Se fue de la Argentina con 50 dólares en el bolsillo a recorrer el mundo y reveló por qué emigrar no es para todos
Hay un sinfín de pers...
Hay un sinfín de personas que se plantean el propósito de armar las valijas y salir de la rutina diaria. Si bien son muchos los que simplemente lo imaginan, otros se deciden a emprenderlo y lo concretan. Este es el caso de Evangelina González, una joven mendocina de 27 años que vive hace siete años en Alemania y conoce diversos países del mundo a bordo de nada más y nada menos que un longboard eléctrico. ¿El objetivo? Demostrar que, con ganas y anhelos, todos los proyectos que nos proponemos se pueden cumplir. En la actualidad, lleva recorridos más de 40 destinos y muestra todos los detalles en su TikTok e Instagram @alinfinitoo, donde cuenta con miles de seguidores. “No doy un mensaje que inspira, sino que lo hago y a través de eso todos se motivan”, relató en declaraciones con LA NACION.
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“En diciembre de este año se cumplen 10 años desde que inicié el viaje. Principalmente, quería conocer el mundo”, fue la primera frase con la que la influencer definió el momento en el que se percató que iba a dedicarse a caminar por cada lugar que le surja en la cabeza, sin límites ni fronteras. Vale mencionar que, para ese entonces, desconocía lo que se encontraba del otro del largo del charco, principalmente porque vivía en una zona rural de Mendoza, en Colonia Bombal, Rodeo del Medio, en la comuna de Maipú. Allí, pasaba sus días en el colegio y en su tiempo libre trabajaba en la finca de sus padres, donde elaboran quesos de cabra.
“Nunca tuvimos dinero para hacer muchas cosas, tuve una infancia sacrificada en el campo. Quería ver qué había afuera. Terminé la secundaria y me fui. Pasé de tener la rutina de levantarme y cumplir obligaciones a ser libre, desde vivir en un hostel, hacer malabares en el semáforo para ganarme el dinero, depender solo de mí”, explicó en diálogo con este medio.
Con tan solo 50 dólares en el bolsillo, pero con un fuerte impulso, en el 2013 emprendió vuelo. Desde su hogar se trasladó a Córdoba y luego a Uruguay. Tras un tiempo, y con ayuda de sus familiares, tuvo la oportunidad de ir a España y, a partir de ahí, conoció decenas de sitios. Por cuenta propia, se volvió música, instructora de buceo certificada y políglota, ya que habla cinco idiomas. Sin embargo, en medio de este largo viaje, encontró una pasión y un peculiar proyecto que la hizo exponerse ante el mundo.
La elección de trasladarse en un longboard eléctricoDesde aviones, autos u otros medios de transporte menos usuales como mini vans, la mayoría de las personas elige estos vehículos para trasladarse hacia otros lugares. Sin embargo, hay algo que a Evangelina la define: la originalidad.
Subida desde un longboard eléctrico, en abril del 2022 se propuso la tarea de cruzar cinco países, uno por cada continente, bajo el proyecto denominado 1 KM+, en el cual parte del dinero recolectado será destinado para niños de países en vías de desarrollo. Apenas los dio a conocer, sus seguidores en las redes sociales se incrementaron y se motivó para mostrar más detalles de sus increíbles travesías.
“Siempre me gustó andar en skate, pero los longboard son especiales para hacer distancias largas. Cuando me di cuenta de que existían me resonó todo el cuerpo. Con el primero que utilicé crucé Luxemburgo. Las ruedas y baterías eran malísimas, pero me enamoré de ese estilo de recorrer el paisaje entero. Me dolió todo, hice 65 kilómetros. Hay un factor que los envuelve y es la tecnología y la innovación, algo que me llama mucho la atención. Pensé que era un nicho a explotar y que me serviría monetariamente”, sostuvo.
Las ventajas del longboard eléctricoAdemás de ser beneficioso para el medioambiente, ya que no emite gases ni sustancias contaminantes, Evangelina admite que, en principio, lo que más le cautivó de este medio de transporte es la diversión. “Creo que es apasionante. La gente que patina lo prueba y se vuelven locos. La que no también y descubre un mundo nuevo que es interesante. Ya lo había visto online antes de que se vuelva a popular… lo vi en un youtuber que lo usaba y fue cuando pensé ‘es buenísimo, quiero probarlo’. Compré uno por menos de 200 dólares, me subí sin leer las instrucciones y me caí, porque la parte delantera la tenía atrás, pero con el tiempo aprendí”, recordó.
Las experiencias que vivió en el último tiempoGracias a su proyecto y este tipo de monopatín, ya conoció terrenos impensados. Luxemburgo, Portugal, y Costa Rica son algunos de los países más destacados, pero fue este último el que, según afirmó, se llevó un gran aprendizaje. “Me movilizó el viaje porque tenía contacto con la gente, fue una experiencia maravillosa. Hablaba con la gente, frenaba la velocidad, me hice amigos y se viralizó el proyecto que plantee. Se ponía una moto adelante y otra atrás y me acompañaba, hasta una policía me acompañó hasta la frontera por la zona. Todos fueron muy solidarios”, subrayó.
Santiago de Compostela y el récord que establecióDentro del sinfín de experiencias que vivió, Evangelina tuvo la oportunidad de realizar el Camino de Compostela, en España, y se convirtió en la primera persona en hacerlo desde un longboard eléctrico. “Inicié en Madrid y tardé 12 días. Fue un camino espiritual, aunque no me considero católica, pero toda lo que admiré hizo un clic dentro mío y fue hermoso. Un día hice 100 kilómetros, fue cautivador”, remarcó. Precisamente esta aventura la hizo aún más reconocida en las plataformas virtuales, bajo las cuales arribó en el 2017.
“En el momento que creé mis cuentas estaba empezando a viajar sin dinero, haciendo voluntariados, trabajando en diferentes países para sustentar el viaje. Empecé a hacer tutoriales de todo lo que vi en mi cuenta de YouTube y enseñé idiomas en la pandemia cuando me quedé en una isla en Indonesia. Luego intenté hacer algo parecido mostrando mis recorridos, pero no le fue tan bien. Sin embargo, estos tipos de videos sí fueron efectivos en TikTok e Instagram, plataformas que me abrieron las puertas a sponsors y otras oportunidades. Me gusta enfocar el tema de la aventura, pero no doy un mensaje que inspira, sino que lo hago y a través de eso la gente se motiva y empiezan a viajar, hacen deportes y me dicen que es gracias a lo que hago. Esto me llena el corazón”, aseguró.
En la actualidad, además de mostrar los pormenores y paisajes de sus recorridos, González trabaja en una ONG llamada music crossroads, una organización sin fines de lucro que apoya el desarrollo de la industria musical en la región del sur de África.
Al mismo tiempo, maneja las redes sociales de una bodega de vinos en Alemania, país donde se encuentra instalada en la actualidad, y también los de una empresa de construcción. Mientras tanto, descubre de a poco los países que le restan conocer e intercambia ideas con sus miles de seguidores, a quienes los motiva a crecer y salir adelante con todos los sueños que se planean en el camino.