Una infancia dura, una serie que le cambió la vida y un trágico final: la muerte de Cory Monteith y el inicio de la “maldición” de Glee
El 13 de julio de 2013 es una fecha que quedará grabada para siempre en Hollywood, pero sobre todo en aquellas personas que tenían algún tipo de lazo con ...
El 13 de julio de 2013 es una fecha que quedará grabada para siempre en Hollywood, pero sobre todo en aquellas personas que tenían algún tipo de lazo con la serie Glee. Ese día, una noticia que muchos no podían -o no querían- creer, comenzó a difundirse en los medios internacionales: la muerte de Cory Monteith a los 31 años. Si bien en un primer momento se desconocía la causa, luego se supo que se debió a una sobredosis de heroína y alcohol. Muchos fans lo lloraron, las calles se llenaron de flores y fotos, sus compañeros de reparto lo homenajearon y Lea Michele- su novia en la realidad y en la ficción- lo recordó de todas las formas posibles. Hoy se cumple una década de ese momento y del origen de lo que se conoce como la “maldición de Glee”.
Como sucede a veces, a Cory Allan Michael Monteith la fama le llegó en un “abrir y cerrar de ojos”. Nacido en Victoria, Canadá, el 11 de mayo de 1982, tuvo una adolescencia marcada por los conflictos familiares y las adicciones. Sus padres se separaron cuando él tenía siete años, y se fue a vivir con su madre y su hermano mayor. Trabajó en un supermercado, manejó autobuses escolares y durante toda esa época tuvo varios problemas de conducta: sufrió adicciones e incluso llegó a robarle dinero a sus propios allegados. Pero, el arte “lo salvó”.
Un video suyo donde se lo ve tocar la batería con vasos de plástico y palitos de madera fue suficiente para que se convirtiera en el protagonista de una de las series más populares de los últimos años: Glee. Creada por Ryan Murphy, Brad Falchuk e Ian Brennan, actualmente disponible en Disney +, cuenta la historia de un grupo de jóvenes estudiantes del William McKinley High School, en Lima, Ohio, muy distintos entre sí, pero unidos por el amor a la música. Allí Monteith interpretó a Finn Hudson, el chico más popular de la escuela, “mariscal” del equipo de fútbol americano y voz masculina de New Directions.
En la ficción, su personaje era el interés amoroso de Rachel Berry, interpretada por Lea Michele y, como también suele ocurrir mucho, el amor traspasó el set y comenzaron una relación. La relación se hizo pública en 2012, aunque en el documental HBO Max Glee: triunfo, verdad y tragedia, aseguraron que el vínculo entre ellos comenzó varios años antes, cuando se grabó el episodio piloto de la serie.
Monteith tenía un futuro prometedor. Se convirtió en uno de los actores más destacados de ese entonces, logró el cariño de sus fans, actuó en una película con Selena Gómez y, según revelaron también en el documental, tenía intenciones de conocer un poco más sobre la dirección cinematográfica. Pero, el 13 de julio de 2013, luego de salir de una rehabilitación a la que ingresó voluntariamente dos meses antes; mientras se preparaba para la quinta temporada de Glee y disfrutaba de su relación con Michele, ocurrió una tragedia: lo encontraron muerto en la habitación de un hotel en Canadá.
A 10 años de la muerte de Cory MonteithSu repentina partida fue un golpe muy duro para Hollywood y su nombre pasó a integrar la lista de “famosos que tenían todo para triunfar, pero murieron muy jóvenes”: Amy Winehouse, Heath Ledger, Brittany Murphy, todos ejemplos de estrellas en ascenso que “tocaron el cielo”, demasiado rápido.
Tras pasar semanas en rehabilitación y salir “transformado”, el 6 de julio Monteith se instaló por unos días en su Canadá natal, y nada hacía pensar que ese se convetiría en “el viaje de la muerte”.
Se hospedó en el hotel Fairmont Pacific Rim de Vancouver y pasó una semana con amigos, divirtiéndose por la ciudad. Según compartió en su momento el medio TMZ, el actor visitó el bar The Shop y el dueño del lugar destacó que consumió tres latas de cerveza, a pesar de que se suponía que no debía hacerlo.
En los días que siguieron cenó con su mánager Elena Kirschner y la actriz Maureen Webb, quien le aseguró a People que se lo veía “feliz y saludable”, mejor que en mucho tiempo y que incluso hablaron de un futuro proyecto. Nadie se imaginó lo que ocurrió 48 horas después de esa salida.
Cory tenía previsto su check out del hotel el día 13 al medio día, pero, tal como dijo diez años atrás la Policía en una conferencia de prensa, no bajó a horario. Al dar cuenta de que el tiempo pasaba y no registraba su salida, el personal del lugar se dirigió a su habitación en el piso 21 y se encontró con una desgarradora escena: Cory Monteith sin vida.
Las hipótesis no tardaron en aparecer, en medio de un mar de lágrimas, desconcierto y una profunda tristeza. Las drogas estuvieron en el ojo de la tormenta. La Policía confirmó que no había indicios de violencia. Tras una exhaustiva investigación se determinó que la causa de la muerte fue una “intoxicación por mezcla de heroína y alcohol”. Fue cremado y sus cenizas se esparcieron en los que supieron ser sus lugares favoritos de Canadá.
Lo que sucedió despúes de la muerte del protagonista de Glee fue impactante. La entrada de los estudios de Paramount, donde se grababa la serie, se convirtió en una suerte de santuario, con fotos, flores y todo tipo de recuerdos. Amigos, compañeros de trabajo y colegas se expresaron en las redes, aún en shock por la noticia. Pero, sin dudas, todos los ojos estuvieron puestos en Lea Michele, su pareja y con quien se rumoreaba que tenía planes de casamiento.
