Elon Musk es una de las figuras más brillantes (y muchas veces extravagante) de la escena tecnológica. En su carrera aparecen hitos considerables como la fundación de las compañías PayPal, Tesla y SpaceX, entre otras. Él también participa en el ámbito de la inteligencia artificial: es uno de los responsables de OpenAI, una fundación que tiene como objetivo el desarrollo de una IA amigable con el ser humano.      

En esa línea, el nacido en Sudáfrica manifestó en más de una ocasión su preocupación por el avance sin límites de las tecnologías que inyectan inteligencia y grandes capacidades a las máquinas. En el pasado soltó reflexiones rutilantes al respecto.

Por ejemplo, dijo que la IA será la causante de la Tercera Guerra Mundial. En otra oportunidad reveló sus temores ante la creación de un "dictador inmortal del que nunca escaparíamos", en referencia a los robots.

Ahora, en el marco de una conferencia celebrada en Shangái, China, Musk señaló que eventualmente la IA hará que los seres humanos parezcamos simios. El empresario comentó que los autómatas no serán tan inteligentes como nosotros, sino que serán aún más perspicaces que sus creadores.

LA NUEVA BRECHA

De acuerdo al paralelismo trazado por Musk, la relación entre los humanos y los robots será similar a la que hemos mantenido con los primates. "¿Puede un chimpancé entender realmente a los humanos? No verdaderamente. Simplemente les parecemos extraterrestres, extraños. Ellos se preocupan por otros de su especie. Será más o menos así", comentó en su analogía.

Además sostuvo que la brecha de inteligencia será, en ese caso, aún mayor. "¿Qué haremos en una situación como esa? No estoy seguro, sólo espero que (los robots) sean agradables", deslizó.

Una vez más sostuvo que la mayoría de las personas subestiman las capacidades de la inteligencia artificial y que esos sistemas lograrán ser mucho más hábiles que nosotros. "Lo primero que hay que asumir es que somos muy tontos, y que definitivamente podemos hacer cosas más inteligentes que nosotros", remató.

Tal como nota en su repaso New York Post, el magnate no es ajeno a ese tipo de desarrollos. Además de su mencionada participación en la organización OpenAI, otra de las empresas de su creación es Neuralink. Esa firma recientemente reveló un futurista sistema para vincular el cerebro humano a una computadora.