Salir de tapas: ricas, clásicas y para despertar el paladar, un mini recorrido para probar en la ciudad
La tradición española que los argentinos adoptamos con versiones propias y una diversidad de sabores muy tentadora, se renueva cada año. Cruzada con muchas otras culturas migrantes, cada vez hay...
La tradición española que los argentinos adoptamos con versiones propias y una diversidad de sabores muy tentadora, se renueva cada año. Cruzada con muchas otras culturas migrantes, cada vez hay más opciones para degustar pequeñas raciones de comida llenas de sabor. Aquí, un recorrido con originales tapas que invitan a despertar al paladar.
Minipancho con cornalitos y jalapeñosDe impronta española con algunos guiños a la cocina local e internacional, en el menú de este nuevo la estrella es el Hot Dog Boca Club, un minipancho en pan casero con salchicha húngara de puro cerdo, crocante de cornalitos, jalapeños y mayonesa acevichada. Además, hay unas croquetas rellenas de bechamel y pechito de cerdo, rebozadas en panko y coronadas con alioli que vale la pena degustar. Otro plato que se lleva los aplausos es la papa gofre, una especie de waffle de papa inspirado en las clásicas papas bravas, servido con alioli y una salsa de tomates de notas dulces y picantes.
En Boca de Toro Club, el tapeo se puede acompañar con vinos por copa o botella, cocktails clásicos y creaciones de inspiración española, como el Agua de los Apóstoles, que combina vodka de pera, gin, sidra de peras y jugo de manzanas. El lugar es un oasis escondido en el subsuelo del Hotel Pulitzer Buenos Aires, donde colores, texturas e iluminación invitan a desconectar del ajetreo diario. Dirección: Maipú 907, Retiro.
Tacos de anticucho, chapulines y pacú en pankoAtípica y novedosa, así es la propuesta de este restaurante creado por el chef estadounidense Dave Soady quien invita a revivir algunas de las travesías que realizó atravesando el continente americano, hasta llegar a la capital argentina, donde encontró el lugar ideal para mostrar sus interpretación de la cocina latinoamericana. La degustación de tacos es una verdadera experiencia de sentidos para el paladar: incluye tacos de anticucho (corazón de pollo marinado, higo negro y ají amarillo), chapulines o grillos disecados al pastor y pacú en panko con crema agria y miso.
“Si hay un concepto que describe mi cocina, es el de viaje. El viaje -en su sentido más literal- que me permitió recorrer el territorio latinoamericano en profundidad, cruzando fronteras físicas, descubriendo historias, productos, preparaciones. Pero también fue un viaje hacia adentro, como una búsqueda de interpretación. Admiro esta cultura, pero no soy latino. De allí que mi trabajo más honesto sea reflejar mi decodificación de la cocina que más identifica a esta parte del mundo”, explica Dave. Es en la intersección de ese movimiento, hacia afuera y hacia adentro, donde nace su inspiración, que se traduce en platos que cuentan historias únicas, auténticas, más allá de tendencias o modas. Una tan cocina personal como Latinoamérica, sin ser una cocina latina. Dirección: El Salvador 5720, Palermo.
Croquetas de osobuco con menta y cilantroEntre los favoritos de este restobar están las croquetas de osobuco y bechamel, servidas con salsa romesco, pickles de cebolla, menta y cilantro, que combina a la perfección con el cóctel Gaucho (scotch blend, vermouth rosso fortificado y cedrón); las empanaditas rellenas de langostinos con leche de coco, jengibre y jalapeños, acompañadas de salsa llajua, para disfrutar con el cocktail Muy Chill (Bosque Craft Gin, sidra, piña, lima y cacao); y la tabla de quesos artesanales, en su mayoría de Quesería Ventimiglia, que trae cendre del valle (al estilo morbier), cuatro esquinas (queso duro estacionado), rumel (semi duro) y feta de cabra con higos, almendras y pan, para probar con el Ingobernable (cognac, Grand Marnier, vino malbec, mora y chili).
Punto Mona cautiva con su ambientación moderna y glamorosa, sus tapas de autor y una interesante propuesta de coctelería, en uno de los barrios más cancheros de la ciudad. La carta del restobar comandado por Mona Gallosi -y que precisamente lleva su nombre- presenta una acotada e interesante sección de “platitos” elaborados con ingredientes de pequeños productores locales. Dirección: Fraga 93, Chacarita.
