Uniformes, gorras, chalecos, insignias y emblemas. Todo “trucho”. Productos ideales para el estafador, para el delincuente… Eso era lo que se comercializaba de forma ilegal en un kiosco que también funcionaba como mercería y ofrecía algunas prendas de vestir, en el barrio porteño de Parque Chacabuco.

La Policía de la Ciudad secuestró 1726 prendas policiales y de bomberos, con un valor de mercado estimado en más de 2,5 millones de pesos.

Según se informó, personal de la División Conductas Contravencionales y de Faltas, dependiente de la Superintendencia de Investigaciones, realizó el procedimiento en el local situado en Santander al 800, por orden del fiscal Diego Espada y autorización de la jueza en lo penal, contravencional y de faltas Natalia Marcela Molina.

Al ingresar, los efectivos se encontraron con un local habilitado en el rubro de kiosco, venta de indumentaria y mercería, además de hallar 1726 artículos de diferentes fuerzas, con sus respectivos logos.

Los inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) procedieron a labrar el acta de intimación a la responsable del lugar, una mujer de 56 años, que quedó imputada por infracción al artículo 31 de la Ley 22.362 (Ley de Marcas).

La venta de uniformes de fuerzas de seguridad solo puede hacerse en locales que cuenten con autorización y cada comprador tiene que quedar registrado, algo que no se cumplía.