Bariloche, es por estas horas centro de la polémica, ya que se pudieron observar en las últimas semanas una invasión de animales que, como este diario informó anteriormente, había acechado a la localidad el año pasado. Todo fue detectado en el barrio Costa del Sol, a pocos kilómetros del centro de la ciudad y se trata de los peligrosos jabalíes.
El riesgo reside en que en el corto plazo lleguen al vertedero, ubicado a unos 7 kilómetros del centro de la ciudad ya que los lugareños realizaron avistajes en varias áreas del cerro Ventana, al sur de Bariloche. Ello genera un fuerte riesgo ambiental para la ciudad. Además, se viene un fuerte problema sanitario ya que este animal puede transmitir varias enfermedades, por ejemplo, triquinosis e incluso tuberculosis.
Varios reclamos fueron recibidos por el guardaparque Gastón Marchioli y admitió que los jabalíes "están llegando a los pueblos. Transitan por las calles, rompen los tachos de basura. Y no hay ninguna política de control”. Hubo también denuncias en la zona de El Bolsón, Foyel, El Hoyo.
Crecimiento demográfico. Esta invasión se explica porque estas especies se reproducen cuatro veces por año y suelen tener ocho crías, en promedio. Cabe destacar que es una especie exótica introducida en el país en 1905 y que hoy se transformó en una plaga en la zona centro de Argentina. Con el fin de replicar el plan de control implementado en la bahía de Samborombón, Marchioli contactó a técnicos de la provincia de Buenos Aires, tratando de implementar la misma solución para Bariloche: "Convertir al cazador en controlador".
En ese sentido, Hernán Améndola, del Plan de Manejo de Especies Exóticas Invasoras, de La Plata detalló que de lo que se trata es de aplicar "concientización y de delimitar la población”, focalizando ahora el programa en este chancho silvestre.
Los expertos aseguraron que genera una mutación enorme del ambiente, además de los serios peligros en la salud publica y los accidentes viales que pueden ocasionar en Bariloche si no se aplican políticas para mitigar la población de esta especie.
“Los bichos se van moviendo cada vez más a lugares más aptos y tenemos muchos problemas de accidentes de autos”, expresó Améndola que agregó que destruyen los humedales y los pastizales donde anidan anfibios, lagartijas y aves.