un meteorito. Soñaba con una civilización subterránea que vivía en un planeta cuya superficie estaba invadida por estas piedras. Recuerdo que un día no aguanté más y salí al exterior para suicidarme”.
Catorce años después, más precisamente el 15 de septiembre de 2013, las palabras muerte y suicidio volvían a repetirse, ya que los medios periodísticos detallaban con títulos catástrofe que la pitonisa nacida en Hungría en 1928, y llegada a la Argentina en 1948 junto a Ludwig –registrado en Migraciones como Luis-, yacía sin vida sentada en un sillón de su dormitorio a causa de un baño de sangre ejecutado por su hermano, que le disparó con un arma casera que él mismo había fabricado, similar a un revólver calibre 32.
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El hombre de 75 años le efectuó un tiro en la cabeza arriba de la oreja. Luego caminó hasta una habitación contigua y se descerrajó otro en la sien. De acuerdo a las investigaciones realizadas se determinó que el hecho ocurrió entre las 11.30 y las 12.30 horas de esa mañana.
“Nos despedimos”Momentos antes de convertirse en homicida, redactó en idioma húngaro una carta: “Me parece que Lenke (N de la R: Lily Süllos) tuvo un derrame cerebral serio. Se cayó en la bañera y ya no pudo pararse ni hablar. Pasó alrededor de las 23.30. Estoy esperando que vuelva en sí. Caso contrario voy a cumplir con su deseo, que no sufra con un cerebro maltrecho, paralítica y con dolores, impotente. La solución es rápida y ruidosa. Llamé al médico; la sacaron de la bañera y la pusieron en la cama; dijo que había que llevarla a un geriátrico, adonde mantienen con vida y torturan. Son pasadas las 9 de la mañana. La presión es normal, el pulso también, pero no puede caminar, no puede hablar, no puede ir al baño, no puede beber ni comer. Nos despedimos. Les deseamos mucha suerte; Luis”.
La carta, luego transformada en correo electrónico, significaría un adiós para siempre y una sentencia de muerte para ambos. Se la envió a una gran amiga, Aniko Szabó, quien cuando la recibió no podía creer lo que leía. Lo más pronto que pudo se comunicó con la policía, que asistió junto a personal de Defensa Civil a la casa donde los hermanos Süllos vivían desde siempre, ubicada en Díaz Vélez 1360, La Lucila. La vivienda estaba herméticamente cerrada por lo que los uniformados debieron forzar un portón para poder entrar. Cuando lo lograron el panorama era dantesco: Lily Süllos se hallaba en un sillón de su cuarto en medio de un charco de sangre; su hermano estaba tendido sobre la cama en otra habitación con el revólver en la mano.
Las autopsias realizadas sumaron precisiones a los datos logrados por policía científica y arrojaron varias conclusiones:
No había ningún tipo de rastro de terceras personas que pudieran haber entrado.Se determinó que ambos murieron en forma simultánea.Los hermanos no presentaban signos de haberse defendido de un ataque ni lesiones.Las muertes se produjeron por el balazo que cada uno de ellos recibió en la cabeza.Los disparos se realizaron sobre la sien a muy corta distancia.Ludwig Süllos tenía el arma y restos de la deflagración en su mano derecha, con la que ejecutó los disparos.El revólver tenía una vaina servida en el interior del cañón, había otra cápsula en el piso y un cartucho completo sobre la mesa de luz de Luis.Más dudas que certezasSemejante decisión fatal generó dudas en propios y extraños. Liliana Chelli, ahijada de Süllos reflexionó al respecto: “Sabiendo lo creyente que era Lily en Dios, no sé, entiendo lo del mail, pero viste cuando las cosas no cierran... Hablamos muchas veces con ella del respeto al creador, de que Dios es el que te da la vida y el que te la quita. Además, había charlado con Lily la semana pasada. Y si bien era una mujer grande que tenía sus cosas, estaba todo más que bien. Es cierto que había tenido un ACV, pero muy leve, subía y bajaba la escalera. En sus libros hablaba sobre el amor a la vida y tenía un amor intenso por el Creador. Por su cuenta, nunca se hubiese quitado la vida”.
La editora de Mía, Gabriela Bruzos, revista en la que Lily presentaba sus horóscopos, dijo en aquel momento a LA NACIÓN: “Nunca imaginé que Luis iba a tomar una decisión como la que tomó. Ella estuvo acá, hace apenas unos días, en una sesión de fotos impecablemente peinada, maquillada y vestida. Lily sólo tenía los problemas típicos de la edad. Él estaba perfecto también”. Contó que un mes atrás Luis la había contactado con preocupación porque Süllos no podía terminar el anuario astrológico: “Me llamó para pedirme auxilio. Hace un par de años habíamos incorporado a una astróloga que a ellos les parecía muy seria y quería que les diera una mano para terminar ese trabajo. A las dos semanas, me llamó para decirme que había resuelto perfectamente bien las tablas que hace su hermana, así que iban a hacer el libro entre los dos. Por eso, Luis iba a aparecer por primera vez en las fotos y participó de la sesión”.