Minijalea de mariscosCon un menú de cinco opciones de platos pequeños para combinar con diferentes bebidas (trago del día, porrón de cerveza o copa de vino), los after office o tardecitas de Tigre morado ofrecen las clásicas papas con dips, el pata-muslo con chips y las empanadas, que vienen en dupla, al horno de lomo salteado. Con más impronta peruana hay opciones como la minijalea de mariscos (una mixtura de mariscos con criolla cebichera y sus cremas: huancaína, acevichada y morrón), y el minicebiche, que lleva por leche de tigre clásica, pescado blanco freddo y salsa criolla. La propuesta está disponibles de lunes a viernes, de 17.30 a 19 h.
Tigre Morado ofrece una gran variedad de platos. Entre ellos, algunos clásicos peruanos como el ceviche de ají amarillo, los buns de pescado y calamar, el curry nikkei, los anticuchos de corazón, las conchitas a la parmesana, el ají gallina y el plato estrella el Bife Apanao. un bife con hueso rebozado en panko con yema curada, ajíes, cilantro y lima acompañado de spaghetti huancaína. Algunos de los postres son el clásico suspiro limeño y la chocoteja -chocolate húmero, maíz canchita garrapiñado, oliva y sal marina. Dirección: Honduras 5900, CABA.
Fainá con salchicha parrillera y vegetalesLas tapas ocupan un lugar central en la oferta gastronómica de este wine bar de San Telmo. Para acompañar la selección de vinos pensada por la joven sommelier Sofía Maglione, se proponen opciones frías y calientes. Una de las tapas más pedidas es la fainá con salchicha parrillera y vegetales asados. También dicen presente los buñuelos de acelga con salsa de naranjas, miel, ajo y jalapeños y el carpaccio de remolacha asada con crema de ricota, ralladura de limón y almendras crocantes.
Además, el menú actual ofrece diferentes experiencias de maridaje, como el trío de empanadas salteñas fritas (rellenas de carne y acompañadas con salsa picante) con el vino Pasarisa Torrontés de Cafayate; y la sopa de cebollas (con tostón y gruyere gratinado) con jerez de Bodegas López. Vina se encuentra en el Boulevard Caseros de San Telmo y cuenta con más de 120 etiquetas de todas las regiones del país, de bodegas tradicionales o destacados proyectos boutique. Dirección: Av. Caseros 474, San Telmo.
Tortilla, buñuelos de espinaca y croquetas de jamón crudoEste nuevo restaurante de cocina moderna española que fusiona esa cultura con la porteña, ofrece un tapeo clásico ideal para compartir. La propuesta incluye buñuelos de espinaca con alioli de limón; calamares fritos con alioli de wasabi; croquetas de jamón crudo con salsa de gazpacho de tomate y la infaltable tortilla de papas española, clásica o con chorizo colorado.
Un plato que se destaca en entre el menú Salve es la milanesa de bife de chorizo rebozada en panko, con guarnición de papas fritas, ensalada verde o espaguetis con crema y queso. También vale la pena pedir la la pesca gallega con cebolla, ajo tostado, tomate y pimentón español; acompañada de papas españolas. Hay variedad de postres como flan de dulce de leche, crema catalana, pavlova, y más. Dirección: Emilio Mitre 301, Caballito.
Ravioles fritos de corderoDesde su apertura en 2017, las opciones favoritas son los buñuelos de acelga, los ravioles fritos de cordero, las papas bravas en triple cocción y las empanadas de osobuco al malbec o de hongos y queso. Todas estas opciones se sirven con salsa brava y/o alioli de elaboración propia.
La cerveza es una tradicional compañera de las tapas españolas y es por eso que en estos bares sirven una buena variedad, con sabores hogareños y calidad 100 % artesanal. Se ofrecen cervezas tiradas de los productores artesanales más destacados del país, en estilos como Pilsen, IPA, APA, Scotch, Irish Red, Hefeweizen, Stout y mucho más. Desarmadero Bar y Desarmadero Session se destacan en el circuito cervecero de la ciudad con un diseño de estilo demolición, un ambiente descontracturado, buena música y una gran oferta culinaria. Dirección: Gorriti 4300 y Gorriti 4295, Palermo.