Crisis educativa: qué sistema participativo es clave para mejorar los aprendizajes de los chicos
El sistema de tutorías es una política educativa clave para mejorar los aprendizajes de los chicos. A esa conclusión arribó el nuevo informe del...
El sistema de tutorías es una política educativa clave para mejorar los aprendizajes de los chicos. A esa conclusión arribó el nuevo informe del Observatorio de Argentinos por la Educación. “El acompañamiento de las trayectorias educativas por medio de tutores tiene un efecto positivo en el aprendizaje de los estudiantes, contribuye a desarrollar las habilidades socioemocionales y, a largo plazo, favorece la permanencia en la escuela y mejora la inserción laboral”, se lee en el reporte.
Las tutorías son espacios de formación individuales o en grupos pequeños, orientados especialmente a acompañar a los estudiantes. Abarcan aspectos que van desde el apoyo al aprendizaje hasta el desarrollo socioemocional y la atención a las necesidades de cada alumno. Pueden implementarse en la escuela primaria y en la secundaria. También existen experiencias en el nivel universitario.No siempre son los docentes los que están a cargo de este sistema, sino que también lo pueden integrar voluntarios, otros alumnos e incluso, la propia familia del estudiante.
Consultada por LA NACIÓN, Graciela Cappelletti, profesora de la Universidad Nacional de Quilmes y la Universidad de San Andrés, y una de las autoras del informe, subrayó: “Las tutorías existen hace muchísimos años. La mayoría de las veces originadas en proyectos de cada una de las escuelas y en algunas iniciativas que se relacionan con normativas, como por ejemplo, la del ‘Proyecto 13′ para escuelas secundarias, dedicada a cargos de profesores de tiempo completo, donde en muchas de las escuelas las actividades extracurriculares que se proponían o las actividades que se generaban para esos docentes de tiempo completo se relacionan con tutorías. Estas tutorías generalmente estaban ligadas a algunas asignaturas, para acompañar los aprendizajes de los estudiantes en algunas de ellas”. Según explicó, hace más de 15 años que surgió la primera normativa en la ciudad, que regula los proyectos de orientación y tutoría, los cargos de los tutores y sus funciones.
“Las tutorías son una herramienta pedagógica que promueve el aprendizaje profundo a través de una metodología que fomenta la relación personal y horizontal entre docentes y estudiantes, y especialmente de estudiante a estudiante (con participación de la familia) y la exploración y el uso del interés genuino de todos los partícipes. Esta herramienta se ha utilizado históricamente para la mejora de la educación”, afirmó Manuel Alvarez-Trongé, abogado, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y presidente de la ONG Proyecto Educar 2050.
EfectosSegún consigna el informe “Política educativa basada en evidencia: tutorías”, que elaboró el Observatorio, “en las distintas investigaciones se demostró que las tutorías pueden mejorar los desempeños en comprensión lectora, matemática y ciencias; disminuir la probabilidad de abandono escolar; aumentar la graduación a tiempo de la escuela primaria; mejorar la tasa de asistencia y las calificaciones de los estudiantes; y fortalecer la autoestima y las habilidades socioemocionales, entre otros efectos”.
“Nosotros hablamos de tutorías entre pares, programas que no solo se dan en el marco de las escuelas, sino que pueden ser estudiantes que, por fuera, asisten a tutorías de organizaciones no gubernamentales”, explicó Cappelletti, que redactó el informe, junto a Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén, ambos del Observatorio. .
En la Argentina, el artículo 32 de la Ley de Educación Nacional establece que las jurisdicciones deben garantizar, entre otras cosas, la implementación de alternativas de apoyo a la trayectoria escolar de los jóvenes, como tutores y coordinadores de curso, con el objetivo de “fortalecer el proceso educativo individual y grupal de los estudiantes”.
En los últimos años, sobre todo, a partir de la pandemia de Covid-19, se exploró un sistema de tutorías no presencial: “Hay excelentes ejemplos de tutorías telefónicas en las que hay testimonios muy buenos de niños y de familias acerca de lo que allí sucede”, explicó Cappelletti. Y concluyó: “Para que puedan llevarse adelante, requieren de articulaciones tanto con las escuelas como con las familias o responsables adultos de los estudiantes: no solo se los incluye para coordinar cuestiones logísticas y legales, sino también para que sean partícipes y acompañen el proceso de aprendizaje”.