Creció en el Barrio 31, trabajó en una cadena de comida rápida y hoy maneja su propio restaurante: “Fui tocada por la varita”
Yermina Benítez es la protagonista de ...
Yermina Benítez es la protagonista de una enorme historia de superación. En 12 años, pasó de tener su primer empleo a estar encargada del local gastronómico más importante del Barrio Mugica, ex Villa 31. En su recorrido, además de atravesar con éxito muchos obstáculos, debió valerse de capacitaciones y acumulación de conocimiento para llegar hasta donde está hoy. En diálogo con LA NACION, contó los detalles de su experiencia.
La joven de 29 años nació en Paraguay, pero llegó a la Argentina con su mamá cuando solo tenía cuatro meses. Durante su crianza, su madre vendía comida en el Barrio 31, donde la familia vivió siempre desde que se instalaron en el país. Producto de esos ingresos, logró no solo sustentar a sus hijos, sino también comprar la pieza que alquilaba y las que estaban alrededor. Con la continuidad de ese progreso, llegó a convertirse en dueña del terreno.
En su adolescencia, Yermina trabajó en el local de comidas construido en su casa. “Ayudaba a mi mamá y hacía atención a los clientes. Era informal, la ayudaba a ella en mi casa”, explicó la joven. Cuando tenía 17, tomó la decisión de conseguir un trabajo fuera del barrio y allí es donde entró al lugar en el que se desempeñó durante más de una década.
Mientras todavía era una adolescente, comenzó a trabajar en el McDonald’s ubicado en Lima y Chile, frente a la Avenida 9 de julio en pleno centro porteño: “Entré como crew, de cajera”. A partir de allí, creció en la empresa y pasó por una enorme variedad de puestos y tareas a su cargo en la sucursal. “Fui entrenadora, gerente de área, gerente de turno y hasta llegué a ser gerente de local”, especificó.
Con ese crecimiento a cuestas, a fines de 2018 llegó una oportunidad que no podía dejar pasar. La empresa envió un mail a los empleados para comunicarles sobre la apertura de un local en el Barrio Padre Mugica, a una cuadra y media de la casa de Yermina. Esto no solo representaba una ventaja en cuanto a comodidad, sino también la posibilidad de estar más cerca de Delfina, su hija que hoy tiene siete años y Ciro, su hijo de cuatro, de quien estaba embarazada cuando se enteró la novedad.
Sin dudarlo, pidió el traslado. En julio de 2019, le confirmaron que participaría en la apertura de la sucursal, pero en un nuevo rol: dueña de la franquicia. Desde que abrió el McDonald’s del Barrio Mugica a fines de ese año, los responsables de la compañía Arcos Dorados determinaron que Yermina fuera la cabeza del local y la encargada de administrarlo y alcanzar un buen funcionamiento.
Tras casi cuatro años en este rol, remarcó las capacitaciones que debió llevar a cabo en su trayectoria profesional. “Aprender tuve que aprender todo. Entré desde cero, no sabía nada. Aproveché todas las capacitaciones que me daban y los cursos. Pasé por varios procesos de promoción y para ser franquiciada fui tocada por la varita, porque no es algo que le pasa a todo el mundo. No todos los gerentes de negocios tienen una franquicia”, comentó. En ese sentido, destacó el trato que recibió tanto de sus compañeros como sus jefes en su crecimiento profesional: “Estoy agradecida con ellos porque para llegar a donde estoy ahora pedían devoluciones de mis evaluaciones de desempeño y siempre fueron buenas”.
Con respecto al local, Yermina valoró los beneficios que trae para la gente del barrio. “Es muy importante no solo por la inclusión, sino que es también un punto de referencia. El 95 por ciento de los empleados que tengo en el local viven acá. Es un punto de encuentro para todos. Los chicos están contentos y los familiares también”, describió.
Además, mencionó que funciona como una importante herramienta de inserción laboral: “Me motiva poder darle la posibilidad del primer empleo a mucha gente en el barrio que por no tener experiencia o el lugar donde viven les cuesta conseguirla”.
Con vistas al futuro, la administradora del local desea darle esas mismas oportunidades a sus hijos. “Que mis hijos sigan con la franquicia, que sigan estudiando y capacitándose y que no les sea tan difícil como me fue a mí”, sintetizó.
El recorrido de Yermina sirvió como fuente de inspiración a muchos. Invitada por Woods Staton, el dueño de Arcos Dorados, contó su historia ante 5000 personas en la convención mundial de McDonald’s que se llevó a cabo en la ciudad estadounidense de Orlando, Florida.