Por: Ariana A. Robinson, BS, MS Física & Astrofísica
Imaginemos, por un momento, que usted es un astronauta flotando en el vacío del espacio, quien se maravilla con todas las hermosas vistas de galaxias y estrellas que a su alrededor se encuentran.
Desconocemos como usted dio inició a dicho viaje, pero tal parece ser que su motivación para emprenderle yace en convertirse en un “vaquero intergaláctico”.
Después de todo, lo único que ha traído consigo es una pistola Magnum. Excelente para duelos de pistoleros en la Tierra, pero terrible para la supervivencia en la infinidad del espacio.
Aunque, es su fantasía, así que no tendría porqué entrometerme en la viabilidad de su plan.
Representación gráfica de una pistola Magnum, modelo Taurus 44, moderna.
Mas ahora se presenta una cuestión un tantico apremiante, la cual ha de atender más pronto que tarde.
Pues, si bien usted cuenta con un traje de astronauta, este contiene una cantidad limitada de oxígeno y, como hemos estipulado, usted no ha empacado los elementos propicios para asegurar su manutención.
Por tanto, a medida que sus niveles de oxígeno descienden, responder la siguiente pregunta incrementa en urgencia:
¿Va usted a disparar el arma?
Representación gráfica de un astronauta sujetando una Magnum en el espacio.
Tiene, entonces, a su disposición, dos opciones:
- pasar el resto de sus limitadas horas nadando en el espacio o
- tirar del gatillo, disparándole al cosmos.
Considerando que usted es una persona sensata, asumiré que elegirá la segunda alternativa. Al fin y al cabo, tal era su deseo original, y por qué dejar que la aparente infinidad del espacio se cruce en el camino, ¿no?
Aunque, cabe cuestionarse, ¿es posible efectuar dicha acción?
Y, afortunadamente, para usted (y esta pregunta), ¡sí que lo es!
Si bien el fuego es incapaz de quemarse en el vacío libre de oxígeno del espacio, su bien calibrada Magnum puede disparar.
Ello se debe a la fabricación de las municiones modernas, ya que estas contienen su propio oxidante. Dicho químico desencadena la explosión de la pólvora y, por ende, el disparo de la bala, dondequiera que se esté en el universo.
Así que, ¡jaque mate, oxígeno atmosférico!
Fotografía de un astronauta con un arma en el espacio.
Ahora, bien, los hechos que están por suscitarse sin duda que son bastante interesantes.
Lo que resultará más notorio, al principio, será la distintiva forma del rastro de humo resultante del disparo. Pues, en el espacio, este sería una especie de “esfera de humo en expansión”, a partir de la punta del arma.
Luego, la tercera ley de Newton dicta que la fuerza ejercida sobre la bala impartirá una fuerza igual y opuesta en el arma y, dado que está sosteniendo la pistola, sobre usted.
Ello significa que usted se moverá hacia atrás, alejándose cada vez más de la región en la cual tiró del gatillo.
Haciendo un par de cálculos: si la bala sale del cañón de la pistola a 1,000 metros por segundo, usted, quien es (por mucho) más masivo que la bala, se dirigirá hacia el otro lado, a unos pocos centímetros por segundo.
Fotografía de un astronauta flotando en el espacio.
Pero, ¿y la bala? ¿Qué sucede con ella?
Una vez disparada, la bala continuará su camino para siempre (literalmente).
Esta nunca se detendría, porque el universo se expande más rápido de lo que la bala puede alcanzar cualquier cantidad seria de masa para reducir dicha expansión.
Aunque, es válido notar que, de no ser por la expansión del universo, los átomos por centímetro cúbicos encontrados por la bala en el espacio provocarían su eventual parada, al cabo de 10 millones de años luz.
Fotografía de un supercúmulo galáctico.
Pero, ¿qué hay de usted?
Como hemos aprendido antes, usted se encuentra moviéndose hacia atrás, gracias a la tercera ley de Newton. Y, al igual que la bala, usted flotará por el espacio indefinidamente.
Sin embargo, su cantidad de oxígeno peligra, indicando que, de no encontrar un modo de rellenar su tanque, usted se convertirá en un cadáver nadando a través del vacío.
Fotografía de un astronauta flotando en el vacío.
Dichosamente, una nave tripulada intergaláctica ha registrado su posición actual y se encuentra en marcha en pos de su rescate. Esperemos logren alcanzarle a tiempo y que no sean alguna raza alienígena come hombres.
Aunque esa sería una increíble historia para otro tiempo (u otra respuesta).
