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Vino Luismi!

Durante años produjo en sociedad con uno de los "enólogos" chilenos más conocidos un blend que hoy es considerado un artículo de colección.

La primera temporada de la serie de Luis Miguel se estrenó en Netflix en el año 2018, y fue un éxito inmediato en todos los países de habla hispana y también en aquellos en los que la lengua nativa es otra, diferente al castellano.

La producción, que es una versión libre y novelada de la vida del cantante mexicano que se transformó en un astro latino de la música tiene fans en el mundo entero, y son millones los que ya la han visto.  

Tan descomunal fue su éxito, que hace pocos días, en abril de este año y justamente en la conmemoración del natalicio de "Luismi", se estrenó la segunda temporada, que también protagoniza Diego Boneta

La peculiaridad esta vez es el suspenso, pues cada capítulo se estrena con espacio de una semana, los domingos. En el cuarto de ellos, hay un momento particular: el mundo del vino entra en la serie. 

El aprecio del "Rey Sol" por el vino

Luis Miguel se interesó en el vino desde pequeño. Su mamá tenía ascendencia italiana, y su papá, española: por esto era común que esta bebida formara parte de cada almuerzo y cena. 

“Es como un matrimonio. Mis abuelos (maternos) tienen su propio vino. Ellos son de la Toscana y es una tradición allá que las familias produzcan los suyos. Tienen pequeños viñedos en la parte de atrás de sus casas, hacen unas 50 o 100 botellas. Así que aprendí sobre vino también de mis abuelos. Teníamos pizza, pasta y vino. Cuando era pequeño, de hecho, ellos ponían un poquito en mi vaso para que yo los probara”, contó el cantante en el 2006 en una entrevista a la revista especializada en la bebida, Wine Spectator.

Esta cercanía con el tiempo se transformó en interés genuino y además el cantante se declaró un "winelover". Uno de sus pasatiempos más conocidos ha sido la enología, y se sabe que al cantante mexicano le encanta degustar y coleccionar botellas de vino.

En su momento, quiso producir. Ese sueño se hizo realidad en Chile: el vino "Único" comenzó a elaborarse en el 2002 en el valle de Maipó, en el país vecino. Esto fue así hasta el año 2018. Hoy ese tinto es incluso considerado objeto de colección.

Se trata, pues, de un blend: 85% Cabernet Sauvignon y 15% Syrah. En cuanto a las notas de cata, se explica que sus aromas son intensos y frutales con recuerdos de arándanos, ciruela madura, frutas del bosque, casis y cereza negra, junto a notas de regaliz, vainilla y chocolate otorgadas por una crianza de cerca de 14 meses en barrica de roble francés.

“En la boca es lleno aunque de cuerpo medio, con taninos intensos pero maduros y una buena acidez que le da frescura. Termina con un final largo, persistente en el que predomina la frutalidad. Es ideal para carnes con salsas sofisticadas y quesos muy maduros”. Así es como lo describe una de las tiendas mexicanas que lo comercializa. 

Este vino se elaboró en la viña Ventisquero de la mano del reconocido enólogo chileno Aurelio Montes. Solo se trabajaron 2.000 botellas por año.

Único Luis Miguel se vende en caja de 3 botellas, que cuesta USD 54,30 o de 6 con un valor USD 103,71.

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