El tributo de Lea Michele, las canciones que le dedicó y una decisión trascendentalPara la actual protagonista de Funny Girl, la repentina muerte de su novio fue devastadora. Dos semanas después de ese fatídico día, se pronunció por primera vez en las redes y compartió una foto juntos en una playa. “Gracias a todos por ayudarme durante este tiempo con su enorme amor y apoyo. Cory estará por siempre en mi corazón”, escribió en la descripción.
Tras la muerte de Monteith, Ryan Murphy visitó a Lea y le dio carta blanca para que decidiera el futuro de la serie. Ella optó por volver a trabajar. La quinta temporada vio la luz el 26 de septiembre de 2013 y, el tercer episodio titulado “The Quarterback” (El mariscal), se realizó en su honor.
Aunque no revelaron los motivos, sí contaron que el personaje Finn Hudson murió repentinamente. Lo homenajearon con canciones y Rachel Berry (el personaje de Michele) interpretó una conmovedora versión de “Make You Feel My Love” que no dejó ningún ojo seco. Al final del capítulo, concientizaron sobre los peligros del consumo de sustancias.
Los tributos de Michele también fueron a través de su música. Al tiempo de la muerte de su novio, lanzó su primer álbum solista, Louder, con varias canciones que previamente Monteith había escuchado. Pero, tras su partida escribió “If you say so” (Si tú lo dices), las últimas palabras que le expresó antes de morir: “Ya son siete días enteros sin tu abrazo / Quiero ver tu cara / Tengo algunas cosas que decir / Fue hace solo una semana / Dijiste: ‘te amo niña’ / Te Dije: ‘te amo más’ / Luego un respiro, una pausa, dijiste: ‘si tú lo dices’”.
En 2017, la actriz sacó su segundo disco, Places, y le dedicó la canción “Hey you” a su difunto novio: “Los últimos días fueron los más duros / No pensé que serían los últimos / Espero que sepas que te perdono / Daría cualquier cosa para recuperarlos”. Además, lleva a Monteith en la piel. En la zona de las costillas se tatuó la frase “If you say so”; tiene escrito “Finn” en la parte superior del muslo y un “5″, número de camiseta que usaba su personaje.
Cory Monteith y el inicio de la “maldición” de GleeLa muerte del actor fue solo el comienzo de lo que se conocería después como “la maldición de Glee”. Esa definición no fue azarosa, sino que surgió de una serie de desgracias que poco a poco apagaron las brillantes luces que giraban a su alrededor.
El 13 de julio de 2020, exactamente siete años después de la muerte de Cory, se confirmó que encontraron el cadáver de Naya Rivera, otras de las integrantes de Glee, en el Lago Piru, en California. La actriz desapareció mientras nadaba con su hijo de cuatro años. El pequeño sobrevivió y las autoridades lo encontraron solo en el bote que habían alquilado para un paseo.
Mark Salling, en tanto, quien interpretó a Noah Puckerman, marcó la tercera muerte de la serie. En 2015 fue arrestado por posesión de pornografía infantil y dos años después declarado culpable. El 30 de enero de 2018 fue encontrado sin vida cerca del río en Sunland, en el barrio privado donde vivía en Los Ángeles, colgado de un árbol.
Todas las desgracias de la que se conoció como la “serie maldita” fueron relatadas en el documental Glee: Triunfo, verdad y tragedia (actualmente disponible en HBO Max) con el foco puesto, principalmente, en la repentina muerte de Monteith.
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Durante los tres capítulos hablaron realizadores, técnicos, periodistas y familiares, quienes analizaron -entre otras cosas- la muerte del actor y la presión que sentía por la fama, algo que aseguran que llegó a odiar. Su relación con Lea Michele también fue cuestionada, precisamente por las diferentes personalidades: él “bueno y divertido” y ella “diva y narcisista”.
Dugg Kirkpatrick, jefe del departamento de peinado en la tercera temporada dijo que “mucha de la confusión de Cory tenía que ver con su relación con Lea”. En ese sentido, detalló: “No sé si era su amiga. Creo que se involucró con él porque el estaba en un programa de televisión”. Incluso, mencionó que un miembro del elenco lo habría impulsado a tomar un trago en una fiesta, cuando se suponía que debía mantenerse sobrio.
Este 13 de julio se cumple una década de una muerte que impactó a los fanáticos de la serie y puso en la mira la presión y la exigencia de Hollywood. Quien fue su novia hasta el último día de su vida, aún lo tiene muy presente y compartió en su Instagram un conmovedor posteo para recordarlo.
Con una foto en blanco y negro de ambos, escribió: “Oye, tú. 10 años. Se siente como si fuera ayer que estabas acá y, sin embargo, hace un millón de años, todo al mismo tiempo. Guardo todos nuestros recuerdos en mi corazón donde permanecerán seguros y nunca olvidados. Te extrañamos todos los días y nunca olvidaremos la luz que nos trajiste a todos. Te extraño grandulón. Espero que hayas encontrado a Taylor allí y estén tocando la batería juntos”.
Hoy Cory tendría 41 años. Las agujas del reloj no pararon de moverse y la vida siguió. La serie tuvo dos temporadas más, aunque sin el éxito de las primeras; Lea Michele encontró el amor, se casó, fue madre y hoy brilla en Broadway. La figura de Monteith aún esta presente en todos aquellos que cantaron sus canciones, en sus propios compañeros y en la mítica frase que dijo su personaje, Finn Hudson: “El show debe continuar... en todos lados, o algo asi”.