El río Sena avanza hacia su objetivo de convertirse en un lugar apto para la natación, justo a tiempo para los Juegos Olímpicos de Verano en París el próximo año. Según un informe del The New York Times, los trabajadores parisinos dieron pasos agigantados para cumplir con la promesa incluida en la exitosa candidatura de la ciudad, que consiste en mantener la calidad del agua del Sena lo suficientemente limpia como para que los atletas olímpicos puedan nadar en él.

El río Sena, que se encuentra entre los monumentos naturales más queridos de París, no es conocido precisamente como un lugar ideal para nadar. Sin embargo, el Plan de Natación, una estrategia implementada durante varios años, logró avances significativos en la mejora de la calidad del agua. Este enfoque se basa en una red de tuberías, tanques y bombas subterráneas recién instaladas, cuyo propósito es prevenir el flujo de bacterias en el río, evitando que el agua sin tratar ingrese a la vía fluvial.

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La implementación de este plan fue un desafío de proporciones olímpicas, especialmente durante las tormentas. París experimenta un promedio de 170 días de lluvia al año, lo que pone a prueba la capacidad de mantener la calidad del agua en el Sena. Pierre Rabadán, el teniente de alcalde encargado de los preparativos olímpicos de la ciudad, admitió que si París experimenta varios días de fuertes lluvias antes de los eventos deportivos programados en el río, podría poner en riesgo los avances logrados hasta ahora. Según Rabadán, no existe un plan B en caso de que el clima no coopere.

Aunque nadar en el Sena resulta sorprendente para los parisinos de hoy en día, no es algo sin precedentes. Durante los Juegos Olímpicos de París en 1900, siete eventos de natación se llevaron a cabo en el río. Sin embargo, después de 1923 se prohibió nadar en la vía fluvial debido a la contaminación causada por desechos industriales y aguas residuales.

El objetivo de París es limpiar el río no solo para los atletas olímpicos, sino también para el disfrute de la población en general. Aunque las declaraciones de Rabadán parecen ser cautelosas en cuanto a prometer demasiado, el impulso financiero generado por los Juegos Olímpicos, con un presupuesto que supera los US$1,5 millones, permitió una notable mejora en la calidad del agua.

Esto podría abrir la posibilidad de que tanto atletas olímpicos como ciudadanos comunes puedan disfrutar del río para nadar, aunque es probable que los parisinos deban esperar hasta el verano de 2025 para hacerlo de manera segura. La alcaldesa Anne Hidalgo anunció que dentro de dos años se espera contar con alrededor de 20 áreas designadas para la natación a lo largo del Sena y su afluente, el río Marne. Uno de los grandes cambios implementados en la ciudad por medio de la alcaldesa fue hacer que las calles a los costados del Sena no sean más para autos sino para peatones y ahora ya ningún parisino recuerda (ni se le ocurre) meterse con su auto por esas calles.

Con todos los cambios implementados para generar una ciudad de proximidad o “ciudad de 15 minutos”, tal el concepto que adopó Anne Hidalgo de su asesor en urbanismo Carlos Moreno y que lleva a cabo en cada distrito de la ciudad, las propiedades se están revalorizando en cada calle verde que se inaugura, donde se da prioridad a peatones, ciclovías, juegos para chicos y vegetación, o incluso con esta nueva medida de tener un río Sena “limpio” de autos en sus calles y también limpio en sus aguas para poder nadar.

Aunque no se puede garantizar al 100% la calidad del agua en todas las circunstancias, los esfuerzos realizados hasta ahora fueron significativos. A medida que los preparativos para los Juegos Olímpicos de Verano avanzan y el Plan de Natación continúa implementándose, el río Sena se prepara para escribir un nuevo capítulo en su historia.