Un experimento divertido y natural para “desenchufar” a los chicos en vacaciones
Los chicos pueden ser una gran ayuda en las tareas relacionadas con la ...
Los chicos pueden ser una gran ayuda en las tareas relacionadas con la huerta y la naturaleza y esta actividad será clave para tomar conciencia del cuidado que requieren las plantas y del ritmo de la naturaleza para producir los alimentos que consumimos.
La naturaleza no tiene nada que ver con la inmediatez de internet y los videojuegos y, en vacaciones, podemos proponerles a los chicos una experiencia fácil, divertida (y nutritiva) para comprobarlo.
Muchas plantas hoy en día se comen como brotes crudos, en ensaladas o sándwiches, saltados, en la sartén o en el wok, y en tortillitas o croquetas: los brotes de soja, alfalfa y rabanitos son algunos de los más conocidos, pero no los únicos.
Cultivar sin tierra: cuatro experiencias para compartir con los chicos
Las semillas son un alimento concentrado que contiene nutrientes muy complejos que, luego de germinar, se vuelven simples, dulces y deliciosos, ideales para el paladar de los chicos.
Ésta es la lista de las semillas que podés comer sus brotes: alfalfa, arveja, calabaza, rabanito, repollo, brócoli, berro, espinaca, escarola, acelga, remolacha, lenteja, garbanzo, girasol, mostaza, lechuga, radicheta, rúcula, lino, chía, mijo, nabo, quinoa, amaranto, sésamo, soja, fenogreco, poroto mung y trigo.
Los brotes de soja (poroto mung) y los de arveja son perfectos para experimentar con los chicos porque son crujientes, dulzones, crecen rápido y tienen semillas grandes.
Los porotos mung se compran en las dietéticas. Sus brotes comercialmente se venden como “brotes de soja”.Arvejas: Se compran en la dietética o la semilla en el vivero o la semillería.Los brotes de poroto mung se comen enteros. Los de arveja conviene que saques el resto de la semilla, ya que puede ser algo dura y de un sabor fuerte.
Cómo hacer tus propios brotes en casaLavá bien las semillas y ponelas en remojo durante una noche.Escurrilas (vas a observar que el agua cambió de color).En un plato hondo o en una fuente, poné una capa de semillas. Mantenelas húmedas y en un lugar oscuro.Los primeros días, antes de que salga la radícula (la pequeñísima raíz), podés enjuagar las semillas (que ya estarán gorditas) con agua limpia y luego volver a colocarlas en la fuente.Lo primero que va a salir es la raíz.A los 4 o 5 días va a crecer un tallito blanco con dos hojitas pálidas. ¡Listo, a comerl