La empresa mexicana Heliamérica tenía planeado prestar servicio de vuelos para conocer el complejo arqueológico de Choquequirao desde el aire. Seis pasajeros en cada operación hubieran apreciado su belleza.
Heliamérica estaba seducida porque hay turistas que desean conocer la ciudad inca, pero muchos no pueden hacerlo por el difícil acceso. Una visita aérea era entonces un negocio redondo. No obstante, su objetivo se hizo trizas por volar y aterrizar en el sitio inca sin autorización. Y todo indica que tras el escándalo jamás podrá volver a volar en cielo cusqueño
Llegar a Choquequirao demanda esfuerzo. Un turista tiene que viajar en bus, a lomo de caballo y a pie durante dos días. La edificación, conocida como la hermana gemela de Machupicchu, recibe pocas visitas. En promedio solo 22 al día logran pisar el complejo. En 2017 llegaron alrededor de 8000 y el año pasado la cifra cayó a 7000. En contraste, Machupicchu capta casi un millón y medio de visitas anuales.
Situado a 75 kilómetros del santuario de Machupicchu, Choquequirao fue el último refugio de los incas tras la invasión española, según arqueólogos. Un sitio sagrado donde estuvieron a salvo nuestros antepasados en 1536.
Su estructura se alza en la ceja de selva, entre los distritos de Santa Teresa (La Convención) y Mollepata (Anta). Está asentado en medio de un tupido bosque de clima caliente y rodeado de queuñas, orquídeas de diferentes variedades y otras especies de flora. En el camino se pueden observar animales salvajes, como el oso de anteojos, tucán, gato salvaje y otros.
La ciudad de piedra es otra obra maestra de la ingeniería inca. Comprende doce sectores arquitectónicos con cientos de andenes, habitaciones y sistemas de riego. Están la plaza principal superior, colca, almacenes y depósitos, talleres de vivienda, plaza Haucaypata, muro triunfal, corrales sagrados y ushnu. También están el templo de los sacerdotes y andenes sagrados, Pikihuasi, Paraqtepata, Pacchayoq y Pinchaynuyoq. El complejo estuvo escondido en la maleza casi cinco siglos. Fue descubierto a finales del siglo pasado.
Formas de llegar
Hay proyectos para facilitar y reducir el tiempo de acceso a Choquequirao. Algunos están estancados más de un quinquenio. Inclusive existe una ley que “declara de interés nacional la restauración y puesta en valor del monumento y de sus accesos por Cusco y Apurímac”. Asimismo, hay otra que declara prioridad un plan de acceso con la construcción de anillos viales, caminos peatonales y sistemas de teleféricos.
Con base en esas leyes, ProInversión y Mincetur elaboraron un proyecto que está a punto de ser convocado a licitación. La propuesta considera a Santa Teresa (Cusco) y Abancay (Apurímac) como zonas naturales de ingreso al sitio turístico con la construcción de un teleférico.
El sistema se instalaría desde Kiuñalla hasta el sitio arqueológico, así como estaciones de salida y llegada. En la obra se invertirían S/ 123 millones sin IGV y sería concesionada por 20 años.
Poca afluencia. Al día, en promedio, conocen el complejo de Choquequirao 20 turistas.