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“Es muy raro lo que sucedió. Yo los fotografíe en su casa ocho días antes y ellos estaban de muy buen humor, vitales; y Luis hablaba de muchos temas. No noté para nada un clima de angustia, tristeza o algo parecido”, describió Marcelo Dubini, histórico y reconocido fotógrafo de Perfil, quien los inmortalizó con su Nikon para ese habitual anuario astrológico de la editorial, que terminó convirtiéndose en una producción y un texto preciso en detalles exclusivos para describir la tragedia que publicaron las revistas Caras y Noticias.
Aniko Szabó, quien recibió el mail trágico, también se mostró más que sorprendida, en especial cuando se habló de que ambos habían cumplido con un pacto suicida porque Luis había precisado alguna vez que si su hermana moría él iba a matarse. “Pactos hacen los mafiosos. Ellos tan solo no podían vivir el uno sin el otro”, explicó.
La causa quedó caratulada como “homicidio seguido de suicidio”. “No querían separarse. Ya lo habían hablado. Hicieron un pacto en el que si a alguno de ellos le pasaba algo, el otro lo iba a resolver de esta manera”, aseguró el jefe de la Departamental Conurbano norte, Fabián Perroni, reforzando con su análisis la teoría del acuerdo criminal entre los hermanos.
En aquel momento se dijo y se especuló con que el ACV sufrido por la astróloga a sus 84 años la tenía postrada y sumida en una grave depresión. Y que por eso su hermano no dudó en ejecutar el comentado pacto homicida. Faltaban apenas doce días para un nuevo cumpleaños de Lily. Se decía que ella le había manifestado a un grupo de íntimas que no planearan el festejo porque sabía que antes iba a morir.
¿Por qué la vinculaban al conde Drácula?Nacida en Budapest el 27 de setiembre de 1928, Lenke Süllos se trasladó en 1944 a Alemania junto a su familia, donde luego del colegio secundario cursó la carrera de Medicina, que no pudo terminar. Arribó a la Argentina cuatro años más tarde y se ganó el sustento trabajando como fotógrafa de cumpleaños y fiestas en general. Como insistía con que había estudiado en lo que denominó Asociación Mundial de Investigaciones Astrológicas, comenzó a realizar publicaciones y sesiones de fotos en la revistas Vosotras y Labores. Ya desde la década del 70 hizo su aporte en las revistas Mía, Semanario y Tal Cual de editorial Perfil, donde también publicaba sus exitosos anuarios y cuentos de ciencia ficción. Fue autora de los libros La Reencarnación, una ley de la Naturaleza, Las Aventuras de los Lagartogatos, Algo se mueve en la Luna y Astrología y Salud. En tevé comentaba sus horóscopos junto al periodista Ramón Andino en el noticiero Realidad 84. Con posterioridad hizo lo propio en el informativo Azul Noticias del canal Azul Televisión.
Su vida privada era un misterio. Solo se sabía de ella que vivía junto a su hermano Luis en La Lucila, y que al parecer se enamoró allá por los 70, casi se casa, pero tiempo antes de la boda su novio murió en un accidente de tránsito.
Harta, ya sonreía cuando le consultaban acerca de su vínculo con el Conde Drácula, porque en varias oportunidades en reportajes expresó que su madre descendía de la familia Báthory, tradicional entre los nobles en Hungría: “Tuvimos antepasados ilustres como el Conde Bela Báthory, allá por el 1400. A él le decían Drácula porque estudiaba el secreto de la eterna juventud. Salía de noche a cazar murciélagos, pero nunca le hizo mal a nadie”, dijo una vez durante una entrevista y eso se prestó a una repetida confusión.
Vidas pasadas y reencarnaciónSüllos practicaba lo que ella llamaba “hipnosis regresiva”, por eso insistía con que la mayoría de las personas tienen reminiscencias de sus vidas pasadas. Reconocía que a ella misma le sucedía. De hecho, siempre contó que cuando era niña sus padres la llevaron al cine a ver Cleopatra, vio que en la película las pirámides eran de ladrillo y les dijo a sus progenitores: “Las conozco porque estuve ahí y no son como la pared de casa”.
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“Nací con la conciencia de la reencarnación. Todos tenemos un recuerdo, aunque abstracto, de haber sido otros con anterioridad. Lo que nos inquieta es qué seremos en el futuro; eso dependerá de lo que hagamos en esta vida. Por medio de ese método, se puede llevar a una persona al pasado hasta su nacimiento. Y luego más atrás en el tiempo”, insistía y solía dejar pensando a quienes la oían con interés, sin importarle y disculpando a la vez a quienes creían burlarla con golpes bajos o chicanas por su castellano con algunas pronunciaciones fallidas.
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