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La verdad detrás de "la" vacuna Argentina

Por qué la versión “nacional” de la vacuna de AstraZeneca tarda en llegar. Una empresa argentina fabricó el principio activo de la vacuna.

Por Lucas Viasno

El 12 de Agosto, el presidente Alberto Fernandez anunció que Argentina iba a fgabricar una vacuna anti Covid-19. Se trataba de un acuerdo entre AstraZeneca y la empresa local Mebxience y la mexicana Liomont, con el financiamiento del multimillonario Carlos Slim, también de México.

El principio activo de la vacuna se fabricaría en nuestro país y luego se enviaría a México para el envasado final. En total se iban a producir hasta 250 millones de dosis para distribuir en todo América latina, salvo Brasil. Y se esperaba que el primer lote para Argentina (de un total de 22,5 millones), llegaría en marzo.

Argentina ya pagó más del 50 por ciento del contrato, pero todo está demorado. ¿Por qué? Mabxience cumplió con los plazos de producción, pero la planta de envasado en México tuvo problemas.

Una de las razones son las trabas a las exportaciones de insumos críticos para frenar la pandemia impuestas por Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump.

El laboratorio Liomont necesitaba unos filtros y viales para la estabilización y envasado de las vacunas. Son productos muy demandados en pandemia y que solo tiene proveedores en Estados Unidos y la India.

Pero el laboratorio mexicano mostró también problemas en su línea de producción. En marzo, la autoridad sanitaria de su país le realizó 185 observaciones, según la agencia Reuters.

A la espera de que se solucionen estos problemas, AstraZeneca decidió enviar una parte de la materia prima fabricada en Argentina a una planta de Estados Unidos para su formulación y envasado final.

La presidencia de Joe Biden intervino para liberar esa producción. Según trascendidos a la prensa, se espera que a fines de este mes lleguen las primeras dosis al país. Y en mayo se destrabaría todo el proceso y comenzarían a arribar en mayores cantidades.

NACIONALIZAR EL PROCESO

Lo cierto es que Argentina ya produjo material como para fabricar unas 40 millones de dosis pero todavía no recibió ni una sola vacuna.

Ante esta paradoja, algunos sectores científicos y desde la izquierda plantean que, ante la emergencia sanitaria, el país deberían imponer soberanía y retener el principio activos para fabricar la vacuna aquí y poder distribuirla entre los argentinos.

Es el caso del colectiva Ciencia Nuestra. En tanto, el Frente de Izquierda planteó declarar a mAbxience de utilidad pública y ordenar su expropiación.

Por su parte, Jorge Geffner, investigador del Conicet y experto en inmunología, plantea que el país debe dejar de exportar el principio activo. EE.UU. se blindó y no exportó una sola vacuna. También lo hizo la India.

“Frente al pico de casos que está enfrentando, India, principal productor de vacunas del mundo, dejó de exportar. Está incumpliendo sus contratos y hace bien porque primero está la vida de la gente que se está muriendo”, comentó Geffner al sitio elDiarioAR.

MAbxience pertenece al grupo Insud de Hugo Sigman. Este empresario se defendió en Twitter.

“MAbxience no es la propietaria de la vacuna, ni la encargada de venderla, cobrarla, ni de firmar los contratos con los gobiernos o establecer las fechas de entrega”, dijo.

También descartó que la vacuna puede terminar de formularse y envasarse hoy en Argentina. En especial en la planta de Sinergium Bio, empresa también propiedad de Sigman.

 

 

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