Editorial/Cultura/Arte

La desigualdad de crecer siendo niña

Por la Lic. Alejandra Perinetti, Directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina

Por la Lic. Alejandra Perinetti, Directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina 

 Luego de 30 años de sancionada la Convención sobre los Derechos del Niño, las niñas están en una situación de enorme desigualdad respecto al ejercicio de sus derechos. Todavía hay millones alrededor del mundo que sufren diferentes problemáticas solo por su condición de género.  El 11 de octubre se conmemoró el Día Internacional de la Niña para concientizar y llamar a la acción para garantizar su protección y el ejercicio de sus derechos.

 Más allá de las Convenciones legales, la cultura ocupa un rol clave en tanto condiciona el desarrollo integral de las personas y define roles socialmente establecidos para niñas y a varones. Durante el último tiempo los movimientos feministas pusieron en agenda público-política la influencia cultural y visibilizaron la brecha de desigualdad que aún existe.

 En nuestro país cada año más de 3.000 niñas, menores de 15 años, se convierten en madres. Niñas que deberían estar cursando la escolaridad obligatoria en nuestro país y que cuanto menor es la edad más probable es que se trate de un embarazo producto de una situación de abuso sexual. En Argentina el 80% de los casos de embarazo adolescente está vinculado a situaciones de violencia sexual de acuerdo con el informe de la Dirección Nacional de Maternidad, Infancia y Adolescencia. Nada en la Convención de los derechos del niño/a habla de prepararse para la maternidad y no lo hace porque no es propio de la niñez ni de la adolescencia.

 Pero la violencia sexual y el embarazo a temprana edad no son las únicas amenazas para las niñas. En Argentina, en un contexto de infantilización de la pobreza, más niñas son pobres y menos posibilidades tienen. Además, son niñas quienes en la mayoría de los casos se quedan al cuidado de los hermanos más pequeños mientras los adultos de la familia salen a buscar algo para sobrevivir.

 Este 11 de octubre nos encontró con un fallo judicial que por primera vez caratuló una causa como “femicidio infantil”. En una condena que castiga el asesinato de una niña de 3 años, pero además de su muerte, el ensañamiento por su condición de niña y mujer. Es un caso testigo en un contexto en que, de acuerdo con el observatorio A.M. Zambrano de la Casa del Encuentro, se registraron en promedio 4 casos de femicidios infantiles por mes en los últimos 10 años, 458 niñas y adolescentes menores de 18 años asesinadas entre el 2008 y 2018.

 Para cambiar la realidad, sensibilizar sobre las dramáticas situaciones que atraviesan y para buscar un presente más equitativo, las niñas tienen un día. Las niñas tienen derecho a ser niñas, a crecer, a desarrollarse y a cumplir sus sueños. Las niñas tienen derecho a no necesitar un día en el que haya que resaltar sus derechos.

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