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24 de septiembre de 1928: comienzan a funcionar los colectivos en Buenos Aires

Pero, desde ese primer viaje, mucho ha cambiado en la fisonomía de los colectivos. Hoy te contamos una historia bien Argentina, la del Bondi

Un 24 de septiembre de 1928 comienzan a funcionar los colectivos en Buenos Aires. Con un boleto de 20 centavos, la primera línea unió Plaza de Mayo con Floresta y surgió a instancias de un grupo de taxistas que decidió implementar un recorrido fijo anunciándolo con un cartel en la parte delantera y permitiendo subir a más de un pasajero.

Puede ser una imagen en blanco y negro

(Imagen de"la cucaracha, la unidad que circuló por mercedes)

Por esa época, el transporte público era dominado por el tren, el tranvía y el subte, cuyos pasajes eran mucho más económicos que los de los taxis, por lo que los taxistas se encontraban en una situación difícil, padeciendo una baja considerable de pasajeros. Movidos por esa preocupación, un grupo de choferes de taxi, que se reunían habitualmente en un café, debatieron sobre la posibilidad de subir a más de un pasajero y cobrarle una tarifa personal de acuerdo al recorrido.

Luego de algunas pruebas donde trasladaron a pasajeros que asistían a espectáculos deportivos, el primer viaje del “taxi-colectivo” se hizo en la mañana del 24 de septiembre de 1928. A pesar de las versiones encontradas que difieren acerca del lugar de origen de ese primer viaje, lo cierto es que el trayecto se dividió en dos tramos, que costaban 10 centavos cada uno: Lacarra hasta Plaza Flores y desde allí finalizaba en Caballito, en plaza Primera Junta; luego a la inversa.

En ese contexto no había todavía un marco legal claro. A esto se sumaba la queja de los transportes competidores, situación que finalizó hacia 1932 cuando la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires decidió reglamentar el servicio. Para eso, habilitó las líneas, las enumeró desde el 1 al 69 y fijó las medidas máximas de los coches y la cantidad de asientos.

Así fue que los colectivos cambiaron su fisonomía al tiempo que comenzaron a ser adornados con el clásico fileteado. Con paso del tiempo, su tamaño siguió modificándose al igual que el funcionamiento de las ventanillas, la venta de boletos y el sistema de puertas. También se modificaron los chasis, donde la compañía Mercedes Benz monopolizaría el mercado. Los antiguos colectivos con motor delantero dejarían paso a los frontales modernos y, más tarde, a los colectivos bajos con acceso para personas con movilidad reducida y a los dobles con fuelle central.

Actualmente, algunas líneas de colectivo cuentan con carriles exclusivos y hay cerca de 400 líneas que recorren el Área Metropolitana de Buenos Aires, muchas de las cuales están agrupadas en grandes grupos empresarios. Después de tantas décadas, sigue siendo uno de los medios de transporte público más elegido por los argentinos.

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